Día Mundial del Jazz : imperdible en Thelonious

Cada 30 de abril, justo antes del día del trabajador, se celebra el grandioso día del jazz. había pasado un buen tiempo desde mi última incursión en mi lugar preferido de jazz, el Thelonious por supuesto. No tuve tiempo de hacer reserva y a pesar que sabía que estaría muy lleno, decidí ir.

Ingresé entre una increíble multitud, muchos de ellos ambicionando ocupar el par de mesas libres que estaban reservadas. Dirigí mis pasos hacia el fondo del local en donde fui recibido con los brazos abiertos por el gran maestro Erwin, un afectuoso abrazo y Erwin mandó a sus chicas a chequear las mesas mientras yo me quedé de pié observando como los músicos ensayaban lo que sería el espectáculo de esta especial noche. Como siempre, Erwin sorprende, apenas se cumplió el plazo fatal de la reserva, personalmente me llevó a la mejor mesa frente a los músicos. Que maravilla ser atendido de esta manera, lo siento como un premio por 10 años de fidelidad.

Mientras decidía por la botella de vino que me disfrutaría esta noche, encargué esa deliciosa combinación de aceitunas y queso de cabra que tanto me gusta. Pronto el familión Lecaros llegó al escenario, junto al gran Mauricio Rodriguez para recrear un fantástico disco que hicieron juntos años atrás.

Durante la representación, incluyeron a la hermosa voz de Paz Court y luego a los extraordinarios músicos Sebastián Jordán y Agustín Moya. Una noche espectacular, música deliciosa y un ambiente de gente educada que disfrutó en silencio la maravillosa música de estos talentos nacionales.

Dejé algunas fotografías para el recuerdo.

 

Criminal Jazz : un filete imperdible

En el mismo día había dos filetes musicales imperdibles, Contracuarteto en el GAM lanzando su nuevo disc0 y Criminal Jazz en el mismo trance. Qué difícil elección para alguien que adora el virtuosismo musical pero tiene poco tiempo disponible.

Considerando que ya había tenido la deliciosa opción de escuchar los temas del nuevo disco de Contracuarteto, Sinestesia (algo que me remite a mis tiempos de estudios de  PNL), decidí finalmente guardar la energía para asistir al lanzamiento de Criminal Jazz. Debo confesar que sigo considerando a Contracuarteto el mejor filete grupal del jazz chileno, una banda total, llena de magia y grandes temas. Pero en la disyuntiva de como ocupar mi tiempo, la curiosidad que me provocaba el ansiado lanzamiento de Criminal Jazz ganó la batalla.

El lugar del lanzamiento, pequeñísimo, nunca ha terminado de gustarme, pero igual he tenido muchos momentos notables en dicho sitio. Me refiero a El Living del Centro de Arte Alameda (ex-Normandie), un segundo piso animado por una incipiente barra y la buena onda por sobre cualquier otra consideración.

Por supuesto que partió muy tarde, es parte del «encanto» del lugar, en extremo relajado aunque es muy divertido hacer people watching, ya que es un sitio de personajes muy singulares y muchas veces simpáticos. Llegamos en el momento en que se efectuaba la prueba de sonido, muy artesanal pero no menos virtuosa, el gran Tea Time, animando a los músicos acompañantes para asegurar que todo sonara bien, DJ Caso con su toque mágico en los scratchs, los saxofonistas Agustín Moya, Ignacio González y Claudio Rubio además de la trompeta virtuosa de Sebastián Jordán, seguidos por la batería notable de Julio Denis, el bajo de Peña y la guitarra increíble de Nico Vera. Una prueba de voz de Paz Court y del gran Rulo (otro miembro del grupo ícono  Los Tetas al igual que Tea Time y que pronto darán concierto de re-lanzamiento de la maravillosa agrupación), dieron buena fiesta en la espera.

