Un nuevo enero de Santiago a Mil: solo disfrutes y alguna pena

Como ya me resulta cotidiano, antes que termine el año, hice la selección de obras que disfrutaríamos en enero y por supuesto no había motivo para excepción. Intenté combinar preferencias y diversidad de estilos para maximizar el disfrute con mi compañera.

Partimos en el Teatro Municipal de Santiago con una tocata imperdible de Inti Illimani celebrando sus 50 años. Un teatro repleto para recorrer la música del exilio en Italia. Llenos de emoción escuchamos extasiados muchos de esos temas que adornan tantos recuerdos y también dolores del pasado. La formación de este Inti histórico nos paseó desde Italia con un gracioso cantante de Nápoles y una soprano local, para viajar por la música de raíces cubanas y por supuesto rematar con las maravillosas letras de Patricio Manns y el imponderable Horacio Salinas. Una delicia que se aplaudió de pié.

El turno siguiente fue para Argentina con una obra sorprendente que recrea el drama bíblico de Caín y Abel en clave criolla. Terrenal es finalmente una recreación magnífica del contrapunto del ser y el hacer, de la libertad y la posesión. Mi hermano me declaró que con esta obra se daba por satisfecho del festival de teatro y eso que aún no sabía que veríamos juntos otra más adelante.

Luego llegó el turno de la danza a cargo de una compañía francesa con la obra Blanca Nieves (Blanche Neige), simplemente extraordinaria. No solo la maravilla de una veintena de bailarines en escena, sino por la belleza de un cuento de hadas (más conocido por la versión de Disney) con música de Mahler y una erotizada madrastra (la estupenda Cecilia Torres Morrillo) que cautiva a la audiencia. Un manejo de la escenografía digno de relojería, con un despliegue de originalidad y audacia que incluye hasta técnicas de escalada que nos dejaron boquiabiertos. Estoy seguro que esta obra fue un imperdible de este festival.

La siguiente obra era el turno de Chile con Pulmones, que pone en el escenario a Francisca Lewin y Francisco Ossa, dos actores de campeonato. Es una obra agotadora, no solo por el ritmo incesante sino también por el eterno dilema del sentido de la vida y de la pareja en un mundo que se autodestruye. Por más de una hora se suceden escenas con diálogos vertiginosos, sin ninguna escenografía de apoyo, solo la habilidad de los actores para hacer el viaje de una pareja desde el primer momento del encuentro amoroso hasta la muerte, recorriendo las dudas, los temores, el conflicto de ser padres y el ser consecuentes. Potente!!!

Al cabo de unos pocos días asistimos a otra obra argentina, esta vez una muy especial no solo por el tema – la guerra de Las Malvinas- sino por el hecho que los actores son ex soldados que participaron de esta estúpida guerra entre dos países que los usaron solo por conveniencia política (como siempre). Campo minado, pone en escena a veteranos británicos que fueron material útil para el ascenso político de la Tatcher y a tres argentinos que pagaron el precio de ser carne de cañón para darle un respiro a la última dictadura argentina. Sobrecogedora!!

Confieso que esperaba con ansias ver la obra Realismo de Manuela Infante a quién admiro por sus tremendos trabajos anteriores. Sin embargo, esta obra me dejó muy confundido y probablemente la creatividad de esta tremenda dramaturga ya me supera. La obra cambia el eje habitual de lo humano como unidad de medida del mundo para mostrar la permanencia de las cosas como una nueva métrica de la realidad. Me costó varios días darle sentido a lo que visualizamos y que conversamos con mi partner sin llegar a concluir. Lo calificaré simplemente como inquietante!!.

La obra chilena Cordillera, es una recreación lacerante de los últimos días en una cárcel de lujo, hecha a medida para violadores de los DDHH en Chile, tras la decisión de trasladarlos a una cárcel con menos privilegios. Tremendos actores representan a esos dueños de la vida de cualquier chileno, torturadores y asesinos de uniforme, la élite de la monstruosidad de una dictadura que aún marca la vida de muchos y que nos recuerda que hay heridas que quizás nunca sanarán. Triste y al mismo tiempo, necesaria.

Imaginaba que la siguiente obra llamada La dictadura de lo cool sería divertida, pero en realidad resultó un striptease social de toda una generación de chilenos pseudo intelectuales pero de ADN capitalista que manejan un discurso progresista pero que reproducen exactamente lo que denuncian. Una obra genial, llena de vigor creativo e iconoclasta, que a pesar de llegar a lo grosero, retrata con evidencias una parte de nuestro país (y del mundo) que pretendemos ignorar. Reveladora!!

