Tambo : el peruano de Lastarria

Ensimismado en necesarios trámites y la urgencia de concretar algunas metas, me dejó cerca del barrio Lastarria con algo de tiempo y un hambre exacerbada por la adrenalina que recorría mi cuerpo.

Tras un recorrido de reconocimiento en las breves cuadras del sector, decidí que mi mejor opción era volver a probar un rico sitio peruano del cual he comentado antes. Me refiero al estiloso Tambo, un pequeño pero rico lugar en una esquina privilegiada del barrio.

Me resulta muy atractivo el ingenio que se requiere para sacar provecho de cada centímetro cuadrado disponible, aunque eso incluya mesas en la angosta calzada de peatones. Elegí una mesa al interior para sentirme más cómodo y en privado y pedí una variante exquisita de pisco sour, uno con jengibre. Esa sabor levemente picante es un toque de placer delicioso en este aperitivo de raíz peruana.

La carta es breve pero atractiva y tras su lectura, me decidí por un tambo de camarones, un plato de camarones salteados con cebolla morada, tomate, pimiento rojo, champignones, aji amarillo y cebollín y gratamente acompañado con arroz blanco mezclado con granos de choclo y una porción de doradas papas fritas. Exquisito!!!!!

Aunque ofrecían botellas de algunas cepas de vinos, me incliné en esta ocasión solo por una copa de un rico cabernet sauvignon, la mejor opción en ese formato. Para el postre, me sedujo un suspiro limeño de chirimoya, exquisito sin objeciones.

Me gusta el Tambo, es tan eficiente!!

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Centre Catalá : delicioso y conversado almuerzo

Un almuerzo para conversar y disfrutar algo rico, requería un lugar especial y que estuviese en las cercanías del lugar de trabajo de una buena y antigua amiga con quien me juntaba hoy.

Tenía en mente tres lugares (plan A, B y C, como corresponde), sin embargo, el plan A fue certero y tras una breve caminata nos encontrábamos en la terraza anterior de este viejo pero estupendo local.

Con esa elegancia tradicional y buena atención, llegaron las cartas y la orden de nuestros aperitivos, kir royales  ricamente preparados. Mientras disfrutábamos el agradable aperitivo, yo aprovechaba de calmar mi hambre con esos pancitos franceses fantásticos y una salsa de mayonesa y ajo exquisita. De paso, nos trajeron unos appetizer de regalo muy especiales, tostadas con aceite de olivas, orégano y un trozo de fino salame español y unos vasitos con un caldo tibio de verduras maravilloso!!

Los fondos no pudieron ser más acertados, un filete de ternera con una salsa de parmesano de queso de cabra y mis canalones de carne con bechamel, exquisitos. El primero ya lo había probado antes y el que elegí esta vez,  fue una sorpresa de sabor de esta tradicional receta catalana. Por supuesto, no podía faltar un buen vino y el elegido fue un Corte de la Hacienda Araucano  Clos de Lolol 2007, un ensamblaje delicioso de Cabernet Franc, Carmenere y Syrah. Mmmhh, que más se puede pedir!!. Ok, un par de ricos cafés negros.

Fantástico almuerzo y mejor conversación.

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Regreso al Osaki : disfrutando cena nikkei

Han pasado unos cuantos meses desde la inauguración del Osaki, un local de comida fusión peruano-japonesa y esta noche era perfecta para una cena en dicho lugar.

Llegamos tarde tras el disfrute de una obra de teatro y el sitio estaba lleno, lo cual me alegró mucho, ya que mi experiencia anterior dejaba abierta la posibilidad que este lugar prendiera entre los amantes de la rica comida. Tan lleno que tendríamos que esperar un rato en la barra (sushi bar) mientras elegíamos el aperitivo y se desocupaba una mesa.

No alcanzamos a recibir el aperitivo, nuestra mesa regiamente ubicada nos esperaba. Hasta allí llegó el ceviche clásico con los respectivos pisco sours, combinación deliciosa.