A la hora que no era (mucho después de la hora definida), comienza el despliegue de la banda. Un escenario pequeñísimo, un público jóven que gustoso se sienta en el piso, varias cámaras tomando muestras de lo que se comenzaba a desarrollar.

A continuación, una muestra de letras y música deliciosas, una forma del jazz marcada por el funk y el hip hop, que pocas veces he escuchado en escenarios chilenos. Extraordinario el despliegue, hay mucho power en estos músicos con letras poderosas y acordes de vientos notables. El público, incondicional, vibra sensualmente con la delicia de una música hecha para conectar sentimientos de gente consciente del mundo que vivimos, lo que no significa estar de acuerdo con éste.

La seguidilla de temas, a pesar de algunos detalles técnicos, logran entusiasmar a una audiencia esclava de la buena onda y de la admiración por estos músicos excepcionales.

Entre el público no pude dejar de notar que estaba Cristián Gallardo de Contracuarteto, quien seguramente salió de su tocata rumbo a ésta, una muestra de la hermandad musical de esta generación de músicos excepcionales.

Extraordinario filete!!!!

Violeta Parra : un homenaje increíble

El centro cultural Gabriela Mistral (GAM) se ha convertido, a un año de su inauguración, en cita obligada varias veces por mes. La oferta cultural es enorme y de muy buen gusto, al punto que muchas veces quedas afuera si no has comprado entradas con anticipación. Aprendizaje que ya está incluido en el ADN de mi partner, quien eligió una inmejorable posición en la sala.

Esta noche, bajo el concepto de «Universidad del Folklore», se desarrollaría un repaso del universo creativo de Violeta Parra. Quién mejor para abrir el espectáculo que el propio nieto, Angel Parra.

Armado de una guitarra de palo (la tradicional guitarra acústica), presentó un extraordinario paseo por las creaciones instrumentales de Violeta, trabajoque pocos conocen y que solo un talento interpretativo del nivel de Angel podría tocar. Increíbles temas y sorprendentes las anticuecas, en donde Violeta demuestra todo su genio.

Concluida esa primera parte, Angel invita a la actriz Francisca Gavilán, famosísima por su increíble papel como Violeta en la película de Andrés Wood (Violeta se fue a los cielos). Realiza una pequeña y sabrosa entrevista a Francisca, mientras en pantalla se observa parte del making-of de la película. Por cierto, no pasó desapercibido que estaba presente en la sala el director Wood.

La siguiente escena, se inicia con el ingreso de los maestros de jazz, Andy Baeza (batería), Sebastián Jordán (trompeta), Agustín Moya (Saxo), Lautaro Quevedo (teclados), Eduardo Crespo (contrabajo), para acmpañar la guitarra virtuosa de Angel Parra. Se presentan como la nueva banda de jazz Los Fugitivos y la emprenden con famosas canciones de Violeta en clave de jazz. Un filete!!!!

El éxtasis para el público llegó cuando se incluye en la banda a Francisca Gavilán para interpretar algunas canciones. Una delicia de espectáculo.

Estupenda función y gran homenaje a Violeta Parra.

Disfrutando, solo disfrutando

Iba en mi cleta, cuando de repente cae una hoja de un árbol y se posa tranquila en mi brazo. Se quedó ahí por varias cuadras, sostenida solamente por la presión del aire mientras yo seguía avanzando. Había salido esta mañana con rumbo al cerro San Cristóbal, a botar el stress y a gozar los olores y colores de un cerro en otoño. No sabía aún que algo tan simple como la caída de las hojas me entregara una sensación tan exquisita, de ser parte de algo inexplicable pero cotidiano.

Conduje mi cleta por varias ciclovías hasta que llegué a Plaza Italia en donde enfrenté la calle Pio Nono con rumbo al cerro. Me detuve un instante a elongar y beber algo de mi jugo isotónico, mientras observaba el hermoso juego de las nubes en movimiento. Comencé el ascenso, en cada golpe de piernas, botaba algo del maldito stress que se acumula durante la semana y que destroza la vida de tantos santiasqueños, esos que trabajamos 14 o más horas cada día y que soñamos con estar en otro lugar disfrutando la vida.