Y como siempre, el gran final con el aporte de Alemania con la obra Un Enemigo del Pueblo (Ein Volksfeind). Una fascinante historia sobre política, finanzas públicas, bien común y medios de comunicación. Un relato fascinante que pone en escena el eterno conflicto de la sociedad moderna donde el delicado equilibrio de la sociedad se enfrenta inexorablemente a los intereses del capital y donde nadie es completamente inocente o culpable. Eso incluye al público, ya que los actores salen de escena para cuestionar y hacer evidente el debate con los espectadores, lo cual redobla los aplausos. Fascinante!!

Un gran festival, lleno de emociones y disfrutes creativos. Me encanta el Santiago a Mil.

Escapada a Buenos Aires : un año después

Aprovechar uno de los pocos días feriados de este año, complementando con unos días antes y después, fue la fórmula que nos permitió ir a disfrutar de Buenos Aires una vez más.

Llegamos a Ezeiza según itinerario y abordamos un taxi con destino al hotel. El taxista de mediana edad no tardó en detectar que eramos chilenos y como en pocos días más era el duelo de Copa América con Argentina, la conversación estuvo plagada de su absoluta certeza que iban a ganar la Copa. Por que era una espina clavada en el alma argentina el llevar tantos años sin ganar una Copa y que había sido mala suerte solamente haber perdido por penales ante Chile el año anterior. Fue divertido, pues hicimos una apuesta que consistió en que si ganaba Argentina le pagábamos un sobreprecio cuando saliéramos de regreso al aeropuerto o bien él nos haría un importante descuento en caso que Chile se coronara campeón. Nos dio sus datos y quedamos de llamarle el día de la vuelta a nuestro país.

Dejamos nuestro equipaje en el hotel y salimos rápidamente a buscar entradas para el teatro. Pasamos por el puesto de tickets con rebajas para esa noche frente al Obelisco y encontramos entradas con 50% de descuento para el Multiteatro con la obra Le Prenom. La obra partía en poco rato más así es que fuimos raudamente hacia el Paseo La Plaza para asegurar comprar entradas para los siguientes días.

Le Prenom (el nombre) es una sorprendente comedia francesa, de exquisito humor y agudeza para tratar la mezquindad del ser humano, la desidia, la hipocresía, los prejuicios, la envidia, todo ello en un contexto de amistad. La puesta en escena es notable pues todo ocurre durante una noche en el living de un matrimonio burgués y hasta donde llega el hermano de la mujer y posteriormente su pareja embarazada. El gatillo de todo lo que siguió es la broma acerca de cual era el nombre que había elegido para su bebé. La verdad es que hacía mucho tiempo que no me reía tanto disfrutando cada momento de la batalla dialéctica desatada.

Salimos del teatro relajados y hambrientos y por cierto nada mejor que ir a Banchero, la “verdadera pizza” como rezan los títulos de esta pizzería repleta de argentinos. Una mixta con jamón y otra de morrones aplacaron el hambre mientras repasábamos los diálogos más hilarantes de la obra.

Nuevo día, compramos una tarjeta para el transporte público y nos fuimos a la estación Bartolomé Mitre para abordar un tren hacia la zona del Delta de Tigre. Es un enorme territorio inundado por miles de brazos del Río de la Plata que es un paraíso de botes y lanchas. Mucha gente practicando remo y clubes de remo, lo que parece ser el deporte por excelencia. Caminamos por la ciudad admirando la hermosa arquitectura de sus casonas muy cerca de los arroyos, visitamos el Museo Naval que resultó ser bastante interesante y más allá encontramos un impresionante palacio en donde funciona el Museo del Arte Tigre. De regreso, pasamos a almorzar al restaurante María del Lujan, con una hermosa vista al arroyo. Aprovechamos de probar esos peces endémicos de este río, el Surubi con calabaza y el Dorado grillado con unas verduras. Maravillas antecedidas por una provoletta deliciosa y el tremendo Malbec Alamos.

Regresamos en el tren y aproveché de repasar la gran cantidad de graffitis en las murallas que flanquean las vías férreas. Nos sorprendimos lo barato que resulta el transporte público en Buenos Aires y que aloja a una gran cantidad de músicos que acompañan muy bien el viaje.

Ya entrada la noche salimos desde nuestro hotel, adonde fuimos a descansar un rato, rumbo al Paseo La Plaza a ver Yo soy mi propia mujer con el extraordinario Julio Chávez. Una historia basada en un personaje real, un travesti berlinés oriental coleccionista y sobreviviente tanto del régimen nazi como del posterior comunista. Julio Chávez no solo representa a este personaje sino que a quien lo descubrió

y se inspiró para escribir esta notable obra. Salimos rumbo al Chiquilin, un restaurante que nos llamaba para hacerse cargo de la cena. Espumante, seguido de milanesas (de esas que hacen famoso a Buenos Aires), puré de papas y panache de verduras como acompañamientos. También un imprescindible Malbec Trapiche y esos cafés negros para el cierre. Una jornada muy entretenida!!.

