Un nuevo Krrtrekking para disfrutar la ciudad (lo que queda)

Tras un lamentable accidente que sufrí en una competencia de MTB, he debido permanecer en la ciudad, encerrado en santiasco, ya que no tengo habilitado para otras correrías mi brazo derecho. Sin posibilidad de ir a la montaña ni andar en cleta, la opción es caminar, caminar tanto como pueda y eso igual lo disfruto sin ningún pesar.

Esta mañana desperté con ganas de caminar mucho, necesitaba sentir que quemaba calorías, stress y esos pensamientos que el cansancio laboral y los recuerdos que a veces despiertan y que no hacen bien.

Cargué mi cámara y otros accesorios y comencé el viaje hacia el MAVI, el museo de artes visuales en barrio Lastarria, una exposición deliciosa llamada El Progreso del amor de José Pedro Godoy me dio la bienvenida. Una delicia de sensualidad y erotismo en piezas magníficas y que juegan con el imaginario del ser humano y de toda la naturaleza en permanente ejercicio del amor. Recorrí además una variopinta muestra de arte de los 90 con diversos autores colaboradores del proyecto MAVI.

Los pasos siguientes me llevarían directo al Museo de bellas Artes, MNBA, mi museo favorito desde el fin de la dictadura, donde siempre encuentro algo notable para disfrutar. En esta ocasión, las revisiones históricas que solo este museo puede hacer dada la gran cantidad de obras que almacena, además una nueva revisión a la sorprendente muestra del arte de Gonzalo Mezza en el subterráneo.

La siguiente estación de este krrtrekking era por supuesto, el MAC en donde lentamente recorrí la nueva exposición de esculturas en el primer piso, las sorprendentes y potentes fotografías de Andrés Racz en el zócalo. Qué vida la de este artista comprometido!!

Continuando la caminata, me fui hacia el Centro Cultural Estación Mapocho en donde se encontraba una muestra impresionante de maquetas de arquitectura basada en madera, decenas de proyectos para los lugares más insólitos, con miradas ecológicas, pensando en el bienestar holístico que pocas veces se logra en la realidad. Me encantaría que esos proyectos se construyeran y dejarán de ser solo buenas intenciones.

Esta incursión al viejo edificio me permitió hacer una exquisita sesión de fotografías resgistrando la belleza de la construcción de fierro que sostiene este monumental edificio. Les dejo el link para que lo disfruten.

Concluido el paseo por los museos, comencé a acercarme hacia el cerro San Cristóbal, mi oportunidad para hacer un ascenso. Caminé zigzageando por el barrio Recoleta, el barrio Bellavista (tomando algunas fotografías de arte callejero) y llegué a la entrada Pío Nono para comenzar a acercarme al sendero Zorro Vidal a partir del cual en 20 minutos llego a la cumbre del cerro San Cristóbal. Es curioso, pero en cleta hago el mismo tiempo hasta la cumbre por la entrada de Pedro de Valdivia Norte. Una delicia de paseo!!

En la cumbre, exigí (bueno, compré) mi premio habitual, un jugo de mote con huesillos que disfruté lentamente mientras miraba detrás del smog la extensa ciudad y secaba al sol mi transpiración. Tras un tiempo prudente, el hambre comenzó a aparecer en mi mente y cuerpo, por lo que decidí que mi destino final sería la sandwichería Ciudad Vieja, un sitio pecaminoso de Bellavista porque es defintivamente irresistible.

Instalado en la Ciudad Vieja, busqué en la carta el más sabroso de los sandwiches y ese, a no dudar,  era un chivito, algo que conocí en Uruguay y que se me hace agua la boca cuando lo recuerdo. Pan frica, lechuga, mayonesa, un bistec de vacuno, pepinillos, jamón, un rico huevo frito, tocino y queso derretido. Una sana diversión, ni tanto pero demasiado rico!!!

Buen paseo, ya vendrá otro.

 

Almuerzo de sábado tranquilo en Junta Nacional

Este día decidí que vagar por la ciudad sin ningún plan era una gran idea, ya que lo único relevante que debía hacer era pasar por un corte de cabellos.

Cumplida la misión, pronto me encontré recorriendo un sitio calculo hace 20 años que no visitaba. Me refiero a la Biblioteca Nacional, un hermoso edificio que hoy en día guarda interesantes sorpresas.

Me topé con una retrospectiva del gran dibujante Pepo, el mismo del famoso Condorito, un linda exposición de pinturas en formato de libros, unas verdaderas esculturas y sobretodo la fascinante arquitectura de un edificio increíble. Las fotos que tomé se mezclaron con un registro fotográfico que hice de una instalación de arte callejera, lo cual después de todo, forma un conjunto estético interesante de la variopinta ciudad de Santiasco.

Volviendo por el Parque Forestal caminé luego por el Parque Bustamante y ahí me topé con un sitio que recuerdo muy bien, un pequeño y rico restaurante llamado Junta Nacional. Un lugar de estilo vintage, bien atendido y especialmente por una chica de jeans ajustados muy atractiva.

Partí por un pisco sour albahaca, una de mis combinaciones sour más recurrentes, luego seguí experimentando con unas machas a la parmesana, que a pesar que tardaron un poco, bien merecían la espera. Deliciosas!!

Para los fondos, quise experimentar un plato que me pareció una versión de mi plato favorito del Liguria. Estos  tallarines mechados estaban de miedo y mejor aún con la generosa compañía de un Tres Palacios  merlot 2009.

Rico y tranquilo almuerzo, es la mejor forma de descansar.

Nuevo Krrtrekking sabatino : disfrutando el arte callejero

Desperté algo acalorado, ya era bastante tarde y tras el reparador sueño sentí ganas de salir de paseo con mi adorada cleta. Mochila, cámara fotográfica, agua, algo de dinero y comenzamos el paseo.

La primera parada en el barrio Lastarria fue en el Mesié Quiltro, pretendía tomar un buen café y quizás comer un rico sandwich gourmet, pero nunca apareció la atención y yo me aburro rápido. Así que tomé mi cleta y me fui al Café del Ópera, en donde además de un rico jugo natural me devoré un baguette completo con queso camembert, rúcula y pesto de tomate, al cual pedí añadir trozos de palta. Un desayuno a lo campeón.

Con toda esa energía en el estanque, me dirigí hacia la zona poniente de Santiasco usando el Parque Forestal para llegar a la zona del Parque de los Reyes y comenzar un divertido zigzagueo por los barrios Brasil  y Yungay, en donde encontré una gran cantidad de grafittis deliciosos.

Una vez agotado el periplo en esa zona, decidí ir más allá y me fui directo hacia el M100 pero estaba cerrado, así que mi siguiente parada fue la Biblioteca de Santiago, en donde encontré una exposición colectiva llamada «EL VESTIDO. NO HAY PUNTADA SIN HILO» del Colectivo Kimkilen, muchas mujeres y peruanos lo cual me pareció muy bien en una exposición chilena. También visité la exposición permanente de la industria del Cobre en el segundo piso y el ausente restaurant del último nivel. Muy tierna la exposición de pinturas de niños en el zócalo y la oportunidad de beber agua mineral en la pequeña cafetería en ese sitio.

Siendo ya varias horas de paseo, decidí regresar a casa para poder cocinar algo rico y concluir este delicioso disfrute sabatino. Dejé unas lindas fotos para compartir.