Asia Lima Cevichería: una nueva opción

Vagar por una noche casi estival me da la ocasión de descubrir nuevos lugares y me hace más feliz si consigo un sitio para comer algo rico. En una calle de Providencia (General Flores) que ya cuenta con dos sitios contiguos bien conocidos por mi, en una tercera casa que fue sometida a  una profunda y necesaria remodelación, aparece este fachoso sitio. Me llamó la atención rapidamente pues se anuncia como cevichería, algo muy poco común entre la abundancia de sitios peruanos que hay en Santiasco. Aunque todos tengan ceviche!!

El lugar está muy bien armado, bonito mobiliario, buena música lounge e iluminación, además de una terraza exquisita (algo que me fascina de cualquier restoran en esta época). Debe llevar alrededor de un mes desde su partida y ya cuenta al parecer con alguna clientela, que disfruta el primer piso y la terraza (supongo que el segundo piso se habilitará pronto)

Instalado en la terraza, rápidamente fui atendido por un mozo bien uniformado, quien me proveyó de la interesante carta de comidas. Por supuesto, me adelanté a pedir un pisco sour pues, como es obvio, iba a probar algún ceviche y la carta ofrece varias opciones, quizás no tantas como imaginé. La carta es definitivamente una carta de comida peruana, con esas deliciosas variantes asiáticas (nikkei, shifa).

Llegó el aperitivo, pero mi plato de ceviche Asialima no aparecía y tuve que recordárselo al mozo. Los ritmos todavía no están completamente acordes al rito gastronómico. Mientras comía mi entrada (unos cubos de corvina fresquísima con calamares fritos al panko y leche de tigre, absolutamente genial) y disfrutaba ese suave -muy suave quizás- pisco sour, pedí mi plato de fondos.

Unos ravioles a la huancaína, deliciosa masa de wantan rellena con centolla, crema y ají amarillo; un plato extraordinario con legítimo sabor peruano. No podía faltar en mi cena un buen vino y encontré un delicioso pinot noir de Matetic que cerró el círculo virtuoso de los sabores.

El lugar claramente posee una estupenda cocina y tal como le comenté al joven chef Rodrigo Santistevan, dueño y anfitrión del restoran, lo que hay que refinar son los ritmos de atención y esa habilidad de los mozos de estar atentos a las necesidades del cliente. No deben esperar que pida llenar mi copa si la botella está a cargo del mozo por ejemplo.

Para los postres, curioso pero solo dos opciones, algo mezquino pero no me amedrentó y terminé por probar un exquisito turrón de chocolate con salsa de maracuyá.

Me gustó y hago votos porque se mejore el servicio, ya que la cocina y el lugar  prometen muchísimo.

Un día extraño : emociones en tensión

Es un dato duro que este blog es para comentar solo disfrutes (así lo diseñé), pero a veces no todo es disfrutable. No obstante ello, aún poseo el arte de conseguir algo disfrutable de todo.

Un terrible accidente en Autopista del Sol, cegó en instantes la vida de 20 personas. Entre ellas un muchacho, un lindo ser que trabajó conmigo por un buen tiempo y que siempre me sorprendió por su sencillez y franca bondad. Ignacio, por estos tiempos  se desempeñaba en otra área de mi empresa, pero manteníamos el rito de la correspondencia electrónica. Pues bien, hoy asistí a su funeral. Mientras observaba la increíble cantidad de gente que llegó, confortaba mi corazón el constatar que no solo yo pensaba que Ignacio era una hermosa persona, todos lo sabían!!!

Escuchar a su pequeña hija cantando a capella para él, me llenó de emoción, los seres humanos somos tan complejos y al mismo tiempo tan comunes en el sentir, en lo básico de nuestros sentires, no hay códigos ni encriptaciones, simplemente sentimos. Fue hermosa la despedida y sobretodo tan merecida.

Regresando a Santiasco, además de una pasada urgente a comer «lo que fuera» en un autoservicio, para calmar la ferocidad de mis jugos gástricos en un día sin desayuno ni almuerzo, comencé a convertir la jornada en algo más disfrutable.

Fui como primera parada a atender la inauguración de un nuevo sitio de disfrutes, Casquese, instalado en la hermosa casona que tenía el restoran de comida francesa Dalou en Providencia. El lugar estaba atestado de visitas, demasiada gente y la mayoría bebiendo, cuando en realidad yo tenía en mi mente la idea de una cena de degustación. Me paseé por la casona, que conozco muy bien, buscando amistades pero no encontré a nadie conocido, aunque en algunos casos me hubiera sido grato conocer. El sitio hervía de bullicio y calor, por lo que más temprano que tarde decidí emigrar.

Caminé unos metros para llegar a un sitio que lleva unas tres semanas de vida, se trata del Rhinobar de Xampanyet, una sucursal entiendo del lugar que hay en General Flores. Lo concreto, es que ocupan una casona increíble y quizás de mala fortuna, ya que aquí he conocido varios lugares de breve duración. Esta esquina de General Flores con Valenzuela Castillo debe ser jetta, hasta ahora nadie ha sobrevivido. Como sea, yo siempre apuesto por lo imposible, porque es francamente necesario.

Me atendieron estupendamente, de partidas un sandwich de mechada de campeonato, imaginen un sandwich de mechada descomunal (la carne para cortar con tenedor) con lechuga, tomates, palta y mayonesa. Sabrosísimo!!!

Mientras bebía unos mojitos deliciosos, escuchaba una grata selección de música, pude degustar ese maravilloso plato acompañado de las ráfagas de brisas nocturnas que hacen que la primavera santiasqueña pueda disfrutarse.

En fin, saciado el hambre y mis ganas de disfrutes, emprendí el regreso a casa.