Mientras disfrutábamos la entrada, revisamos la oferta de platos en la carta y aparecieron dos delicias, un filete huanca niku (filete al punto sobre vegetales salteados al wok con papa majada con salsa huancaína) exquisito y para mi partner una jaleita nikkei (chicharrones de pescado, camarones, calamares sobre yuquitas fritas (mandiocas) y chifles (plátanos peruanos) con un vaso de leche de tigre). Platos deliciosos, que se acompañaron felizmente con una botella de Parcela 7 un fantástico ensamblaje de Von Siebenthal 2008.

No había espacio para los postres, por lo que pasamos al café, un par de buenos cafés negros que dieron cierre a la rica cena.

Osaki, bien por la comida nikkei!!

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Un dios salvaje : una delicia argentina

Esta es la tercera entrega de teatro argentino que el Teatro Noescafé de las Artes trae para deleite de los santiasqueños. Ya había pasado un tiempo de la ocasión anterior, por lo que mis expectativas eran bastante altas al saber que el director era el mismo que la obra Baraka que vi tiempo atrás..

A la hora acostumbrada nos encontramos enfrente del teatro para iniciar el disfrute, previa puesta al día con mi partner teatral. El teatro completamente lleno lo que se disfruta mucho cuando tienes entradas en la zona privilegiada que se consigue cuando se compra con adelanto. La multitud no se transforma en un problema cuando sabes que tu asiento ideal te espera.

Cuatro actores, dos matrimonios típicos de la clase acomodada y que enfrentan sus pequeñeces con la ironía y «buenas costumbres» de nuestra falsa sociedad. El hecho es que se juntan a «conversar» porque el chico de 11 años de unos de los matrimonios ataca a su amigo (el hijo del otro matrimonio) con un palo y le vuela un par de dientes. la hilarante secuencia que prosigue, poco a poco se distancia del tema nn cuestión para comenzar a incursionar «casualmente» en la convivencia de los matrimonios, los silencios y las rabia que se acumulan con los años y que, en ocasión tan propicia, comienzan a ventilarse con creciente fuerza.

Ella, alternativa total, preocupada por la humanidad y especialmente de África, intelectual a toda prueba con su marido, un empresario dedicado a la venta de ollas, todo un personaje del sarcasmo y entrenado en años de matrimonio a echar a la broma todo y a soportar como forma de vida. En el otro matrimonio, ella de aparente estupidez servil  de mina sometida y él, un gran abogado que no puede vivir desconectado de su celular. Pero nada es realmente lo que parece.

Una obra deliciosa, con muchos lugares comunes que son fácilmente reconocibles en la sociedad moderna y que muestran hasta el hartazgo la descomposición que enfrentan las parejas modernas, presionadas por el paradigma de lo correcto y cada vez más violentados por tener que reprimir sistemáticamente sus pasiones reales, sus ganas de reventar todo porque ya no soportan la impostura.

Ser o parecer, se enseñorea en el escenario, ya que atrapados en la impostura y en el deber ser, con unos tragos de más, se convierte en la catarsis necesaria para que todos puedan decir finalmente lo que verdaderamente piensan y así empiezan a ser los seres que realmente son.

Es el salvajismo interno del ser humano moderado por la necesidad de ser pacíficos y contenidos, de lo cual se burla la obra con prodigiosa maestría. Un cúmulo de tragedias cotidianas que desnudan el ser humano.

Fantástica obra, reí con ganas comprobando todas y cada una de mis hipótesis acerca de la imposibilidad de vivir en pareja sin conflicto o sin sufrimiento.

Bien por el teatro argentino, es una maravilla que vale disfrutar!!!

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Genovese : nueva opción en Barrio Italia

Esta noche tenía la firme convicción que mi hambre me conduciría a un buen y nuevo lugar, por lo que salí a caminar sin rumbo preciso. Tras constatar la permanencia de varios sitios filetes y que podrían ser mi plan B, decidí explorar por calle Condell y de pronto, un nuevo sitio, con menos de un mes en marcha.

Una linda casa y un pizarrón en discreto atril anunciando tenedor libre como posible tentación. Miré a través de las ventanas y logré divisar que existía una terraza en un patio interior. Esa es una clave que jamás dejo de atender y por supuesto que decidí ingresar.