El nuevo día lo dedicamos a caminar por diversas avenidas de la ciudad, las que a pesar del frío estaban repletas de gente y actividad. Visitamos el hermoso Teatro Colón con su inmensa colección de arte y luego seguimos hacia el Malba en donde nos esperaba una exposición muy freak de Yoko Ono. Quedamos convencidos que de no ser por su fama, no habría habido tanta gente haciendo como que entendía la muestra. Como este día no tendría teatro, aguantamos el hambre y mantuvimos el objetivo de llegar al restaurante La Cabaña en Puerto Madero, en donde esperábamos encontrar nuestro plato favorito, pamplona de res. Nos sorprendimos de constatar que ya no ofrecían este plato……, pero, como ya era mucho el hambre acumulada, decidimos quedarnos igual. Partimos con una provoletta La Cabaña, gaseosa y kir royale, lo que continuó con una entraña con papas plomo y un baby beef con un salteado mixto de verduras. La botella de malbec fue Animal, un sabor salvaje. En esta ocasión avanzamos hacia los postres con un panqueque de manzana y un rico mousse de chocolate, para cerrar con un té Inti Zen y mi acostumbrado café negro.

Esta noche lluviosa era el esperado duelo entre Chile y Argentina. Aprovechando nuestra buena suerte, conseguimos entradas para una obra que en viajes anteriores no logramos ver. Se trataba de Toc Toc, una de las comedias más hilarantes que ya lleva seis temporadas de éxito. Definitivamente es la obra con la que más reí en este viaje, no solo por su propio mérito, sino porque es imposible no ver tus propias obsesiones compulsivas. Al regreso, vimos piquetes de hinchas cerca del obelisco haciendo barra y por primera vez, un gran despliegue de policía antimotines. Nos pareció prudente volver al hotel y nos instalamos en el bar, lleno de argentinos que miraban el partido en las pantallas. Cada jugada amenazante era suspirada por los locales, mientras nosotros disfrutábamos un piqueo y tragos. Cuando termina el partido y llegaba la hora de los penales, decidimos subir al cuarto, ya que sospechábamos que no seríamos tan bienvenidos en caso de ganar. Pues bien, Chile ganó nuevamente y la tristeza inundó las caras de muchos argentinos. Cayó un gran silencio sobre Buenos Aires.

Llegó el nuevo día, el cual dedicaríamos a revisar libros y conocer algún barrio entretenido. Partimos yendo a desayunar a la cafetería de la maravillosa librería Ateneo Grand Splendid. Tras recorrer los distintos pisos olfateando algunos buenos libros, salimos con dos interesantes títulos, Walden o el debe de la desobediencia civil y un texto de marketing llamado Small Data (lo que la Big Data no ve) además de algún regalo. Pasamos a una disquería a buscar buena música, con lo que incrementé mi colección de tango electrónico y seguidamente abordamos un bus para visitar el Soho. Recorrimos varias cuadras visitando alguna tiendas alternativas y de arte, además de cazar varios hermosos graffitis. Finalmente, encontramos un restaurante que nos llamó la atención. Se trataba de Salvador, con una propuesta diferente. Mantuvimos la frente en alto cuando pedimos, una vez más, milanesa (demasiado rica) pero innovamos en los acompañamientos con una sorprendente y variopinta ensalada. Por cierto, no dejamos de probar un malbec Saint Felicien y buen café.

Más tarde, regresamos al Paseo La Plaza pues nos tocaba la obra Somos Child Free, con Gabriel Goity (El método Grönholm) y elenco. Es la historia de una pareja que decide no tener hijos, pero para el cumpleaños 50 este pacto se rompería. Una comedia singular, que trata de las elecciones, aciertos y desaciertos con los cuales se configura la historia de muchas parejas. Como era esperable, salimos en busca de un sitio para cenar, pues a pesar de estar pasada la medianoche, hay mucha oferta. Anclamos en Pepito, para compartir una inmensa milanesa con puré de papas, un malbec Alamos y el café habitual.

La última noche de un intenso disfrute de esta ciudad sin pausa. No cabe duda, que siempre es disfrutable Buenos Aires.

4 días y 3 noches en Buenos Aires

Cuando pienso en esta ciudad, lo primero que veo en mi mente es hermosa arquitectura, teatro y buena comida. Esos son los ingrediente perfectos para arrancarse unos días, aunque sean pocos, a caminar por el lindo Buenos Aires.