Poca gente en el cerro y pronto llegue a la conexión que hay con la ruta que sube desde Pedro de Valdivia Norte y me paré en los pedales para sacar ventaja y subir más rápido. Cuando llegué a la zona del Mirador, en la cuesta de los afligidos, me afligí y de verdad sentí que me faltaba energía, ahí es cuando constato como me despedazan estas semanas de trabajo exagerado, pero sacando fuerzas de flaqueza logré pasar la prueba y pocos minutos después estaba en la cumbre. No alcanzaba a regular mi respiración y escuché que me llamaban, allí estaban unos amigos malayos disfrutando un buen mote con huesillos, por lo que tarde muy poco en acomodarme a conversar y comprar mi porción del mágico brebaje.

Conversamos por un buen rato y poco a poco se fueron sumando otros cleteros hasta que eramos casi una decena. Más tarde cuando decidimos bajar, a dos de ellos les invite a aprovechar la fuerza de gravedad y bajar sin pedalear (me está gustando mucho hacer esto), bajamos pero pronto los dejé atrás, parece que mi cleta se mueve más rápido de lo normal y de hecho llegué a marcar casi 52 km/hr sin jamás pedalear.

Los esperé en el acceso de Pedro de Valdivia y nos fuimos zigzagueando por las calles de Providencia hasta el punto en que nos separamos para cada cual seguir su camino. Llegué a casa con bastante frío, la ducha caliente fue maravillosa y minutos después ya estaba camino a comer algo rico. Mientras bajaba el cerro, tuve una iluminación, vi un filete a lo pobre, que ahora estaba dispuesto a encontrar.

Aproveché mi instinto entrenado y mis pasos me condujeron a El Parrón, lugar de carnes y que tiene una cocina que no para nunca. Me instalé bajo las frondosas parras del lugar y pedí una vaina y unas empanadillas de queso para comenzar. Mi plato de fondo ya estaba elegido de antemano así que solo gasté tiempo en buscar una buena botella de vino y ahí estaba, un petit verdot de Barrica Selection de Viña Santa Carolina 2008.

Almorcé disfrutando cada bocado de este delicioso plato, despreocupado de la hora, de las obligaciones y de tantas otras cosas, solo gozar los sabores una y otra vez.

Cuando cerré mi almuerzo con un rico café negro, comencé a caminar bajo una tarde con viento y muchas hojas otoñales voladoras, que hermosura, las tardes de otoño tienen un encanto sobrenatural.

Dediqué unas horas a leer algunas revistas, ver una película en mi improvisado cine personal (notebok y datashow) hasta que fue evidente que oscureció y era un buen momento para visitar mi lugar preferido de jazz.  Hoy había una sesión muy peculiar, primero una presentación de electrotango con un grupo de jóvenes argentinos en la banda mendocina AlterTango, fantásticos. La voz de la chica a veces llegaba a ser un ronroneo delicioso con el acompañamiento del virtuoso bandoneón, el bajo electrónico y la precisa batería. Mención aparte merece la robusta jovencita que sacaba deliciosos acordes al piano y que hacía coros en esta banda fantástica. esta banda ya tiene 10 años de existencia y fue una sorpresa exquisita para esta noche.

La segunda sesión estaba a cargo de una fusión muy especial, Nicolás Vera en guitarra, Sebastián González en Contrabajo acompañados de dos jóvenes finlandeses que en saxo alto y batería hacían un paso furtivo por Santiasco y haciendo lo que más gustan, hacer jazz y del bueno. Piezas de los músicos presentes y del gran  Thelonious Monk en abierto homenaje a este exquisito lugar de jazz. En la segunda salida, se incorporó el virtuoso trompetista Sebastián Jordán para amplificar el placer sonoro con su arte.