Una chica que finalmente resultaría una maravilla en calidad de servicio, me comenta -una vez que me instalé en la terraza cerca de un frondoso y cargado árbol de limón- cual es la oferta del lugar. La especialidad claramente, pastas y en una modalidad interesante para esta noche. Fettuccinis, raviolones y ñoquis, con la posibilidad de combinar con pesto casero, salsa pomodoro y salsa alfredo. Ofrecen una copa de vino y todo por un módico precio. Además hay opciones de pizzas y platos con mechadas.

Decidí innovar un poco y cambié la copa de vino por una botella de agua mineral sin gas y pedí mi primer plato, ñoquis con salsa pomodoro y una botella del mejor merlot disponible en el lugar, un gran reserva Tarapacá merlot 2008.

Un plato delicioso y abundante, lo cual no me amilanó, sino que exacerbó mi apetito y pedí a continuación un plato de raviolones al pesto. Estupenda elección, que disfruté largamente mientras observaba el bonito patio con sus jardineras laterales iluminadas con focos. La chica, atenta a cada movimiento de los clientes, se adelantó casi siempre a mis pensamientos y me sentí atendido como los dioses. Un lindo detalle arquitectónico es la existencia de varios arcos romanos en la construcción, imagino creados como parte de la remodelación de la casona.

Por supuesto, fiel a mis propósitos, pedí el tercer plato (solo para campeones golozos), unos fettuccinis Alfredo. Reconozco que no fui capaz de comerlo completo, pero si el 80% del delicioso plato tan bien acompañado con el vino elegido. La música noventera a volumen adecuado es una buena opción del restoran.

Bueno, no quedó espacio para el postre, pero si para un buen café, el cual llegó preciso en manos de la atenta chica. Me di por satisfecho con plenitud, este lugar promete!!!

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Osadía : probando lugar taquilla

Tengo cierta resistencia interna a visitar sitios que tienen exceso de publicidad o aparecen demasiado en las citas faranduleras, me produce un hastío a priori que hace que los evite.

Es el caso de Carlo Von Muhlenbrock, chef y alma de Osadía ambos un tanto sobrexpuestos, pero por esas casualidades de la vida, hoy quedé enfrente del restoran y no pude resistirme a experimentar.

Una casa hermosa y de riguroso blanco en Nueva Costanera, con comedores elegantes y bien diseñados  en el interior, manteles largos y blancos, buenos cubiertos y lindas sillas con cuero. Sin embargo, fiel a mis gustos, apenas divisé la posibilidad de una mesa en la terraza, me instalé allí. Nada mejor para la canícula santiasqueña, que una buena terraza. Por cierto, salvo por los sillones del lounge en la terraza, todas las mesas estaban ocupadas y algunas pocas en el interior. No soy el único en mis aficiones!!.

Me ponen cubiertos y toman mi pedido de aperitivo, un kir royale y luego la moza desaparece. Me extrañó de inmediato, que no se preocupara de habilitar como corresponde la mesa e incluso algo tan básico como ofrecerme la carta. Dejé pasar los minutos, mientras observaba los arbolillos en la terraza, la distribución con espacios generosos y la exquisita música chillout y bossa jazz que se escuchaba gratamente en el sitio.

Llega mi kir royale, muy bien preparado y le pido la carta a la chica, ya que evidentemente no se había percatado del error. Sin embargo, desaparece nuevamente y mi impaciencia comienza a alcanzar niveles de molestia. Diviso de pronto al maître y le llamo con un gesto. Ahí expuse mi reclamo con elegancia, pero quedó muy claro que no aceptaría la negligencia.

Llegó rápidamente la carta de comidas, con una buena dotación de opciones a revisar, además unos panecillos calientes (con masa pastelera, maravillosos) y mantequilla. Oh!, por fin comenzaban a atender. Elegí un lomo de cordero patagónico sobre una pastelera picante y  luego de la carta de vinos que solicité,  seleccioné una botella de un gran reserva Chamán, un malbec del valle de colchagua año 2006.

Mi reclamo fue certero, porque el plato llegó con una rapidez asombrosa y además el sommelier llegó a mi lado a conversar unos minutos sobre vinos mientras servía, académicamente perfecto, el vino.

El plato definitivamente exquisito, la pastelera mezclada con ciboulette y los trozos de cordero perfectamente cocinados al punto rojo (3/4) con una salsa al vino maravillosa.