Llegamos un jueves al mediodía para encontrar una excelente habitación en el hotel NH 9 de julio, francamente nos sorprendió la calidad y buen diseño. Algo hambrientos salimos a caminar hacia Puerto Madero para saciar con creces el apetito y la expectación por volver a sentir el sabor de la comida en el restaurante La Cabaña. Partimos con los appetizers de la casa mientras llegaba nuestra provoleta asada para compartir. La provoleta además de sabrosa nos permitía amenizar la espera que supone la preparación de nuestras pamplonas de lomo. Delicias que acompañaríamos con una abundante porción de papines al chimichurri y un rico Malbec Premium. Tras este festín inicial de nuestro viaje, solo pudimos con un café.

Nuevamente en la calle, fuimos caminando hacia BuqueBus para comprar tickets para viajar en barco por el Río de la Plata hacia Colonia de Sacramento en Uruguay. Este sería el día siguiente el bonus track de esta incursión vacacional.

Animados por el buen clima y el rico almuerzo, caminamos ahora por Avenida Corrientes para adquirir las entradas al teatro en el Paseo La Plaza. La obra que elegimos fue ¿Quién es el Señor Schmidt? con la actuación increíble de Gabriel Goity. Es una obra genial y a ratos defintivamente hilarante y loca. De hecho, cuando pudimos conversarlo, concordamos que bien podría ser lo que le ocurre a un esquizofrénico, un ser dividido entre quién cree ser y quien es. Un buen final para el primer día.

Día 2, muy temprano al embarcadero en Puerto Madero para abordar el buque Francisco tras los trámites de migración y aduana. Quedamos absolutamente sorprendidos por la envergadura del barco. En mi mente pensé varias veces, si es solo un río cómo puede ser? (Wikipedia me aclaró que es el río más ancho del mundo).

Instalados en Colonia, iniciamos un rico paseo por el casco histórico, calles empedradas, ruinas de antiguas fortificaciones y casa antiquísimas de portugueses y españoles, que se turnaron en el poder por un siglo. Visitamos algunos pequeños museos, tomamos fotografías de antiguos vehículos estacionados por doquier para finalmente elegir un lugar enfrente del río para almorzar. En El Torreón, iniciamos con una gaseosa y por mi parte una cerveza local Patricia (raro nombre para una cerveza). De la carta, no resistí la tentación de volver a probar un auténtico chivito al plato, mientras mi partner pidió un vacío (un corte argentino fantástico) con una ensalada mixta. Obviamente era intransable no probar una botella de tannat y la elegida fue Don Pascual 2013 crianza en roble. Cerramos con flan y buen café negro.

Posteriormente, solo quedaba el retorno a Argentina ya que esa noche teníamos tickets para otra obra en el Paseo de la Plaza. Se trataba de El viento en un violín, una pieza  de la misma compañía que hizo La omisión de la familia Coleman y que vimos en anterior escapada. Son los mismos actores aunque en papeles completamente distintos, lo cual pone de manifiesto sus talentos. En este caso la historia, dramática y feroz, trata de la historia de una pareja de mujeres que quieren tener un hijo y toda la complejidad que supone eso en sus cercanos. Extraordinaria obra del sorprendente Claudio Tolcachir quién nuevamente dirige y además es el autor del guión.

Salimos del teatro bastante tarde, pero con ganas de cenar. Fuimos entonces al Pippo, un clásico de la ciudad que está en las cercanías del Paseo La Plaza. Para cada cual, una rica milanesa con jamón y queso acompañada de una tortilla de papas compartida. agregamos una botella de ensamblaje syrah y malbec y por supuesto un cierre de café. Buen lugar, totalmente recomendable!!.

Día tres, el paseo por la ciudad en búsqueda de libros y música, algo imperdible si se está en Buenos Aires. Recorrimos todas las tiendas entre 9 de julio y Callao, para luego ir hacia la grandiosa librería El Ateneo, no solo bella sino que completísima. Cuando logramos salir de ese lugar, el hambre nos torturaba y qué mejor, cruzamos la calle Santa Fe para ingresar a otro famoso lugar, La Farola. Aquí decidimos ir por pizzas, imperdibles en esta ciudad. Las elegidas, una pizza prosciutto y una napolitana completa, acompañadas de cerveza y gaseosa. Por mi parte, siguiendo la tradición, me serví un café madrileño (café, licor y crema). Otro lugar para incluir en la lista de imperdibles.

Ya en nuestra última noche, no fuimos al teatro El Picadero para ver El Loco y la Camisa. Confieso que no tenía ninguna expectativa, salvo el conocer el lugar como referente de teatro independiente. Fue un acierto, la obra es potente no solo por su violencia sino por el personaje del loco, el karma de una familia disfuncional porque les delata permanentemente con su absoluta sinceridad. Muy buena!!

