De Tapas y Copas : delicias a la española

Aunque ya lo he visitado muchas veces, no deja de ser interesante volver a disfrutar los platos de este lugar. De Tapas y Copas es de los sitios que han sobrevivido en la competitiva oferta gastronómica de Bellavista y todavía tiene encanto y sabor en su española gastronomía.

Un día caluroso que bien merecía una botella de agua como primera solicitud una vez que me instalé en un mesa del restorán. Mis ojos comenzaron la búsqueda de alguna delicia que me tentara en la carta, quizás un congrio a la vizcaína o bien unos escalopines serranos. Ambos tentadores, pero había que decidir.

Me decidí por mio segunda opción y fue un gran acierto. Trozos de filete cubiertos por jamón serrano y todo sobre una salsa exquisita al brandy. Lo acompañé con unas deliciosas papas chaucha y una copa de merlot Tres Palacios, un vino que conozco muy bien. Exquisito almuerzo!!!

Para el postre, me dejé seducir por un capricho brie, deliciosa combinación de trozos de queso brie apanados y cubiertos por una salsa de arándanos. Notable!!!

Cara de Palo : tanto tiempo ha pasado

Hay algunos restoranes que llevan una buena cantidad de años en mis listas de preferencias y hace muchísimo tiempo que no visitaba el Cara de Palo.

Debo reconocer que comparado con 5 años atrás se ve venido a menos, quizás el hecho que ofrezcan menús y un exceso de tablas, me prejuzgue. No obstante ello, es un ícono del barrio Brasil (Cumming) y no tenía intención de cambiar de destino.

Por supuesto que si venía a este sitio, mi elección era volver a probar delicias de carnes exóticas. La carta tiene desde ciervo, avestruz hasta wagyu. En mi caso, prefiero el avestruz y en la carta aparecía un plato de  Avestruz con salsa de frutos rojos y no pude evitar la tentación. Para acompañar mi carne, nada mejor que una buena porción de papas duquesa (de hecho, llegó una fuente enorme). En vista y considerando lo que pretendía almorzar, me hice acompañar de una botella de carmenere Cuvée Gran Reserva de Misiones de Rengo 2008. Gran combinación!!

Los abundantes filetes de avestruz con su característico color oscuro estaban cubiertos por una salsa que además de los frutos rojos característicos, sobresalían unos sorpresivos arándanos que aportaron el toque fascinante. La verdad es que el almuerzo era descomunal y a pesar de mi esfuerzo, no fui capaz de comerlo todo. Ni hablar de postre, pedí mi habitual café negro, pagué la cuenta y rogué por ser capaz de digerir tanta comida. En todo caso, estuvo exquisito!!!

Al cierre, es claro que ya no es el mismo nivel que tenía el restorán años atrás, la comida sigue siendo rica, pero bajó su desempeño y se sometió a las implacables leyes del mercado.

Le Petit Chateau : rico descubrimiento

En la misma casa de calle Bilbao con Avenida Italia en donde estaba hasta hace poco Sukalde (hoy en Nueva Costanera), me encontré con una grata sorpresa.

En un formato sencillo pero con prestancia, considerando que el lugar es muy pequeño y muchas veces poco visible desde las pistas, este restoran de estilo francés lleva menos de una semana al aire. Necesitaba un nuevo lugar para mis placeres y aquí estaba a la mano.

Pocos contertulios, algo evidente para un sitio en marcha blanca, pero hay una ambientación ecléctica, un restaurant francés, con pinturas muy chilenas en las paredes, con asomos de elegancia en el mobiliario y música variada entre baladas de jazz y disrupciones de rock and roll. Extraña mezcla, pero grata al fin.

Me ubiqué en una mesa que recuerdo con cariño, ya que fue parte de mi vida cuando este lugar era el Sukalde. no alcancé a pedir nada cuando el mozo me sorprende con una copa de espumante de bienvenida. Muy bién, eso me gustó. La carta provisioria es bastante abundante y dificil de leer porque la letra es extremadamente pequeña y a estas alturas la presbicia existe. No obstante ello, pude detectar claramente la entrada que me gustaría probar. Pues bien, un carpaccio de pulpo me apetecía y fue mi elección. Qué gran detalle, la carne de pulpo tibia en ese carpaccio, una delicia!!!

En el intertanto, me llegó un panecillo (trozo de baguette) y una selección de caseras mantequillas con especias. Pude probar mantequilla con merkén, con orégano, con ciboulette y algo más. El regaloneo llegó al éxtasis cuando me llegó un plato de canapés con salmón ahumado y alcaparras, así como camarones con base de mayonesa y verdor. Ciertamente, me estaban seduciendo y estaba exquisito. El detalle mortal fue cuando me ofrecen pimienta fresca y atienden mi petición de no moler sino que cortar la pimienta. Excelente!!!

En la carta encontré varios platos apetitosos, pero me concentré con rapidez en un Pato Olives, una pechuga de pato horneada con aceitunas sevillanas, mantequilla y vino blanco; todo lo cual acompañé con unas papas duquesa cargaditas al queso que fueron disfrutes eternos, además de las verduras salteadas al dente que adornaban esta maravilla.

Me di maña para sortear las carencias en la carta de vinos, ya que mi Marqués de Casa Concha Carmenere se transformó en un Caliterra Tributo  Carmenere, que afortunadamente conocía y venía perfecto a mi plato seductor.

Una cena maravillosa con una atención de primera. Me encanta esta etapa de los restoranes, cuando dedican sus mayores esfuerzos en encantar al cliente para que vuelva y recomiende el lugar. Sin tapujos, el sitio es muy recomendable, fascinante!!!

Al momento de los postres, me dejé entusiasmar con una piña al cognac con salsa de arándanos,  increíble, eso si es un acierto!!!. Solo me quedó espacio para pedir un buen café negro y pagar la cuenta.

Casualmente me convertí en el primer individuo que se chequea en foursquare para este rico lugar, lo que considero un honor, porque seguro que muchos lo van a visitar.