Fantástico disfrute y gran relax!!!

S.J. Quinteto : gran sesión de jazz

Unas semanas muy cargadas de temas y compromisos me habían impedido asistir a mis disfrutables y nocturnas sesiones de jazz. Sin embargo, ya era hora de volver.

Instalado en mi mesa favorita de Thelonious, recibí la nueva carta del lugar y mientras la revisaba, apareció Erwin quien me hizo recordar que esta nueva carta se había incubado en una grata conversación que sostuvimos hace un par de meses en la puerta de entrada de Thelonious. Linda carta, mejor estructurada y más completa (ahora con vinos!!). Además presenta como portada una de las carátulas de discos que más me gusta, me refiero a un notable disco del gran Thelonious Monk.

La sesión de hoy me traía de vuelta al buen trabajo que viene haciendo Sebastián Jordán en quinteto (acompañado con Agustín Moya en saxo, Eduardo peña en contrabajo, Lautaro Quevedo en piano y el gran Félix Lecaros en la batería)

Dos largos sets con un repaso exquisito de temas del disco Afluencia que ganara este año el premio Altazor. Gran ejecución,  con un desempeño extraordinario de estos increíbles músicos.

Como siempre o casi siempre, una noche de grandes disfrutes musicales, comiendo y bebiendo mis selecciones permanentes de la carta. Bravo Erwin, gran lugar!!

Salaam Bombay : sencillo y delicioso lugar

A pesar que le conozco muchos años, fue relativamente reciente que decidí probarlo y fue una gran sorpresa. detrás de su apariencia poco atractiva se oculta una cocina india de gran nivel y he vuelto muchas veces a disfrutar los ricos sabores de la comida india.

Este sitio posee una sencillez que contrasta terriblemente con la magnificiencia de mi querido Majestic, quizás el mejor lugar de comida india que he disfrutado en Chile, pero me gusta. Me gusta la cálida atención y la rapidez sorprendente de la cocina. Una vez elegidos los platos, es muy breve el tiempo de espera y eso se agradece.

Estuve paseando en cleta por el cerro San Cristóbal a partir del mediodía, por lo que acumulé mucho hambre en esas horas de meditación en movimiento. Había regresado muy avanzada la madrugada del concierto de despedida de Sebastián Jordán Quinteto en Thelonious por lo que dormí hasta tarde. Necesitaba un almuerzo potente y lleno de sabores, lo cual solo se consigue en lugares como Salaam Bombay.

Partí con mi habitual botella de agua sin gas y pedí un Garlik Nan (pan con incrustaciones de ajo), una masa exquisita que sirve para acompañar cualquier plato. Un plato de arroz con camarones y finas hierbas llamado Ginga Briani y un plato de carne molida de cordero al tandor, Sheck kabab, maravilloso. Para acompañar esta maravilla de sabores, bien viene un Syrah y en la pequeña carta de vinos encontré uno de Santa Digna, todo un acierto.

Me gusta este lugar, tiene lindos recuerdos en mi mente.

Interstellar Trío : otra de Jordán

De puro prendido con el magnífico espectáculo de Simply Red, me fui al Thelonious a disfrutar de buen jazz.  Grande fue mi sorpresa al saber quienes componían la banda esta noche.

El premio Altazor de este año  en la categoría jazz fue para el trompetista y maestro Sebastián Jordán con su disco Afluencia. Esta noche lideraba un trío formado con Roberto Dañobeitía el excelente músico guitarrista y Eduardo Peña en virtuoso contrabajo.

Una selección de temas estándares del mejor jazz, sacaron el mejor partido de los talentos en escena y me permitió disfrutar una gran noche.

Payasos de la esperanza y un final de jazz : buen final

Una obra del año 1977 definitivamente no puede ser de gusto actual, pero es una muestra de lo que fue nuestro país. Esta tarde fuimos a buscar un retazo del pasado en esta obra de teatro y nos quedó un retrogusto complicado.