Día 4, el día del retorno. Solo decir que el tiempo transcurre muy rápido cuando se pasa tan bien.

La mujer puerca : un monólogo ejemplar

Un día de lluvia, un día de temblor sobre 6 grados, en fin un día muy peculiar. Nada me impediría ir al teatro para ver una de esas grandes obras del espectáculo argentino que trajo el GAM a Santiasco.

Llegué al filo del comienzo y me sorprendió ver tanta gente a pesar de un comentado temblor que normalmente inhibe a muchos (aunque no entiendo porqué si Chile es un país sísmico para siempre).

Me instalé al medio y 20 segundos después decidí que era mejor mirar desde arriba y me fui a la última fila y al centro. Esta posición era formidable para ver el desempeño de la argentina Valeria Lois, maravillosa ella, en esta historia densa por la carga insoportable de la estupidez de la iglesia que sigue estimulando idioteces infames como el sacrificio de la carne para la elevación del espíritu. Un monólogo sorprendente, desde la niñez de una huérfana hasta la adultez de una mujer que sacrifica su cuerpo en la prostitución espiritual en busca de ser salvada de esas promesas sin sustento que la empresa eclesiástica hace creer que tienen sentido.

No pude abstraerme mientras veía esta obra de cómo la iglesia amaestra a personas buenas en la creencia de algo que no existe y que deben aceptar situaciones insoportables como preámbulo a mejores vivencias, que obviamente nadie cumplirá. Es una obra tierna y al mismo tiempo dolorosa, la actriz llora en escena en su búsqueda incansable por ser llevada al alero de un dios (inexistente obviamente), una santidad que le salve de su inicial orfandad.

Notable obra!!

Un Krrtrekking por Mendoza

Hace tiempo que tenía la idea de destinar unos pocos días a disfrutar comida y vinos en la vecina ciudad de Mendoza y finalmente llegó el momento oportuno. Una planificación realizada completamente por Internet, implicó pasajes, traslados y hotel garantizados por esa confianza en que los compromisos electrónicos se cumplen. Por supuesto que se cumplen!!

Viajamos en avión y antes de llegar al primer bostezo, ya estábamos en un auto rumbo al hotel cercano a una autopista de Mendoza. Si bien me había parecido una buena idea no quedar en el centro de la ciudad, jamás imaginé que Mendoza fuera tan grande. Ahí aprendí una nueva lección, no siempre las cosas son lo que parecen. En fin, las caminatas tendrían que estar ayudadas con algunos acercamientos en taxi.

La primera noche requería un buen lugar y eso no me lo perdería. El destino sería Anna Bistró en pleno downtown de Mendoza, para lo cual pedimos un taxi que nos hizo el acercamiento. Caminamos por una ciudad repleta de personas y bullicioso comercio. Muchas mesas dispuestas en la calle, verdaderos paseos urbanos que nos invitaban a gozar opciones. Nos sentamos en un sitio a disfrutar un buen café mientras realizábamos el people watching de rigor. La gran sorpresa, muchos niños paseando solo con su padre, parecía una apología al padre soltero y al mismo tiempo, un mensaje subterráneo de como opera esta ciudad.

Tras recorrer los entornos del centro de Mendoza y llegar a la hora fijada por la reserva que había hecho en el restaurante, nos dirigimos al Anna Bistró. Para nuestra sorpresa resultó ser un lugar maravilloso, con una ambientación de lujo, música exquisita y la iluminación de diseño top. Sin haber consumido nada ya estábamos en éxtasis, demasiado lindo el lugar.

Anna Bistró se vanagloria de tener 200 etiquetas de vino disponibles, lo cual es cierto, pues revisando la carta quedamos extasiados de su diversidad. Partimos con el cocktail del día, una mezcla de zumos de frutas y vodka excepcional además de las botellas de agua con y sin gas (nunca coincidimos con mi partner). Para los fondos, Ojo de bife y ensaladas además de una buena botella de cabernet franc  Catena Saint Felicien 2010. Una delicia de cena que concluyó con buen café negro y las ganas de seguir disfrutando esta ciudad que nos daba tan buena bienvenida.