Reconciliado con el lugar, pedí la carta de postres (interesante las cartas separadas no?) y elegí una terrina de chocolate amargo con salsa de frambuesas y preciosamente adornado con arándanos, frutilla y frambuesas. Una delicia como pocas!!!

Solo quedó tiempo para beber un buen café negro y pagar la cuenta, finalmente el sitio pasa la prueba.

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Il Siciliano : disfrutando pastas y vino

Es un viejo lugar de la zona taquillera de Bellavista y que por diversas razones inexplicables pocas veces he visitado. Confieso que la mayoría de las veces me tiento más con otras comidas o lugares alrededor de este restoran.

Llegué temprano a cenar tras un agitado día en cleta y compromisos varios, lo que me permitió elegir una buena mesa sin tener que haber hecho reserva. El lugar es bonito y se han preocupado de mantener un buen look a pesar de los años, la barra del bar es estupenda y el diseño de los espacios está muy bien logrado.

Partí con mi habitual agua mineral sin gas, momento que siempre aprovecho para hurgar en la carta y dejarme seducir. Me interesé prontamente con un Carpaccio alla Ducale, una maravilla que no había probado antes. Son unos finos cortes de filete sobre los cuales se distribuye un conjunto de rollitos de prosciutto, queso parmesano y cortes de champignones. Solo tuve que poner algo de limón, aceite de olivas y conseguir pimienta fresca para esparcir unos cortes pequeños de pimienta sobre el plato. Exquisito!!!

Exploré la sección de vinos de la carta y le apunté justo al que no tenían, sin embargo, habían buenas opciones y terminé eligiendo una botella de carmenere Reserva de La Joya 2009, que me acompañaría el resto de mi entrada y los fondos que luego pediría.

De la carta elegí un plato que desconocía, un Fazzoletti Siciliani, pasta rellena de mariscos con una salsa de champignones, mozarella sobre espinacas a la crema, todo cubierto con salsa de tomates y gratinado con parmesano. Nada que añadir, un plato 100% disfrutable y hermosamente presentado en un plato de fierro muy caliente.

No podía dar por terminada la incursión sin pedir un buen postre y el elegido fue un Suspiro di Sicilia, un bizcochuelo relleno de crema limón y cristales de merengue. Postre que se dejó acompañar maravillosamente con un buen café negro.

Deliciosa cena y espectacular partida de una noche de jazz. Esta noche en Jazz Bellavista (club de jazz de Le Fournil) se hacía la despedida del maestrísimo pianista y compositor Felipe Riveros, quien junto a Sebastián González en contrabajo y Carlos Cortés en batería, daría una sesión imperdible de buen jazz.

Felipe migra una temporada a Paris, según me confiesa sin ningún proyecto específico y solo a visitar a su novia. Como sea, la sesión musical fue fantástica con un recorrido por temas de algunos de sus discos. Le pedí que tocara Santiago, un tema maravilloso que me recuerda siempre a E.S.T. y que lamentablemente no lo tenían ensayado. Tendré que esperar el regreso de Felipe para que cumpla mi musical anhelo en una próxima tocata.

Gran noche!!

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Gabriela : delicias en el GAM

Desde que partió para los días del bicentenario el Centro Cultural Gabriela Mistral (GAM), he venido acumulando ricas experiencias relacionadas con el arte y la música. Sin embargo, claramente faltaba el toque gastronómico y eso llegó hace unas cuantas semanas con la inauguración del restoran Gabriela (también hay un rico café gourmet del mismo nombre en el primer piso).

Ubicado en el zócalo del GAM, se proyecta disfrutosamente en una terraza (el zócalo mismo), lo que en estos días aún calurosos es una delicia imperdible. Por tratarse de un emprendimiento nuevo, aún está en marcha blanca el menú y el detalle que yo más lamento, aún no posee patente de alcoholes, por lo cual todavía no podré disfrutar comida y vinos como a mi me gusta.

La atención un poco desordenada y lenta, imagino que los mozos todavía están en rodaje y manejan torpemente los tiempos y los ciclos del proceso. Algo que tendrán que mejorar para garantizar buenas experiencias en los clientes.