En tiempos de la dictadura y en particular en esos años duros, esta obra de teatro debió ser formidable, sin embargo, es dificil trasladar ese contexto a estos días, pareció extraña, a veces un poco vacía, imagino que sin las vivencias de ese periodo de Chile, nadie podría entender mucho. Triste, estos payasos hablan de la desesperanza aprendida, del dolor cotidiano de quienes han sido castigados sistemáticamente, de quienes pueden pelear por un pucho para matar el hambre mientras elucubran acerca de como ganarse la vida.

Tras esta vivencia menos afortunada de lo que pensaba, me fui a gozar de una buena sesión de jazz. El maestrísimo Martin Joseph con su quinteto virtuoso daría lecciones de jazz en el Thelonious y no dudé un instante en asistir. Además del maestro Joseph, tres grandes del circuito jazzístico estaban presentes, por cierto sin desmerecer a los demás. Sebastián Jordán en trompeta, Agustín Moya en saxo y Daniel Rodriguez en batería, para una sesión destacada de buena música.

Una aventura musical que divirtió mis sentidos deliciosamente como espero haya sido para todos quienes repletaban Thelonious esta noche. Composiciones originales de Martin Joseph interpretadas por esos talentosos músicos que conforman los pilares formidables del jazz en Santiasco. Notables!!!

Si de música debe vestrise el final de todo, bienvenida es el final.

Joel Holmes Quinteto : notable sesión de Jazz

Aunque suene un poco repetido, ir a mi querido Club Thelonious siempre resulta ser una movida agradable. Esta noche, la cuasi-despedida de un músico excepcional, Joel Holmes acompañado de los increíbles Sebastián Jordán en trompeta, Agustín Moya en saxo, Félix Lecaros en batería y Eduardo Peña en contrabajo.

Llegamos atrasados y había comenzado el espectáculo, rápidamente nos conectamos con esa cómplice admiración que produce el enorme talento de los músicos en el escenario.

La selección de temas, pone énfasis en destacar el enorme talento de Holmes al piano, sus manos viajan por el teclado de manera vertiginosa, seguido por los sincopados del contrabajo y la increíble batería de Lecaros. La entrada del saxo y la trompeta hacen vibrar todo el ambiente con sus acertados tonos solistas. Genial!!

Deliciosa música, podría estar toda la noche disfrutándola. Para los que se la perdieron, les dejo unas fotos de esta sesión.

Sebastián Jordán Quinteto : cada vez mejor

Un día de preludio de fin de semana largo no siempre es buena ocasión para un recital de jazz. Sin embargo, cuando se anuncia que este quinteto hace una movida, hay que tomarlo en serio.

Vengo siguiéndolos por un largo tramo y la verdad es que la calidad de sus temas y el talento en demostración supera las expectativas. La formación liderada por el trompetista y compositor Sebastián Jordán, seguido por el saxo increíble de Agustín Moya, los compases graves y precisos del contrabajo de Pablo Menares, los acordes pertinentes y milagrosos del piano de Lautaro Quevedo y por cierto, la magia de una batería inspirada de Félix Lecaros, todo perfecto para un disfrute de jazz.

Un club de jazz con poca concurrencia, solo fanáticos, imagino comensales musicales que comieron en otro lugar antes (como nosotros), ya que lamentablemente, a pesar de los años el Club de Jazz de Santiago, el viejo club, no ha mejorado su oferta gastronómica.

Con bastante tardanza, el despliegue virtuoso de las composiciones de Jordán puso el tono a la noche. La ilusión que tejen las teclas del piano acompasadas con el contrabajo, dan espacio para la superposición de la inteligente ejecución de
la batería de Lecaros y los sonidos solistas de la trompeta y el saxo. Una verdadera delicia!!!

Un concierto exquisito, estoy seguro que fue el mejor filete de esa noche. Completamente repetible!!!