El segundo día, tras un buen desayuno buffet, nos enfrentó a la posibilidad de hacer un tour a las viñas de Mendoza, el principal atractivo de la ciudad. Contratamos el servicio y nos fuimos caminando a hacer tiempo a una zona comercial aledaña. Nada distinto de lo que se puede encontrar en un mall de Santiasco, salvo por la belleza de las argentinas, sobresalientes en su afán de ser bellas. A la hora del encuentro, una VAN pasó a retirarnos del hotel y comenzó el periplo que nos condujo en primer lugar a una gran productora de vinos, Bodegas López, 24 millones de botellas al año!!!. Sorprendidos visitamos las plantas automatizadas en las cuales preparaban el vino, lo añejaban y luego embotellaban. Las barricas de roble de dimensiones gigantescas, los estanques de acero inoxidable y los automatizados procesos de elaboración dejan boquiabiertos a todos. El tour siguió con una visita a una productora artesanal de vinos,  la Viña El Cerno, una verdadera boutique en la que tuvimos la oportunidad de visitar las bodegas subterráneas y degustar vinos maravillosos. Una botella de malbec, cosecha de autor, se vino conmigo a casa. Posteriormente fuimos a una productora artesanal de aceite de olivas, en donde degustamos perfectas variaciones de sabor de aceites con especias, todo lo cual solo nos provocó más hambre. De regreso al hotel, no tardamos en salir nuevamente a disfrutar un buen lugar para cenar. El turno fue para un restaurante italiano muy lujoso llamado Francesco, una exquisitez. Estaba bastante lleno, pero conseguimos mesa y pedimos un agua mineral y el kir royale que tanto me gusta mientras disfrutábamos un carpaccio de filete.  Seguimos con un assiago de pasta y un penne a la siciliana que acompañamos con un merlot Lagarde delicioso. Cerramos, como de costumbre con un buen café negro, para luego ir en taxi de regreso al hotel.

Al siguiente día, decidimos hacer un recorrido más intenso de la ciudad y nos fuimos a visitar el lindo Acuario Municipal en donde encontramos al famosos tortugo de la ciudad, luego fuimos al serpentario Anaconda, un sorprendente lugar, seguido del Museo del Área Fundacional y el Museo de Arte Moderno. Tras muchas cuadras de caminata y registros de graffitis, nos fuimos a buscar un buen sitio en donde almorzar. El objetivo se cumplió en el Hotel Argentino, en pleno downtown y con un merecido premio de Trip Advisor, ya que fue inolvidable el tardío almuerzo que conseguimos en este lugar.Unos ñoquis de remolacha y para mí unos raviolones de berenjenas que acompañamos con una botella de malbec Staphyle Premium, demasiado rico!!. Para los postres, compartimos un queso con dulce y por cierto, buen café.

Mendoza es un gran lugar para disfrutar y prometo que volveré!!

Otra visita al rico Percanta : buena opción

Cansado de una jornada laboral brutal que comenzó a las 7:30 AM y que a esta hora sumaba 13 horas y algo más, decidí que me merecía un disfrute especial y relajado. Caminé algunas cuadras y me fui directo al barrio Bellavista a un sitio que ya tenía muy probado y que seguramente me entregaría el placer que buscaba. Me refiero al Percanta, un lugar argentino muy sabroso y sobretodo bien atendido, lo cual agradezco infinitamente ya que para mi el servicio de un restaurante pondera 40% de todo lo que da.

Instalado en su pequeña pero bien dotada terraza, partí con una cerveza artesanal mestiza irish stout para hidratar mi cuerpo y comenzar a sentir ese éxtasis de detener el tiempo y dedicarme a entregar placeres a mi cuerpo.

De la interesante carta me entusiasmé con un crocante de salmón que acompañé con un insólito zapallo dulce al rescoldo y queso de cabra, una combinación que no imaginaba y que este lugar me tentó a probar. Consternado con la combinación que venía, busqué en la carta de vinos algo especial y encontré un Santa Carolina Specialities Dry Framing Carignan, o sea, una exquisita muestra del carignan que cada vez es mejor en Chile y que invito a probar.

Una cena exquisita, con buena música, buen servicio y la posibilidad cierta de saborear platos novedosos, bien presentados y con un pertinente sentido del ritmo. Por cierto, un buen café negro cerró la delicia de esta cena.

Trekking al Aconcagüa : un paseo genial

A fines de enero comenzó a gestarse lo que prometía ser un paseo filete para comenzar un buen año. Con el paso de los días, tomó forma y ya a fines de febrero era un compromiso. Un grupo de 8 personas iríamos al majestuoso Aconcagüa, el más alto de esta parte del mundo en un trekking de acercamiento y conocimiento, pero sobretodo de disfrutes en la montaña.

Ciertamente ascender el Aconcagüa creo que está aún lejos de mis posibilidades, es una expedición de muchos días y de gran entrenamiento previo, pero eso no obsta para ver en terreno que puede significar esa posibilidad.