La carta es breve pero se adivina sabrosa. Elegí un risotto de champignones, con especies Portobello, el común Paris y callampas secas. Exquisito, un sabor bien logrado y lleno de texturas deliciosas. Habría sido excdelente un syrah o quizás un carignan, pero debí conformarme con un jugo de mango natural, rico después de todo pero muy poco aceptable como acompañamiento del rico plato disfrutado.

Dada la lenta atención, tuve que postergar para mi siguiente visita (cuando ya sea un restoran completo), el disfrutar un buen postre.  Van a tener que educar a los mozos, no es presentable  tener que pedir la cuenta cuatro veces!!!!

Sabroso lugar y con tareas pendientes.

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Almorzando en Santiasco : De los Reyes sigue mejorando

Tenía una reunión pendiente con un colega y gran amigo, para lo cual lo desafié a que fueramos a un sitio distinto a los habituales que acostumbramos disfrutar. Durante  la conversación telefónica, recordé un viejo lugar que conocimos juntos hace tiempo atrás y fue unánime la decisión, almorzaríamos en el restoran peruano De los Reyes.

Son dos locales separadpos unos cuantos metros y la sorpresa hoy fue la existencia de un lindo y remodelado segundo nivel. Con sencillez y buen gusto, habilitaron un lugar agradable para poder almorzar y que además, en horarios de atardecer parece tener un esquema tipo sushibar (variante nikkei?)

La carta, ahora bastante más abundante que en mis recuerdos, nos tentó rapidamente con un lomo salteado. Un plato de cortes de lomo salteado y flambeado con vinagre de vino, cebollas y tomates sobre unas rústicas papas fritas y arroz blanco. Muy prometedor.

Mucho oficinistas de los alrededores, al parecer habituales del local, animaban alegremente su almuerzo mientras nosotros esperábamos los platos y aprovechábamos de ponernos al día en los temas en los que participamos. la conversación se alargó tanto como la espera por nuestro almuerzo, muy lentos o bien con  poco personal de servicio.

El plato resultó fantástico, nada que decir, la comida peruana la lleva y salvo por los problemas de calidad de servicio (amables en todo caso y fácil de corregir), al restoran le va bien y siguen creciendo.

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Ciudad de México : un nuevo sitio para disfrutar

Ocupa la misma casa de un antro al que nunca quise ingresar, la Picada de Lucho Jara, siempre me pareció inaceptable aunque estuviera al frente del La mitad del mundo. Sin embargo,  desde hace un mes aloja a un restoran decente y mexicano, una de las delicias gastronómicas que me gusta disfrutar.

Un local nada ostentoso, pero ambientado muy a la mexicana, con colores cálidos, cuadros acerca de la cotidiana relación entre la vida y la muerte (algo iconográfico de la pintura mexicana), además de los típicos adornos tradicionales de papel picado. El lugar definitivamente bien ambientado.

Para llevar menos de dos meses al aire, sorprende con bastante gente y una pertinente atención de amables mozos. Mientras se escuchan sabrosas baladas mexicanas, pido mi tequila blue de la casa para comenzar el disfrute.

Partí con unas quesadillas que imaginaba un plato sencillo y frugal y de pronto me encontré con un enorme plato de quesadillas mixtas (pedí una combinación con carne de res, pollo y camarones completamente fuera de la carta), magnífico!!.  la combinación de tomate, aceitunas y salsa mexicana me extasió.

La carta del sitio es sencilla pero linda y fascinante,  por ejemplo, tiene fajitas para armar en tres pasos, ideal para cuando se va en grupo. Pedí una botella de vino de un buen ensamblaje, un Montes Limited Selection 2010, una rica mezcla de cabernet sauvignon y carmenere, un vino de apreciable acidez y gran volumen.

Hambriento como siempre, o casi siempre, me entusiasmé con otro plato. Pedí un taco al macho, un tremendo plato con pollo, tocino, pimentón, queso fundido y cebolla, que fue una delicia de sabores.

Desbordado con tantos ricos sabores y la abundancia de esta cena, intenté pedir un postre, pero me arrepentí a tiempo ya que era demasiado y solo había espacio para un café negro.

Rico lugar, sencillo, sabroso, abundante y bien atendido, merece ser revisitado!!

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