Pedí un día de vacaciones previo a un fin de semana y a las 7 AM estaba instalado con mi mochila bien preparada en el punto de encuentro. En menos de 10 minutos, ya aparecían los vehículos y pronto ya íbamos camino hacia el Paso Los Libertadores, llenos de alegría y ansiosos de disfrutar este trekking tan esperado.

Unas pocas horas y ya cruzábamos la frontera y nos fuimos directo hacia Penitentes, en donde arrendaríamos las mulas que transportarían la carga más pesada, comida y artículos de campamento. Realizada la tarea, solo quedaba almorzar algo rico en la Hostería Refugio Aconcagüa. Por supuesto, en el almuerzo, una sobredosis de proteína de sabrosa carne argentina.

Concluído el almuerzo, nos desplazamos hacia el acceso del Parque Provincial Aconcagüa a registrarnos y pagar el peaje por el paseo. Ahí me enteré que dependiendo de la extensión del trekking hay tarifas diferenciadas, incluyendo la exótica condición que si vas a hacer cumbre en el Aconcagua hay que ir a depositar el importe a Mendoza.

Un parque de 65 mil hectáreas, muy bien cuidado y con una sorprendente infraestructura incluyendo helicópteros para transporte y rescate. La verdad es que nunca habia visto algo así y me deja la sensacion que los argentinos manejan con mucha más inteligencia que los chilenos sus recursos turísticos.

Cumplidos los trámites administrativos, comenzamos la caminata hacia Confluencia, lugar en que armaríamos el campamento base. Un camino delicioso, con un sol ardiente pero una brisa apropiada para no sucumbir. Caminar y conversar es parte disfrutable de estas excursiones y sobretodo cuando ya nos conocemos algunos. Teresa, por ejemplo, es una poderosa montañista y entrañable ciclista con quien ascendimos el Volcán San José hace unos años, otra conocida es una compañera con quién recorrimos el desierto florido en otra ocasión. Los demás, todos adorables, aprendí a conocerlos bien durante este paseo mediante exquisitas conversaciones y especialmente compartiendo momentos inolvidables.

Una vez que armamos el campamento en Confluencia, incluida una carpa comedor, nos dispusimos a preparar nuestra primera cena de montaña. Sorprendente encontrar no solo a los guardaparques, muy organizados y bien preparados, sino que las evidencias de una actividad febril del verano que se iba. Varios domos e instalaciones de las empresas de turismo de montaña, que incluyen hasta baños químicos que estaban en proceso de desarme por el fin de temporada. Es otro el nivel, me sorprendí una y otra vez.

Una noche estrellada maravillosa, la temperatura fantástica a pesar de la altura y la promesa de un siguiente día exigente  pero lleno de aventuras.

Despertamos temprano para hacer un contundente desayuno y prepararnos para un día de gran caminata. El cielo se veía despejado, la temperatura algo fresca pero con muy buen pronóstico. Preparamos nuestras mochilas y comenzamos la ruta hacia Plaza Francia, base de la pared sur del Aconcagüa, nuestro foco de interés.

A medida que pasaban las horas y avanzábamos hacia nuestro destino, el cielo comenzó a ponerse negro, lleno de nubes, y el viento se hizo sentir con grandilocuencia. Hicimos una pequeña variante para encontrar un exquisito remanso en medio del glaciar de Horcones interior, un sitio maravilloso que nos permitió hacer nuestra pausa  de almuerzo y tomar lindas fotos. Lo más sorprendente para mí fue la gigantesca presencia de la pared sur del cerro Aconcagüa, es indescriptible su tamaño y ferocidad, definitivamente es de pocos amigos. En las conversaciones con Gastón constaté que su dificultad es tremenda, son cinco dias de ascenso, durmiendo en vivac colgado cuatro noches, demasiado, ciertamente demasiado.

Nuestro almuerzo se vió rápidamente interrumpido por los relámpagos y truenos que anunciaban un cambio brutal del clima. Fueron solo minutos para ponerse ropa adecuada y de súbito ya estabamos siendo bombardeados por una lluvia de granizos poderosa. A pesar de todas mis capas, los proyectiles de hielo me agujeaban la cara y poco tiempo después se transformó en una copiosa lluvia. Definitivamente, era hora de volver raudos al campamento.

Fueron varias horas de caminata bajo la lluvia, divertidos por la situación y asombrados sobretodo por los resonantes truenos y avalanchas que se producían en los cerros que encajonaban nuestro camino. Sin novedades llegamos al campamento, algunos tan agotados que incluso decidieron dormir un rato. Por mi parte, me dediqué a juntar agua ya que se cortó el suministro, pues la presión soltó las mangueras que traían el líquido desde las vertientes del sector.

Finalmente, nos mantuvimos protegidos en la carpa comedor, tomando bebidas calientes, comiendo cosas ricas, contando historias y haciendo tiempo para poder hacer la cena. Una tarde muy entretenida y amenizada por la inclemencia del clima.

Esa noche no solo llovió sino que después cayó una gran helada, de tal suerte que cuando me levanté al dia siguiente antes de las 7 de la mañana, la carpa estaba con una pesada capa de hielo. No pasamos frío, pero la noche igual fue de sobresaltos por los tremendos truenos.

Tras el poderoso desayuno del último dia, desarmamos el campamento y comenzó el regreso. La lluvia causó estragos en el camino, fueron muchas las avalanchas de barro y la formación de morenas impresionantes, que se levantaron en murallones de rocas y barro de hasta tres metros de altura. Tuvimos que improvisar rutas para poder volver una y otra vez al sendero principal, flagelado por los derrumbes.

Cuando definitivamente pudimos llegar al punto de entrada al Parque, nos encontramos con la sorpresa que uno de los vehículos había perdido la batería, debido a que las luces quedaron encendidas. Por más de una hora estuvimos intentando hacer partir el motor hasta conseguirlo y pudimos desplazarnos nuevamente a Penitentes a recoger equipaje y almorzar.

El regreso, terriblemente demorado en la aduana chilena (qué ineficientes!!!), nos llevó finalmente a Santiasco para dar por terminado este delicioso paseo.

Me encantó conocer el Aconcagüa, creo que volveré y por cierto, hice una selección de fotos para recordar el disfrute.

Monólogos de Norma Aleandro : delicia actoral!!

Este espectáculo en el Nescafé lo esperaba con ansias, después de todo la Aleandro es una actriz argentina notable, ícono cultural de Argentina, con actuaciones ganadoras de importantes premios incluido el Oscar por la notable película La Historia Oficial.

Norma Aleandro es actriz, guionista y directora de cine, tremendo curriculum que la antecede para esta obra sobre el amor (y otros cuentos sobre el amor), que es una excusa para referirse de manera deliciosamente jocosa al comportamiento humano. Agudeza y buen humor, son claves en este espectáculo que disfruto hoy.

Elegante incluso cuando blasfema, con un dominio impresionante de los tiempos y la imaginación que induce en cada espectador, pone de manifiesto su habilidad para ensoñar para hacer que el público quede atrapado en sus historias, en imaginarios escenarios creados con su extraordinario despliegue de recursos linguisticos.

Exquisita representación, llena de humor e inteligencia. Aleandro se da maña para recitar, cantar y hasta bailar con gracia y consiguiendo la complicidad plena de una audiencia rendida a sus pies.

Maravillosa actriz!!!

Viaje relámpago a Buenos Aires

Un viaje de placer que se justifique laboralmente hace bien al cuerpo y al espíritu. Tuve la suerte de tener que salir un domingo por la tarde y volver un martes por la noche de la maravillosa ciudad de Buenos Aires. El conquistador español Pedro de Mendoza la fundó como Santa María del Buen Aire en 1536, sin saber como llegaría a ser mi mejor carrete por los últimos 20 años.

Vertiginoso, taxi al aeropuerto, avión, Eseiza, Hotel NH Joustel en Avenida Corrientes y un primer filete, La Caballeriza en Puerto Madero, comer carnes, ensaladas y un buen Malbec, fue una gran bienvenida al puerto fluvial. Luego de dormir, un día cargado a la conferencia sobre tecnologías bancarias, para dar paso a visitas caminadas a la avenida Santa Fé, chequeos en Avenida Callao y escarceos en Avenida Corrientes. Cómo me gusta Buenos Aires!!!

En la noche, cena con sesión de jazz en Clásica y Moderna, una librería y Club de Jazz, para escuchar a un fantástico trío, Sagastizábal, Gorostiza y Vatenberg, con batería y guitarras electroacústicas sincronizadas de manera perfecta. Una cena a la italiana con buen vino para gozar musicalmente como se merece esta ciudad.

Un día martes esplendoroso para disfrutar con desayuno en el hotel, caminata por los barrios cercanos a La Recoleta, para visitar una librería de pasado esplendoroso como teatro, El Ateneo, que lindo lugar!!. Un sitio más para buscar los libros que me encargó un ángel y que no pude resistir esforzarme por atender.

Almuerzo en lugar simple de Avenida Corrientes, tras un paso por las disquerías fantásticas del lugar que servirían para nutrir abundantemente mi discoteca personal. Una milanesa de ternera (que bien la preparan!!), cerveza y otros acompañamientos hacen exquisito el momento.

Tan rapido como llegamos, debemos abandonar Buenos Aires, con la promesa permanente, volveré, volveré!!!!

Buenos Aires, mi paseo filete.