Asian Bistro : rica terraza en tercer piso

Cuando es inevitable ir a un lugar, relájate y disfruta. Ese fue el lema que seguí hoy porque tuve que ir a renovar parte de mi closet, ya suficientemente usado y manchado (un malarte que heredé de mi padre).

El Asian Bistro sigue siendo referencia en el patio de comidas del Parque Arauco. Esta vez fui a un inexplorado tercer piso, una terraza lounge, que no conocía. Siendo un día especialmente caluroso en Santiasco, la brisa que se sentía en el lugar auspició una rica experiencia.

En la potente carta, tras mi botella de agua mineral, elegí el Curry Beef, un plato basado en cortes de carne y verduras (deliciosos trozos de pimentón verde y rojo, zanahoria y zapallo italiano al dente) en un caldo picante exquisito. Una delicia thai notable!!!.

Un ensamblaje de syrah y malbec, Botalcura El Delirio completó la experiencia de sabores, mientras leía un interesante libro sobre psicogenealogía y constelaciones familiares que me tiene pegado estos días. Apareció en gloria y majestad mi lindo viejo, a recordarme que hace tan poco que se fue a viajar por el cosmos con un ticket non stop y no me ha escrito para contarme como es eso.

Para los postres, una exótica combinación, cortes finos de piña, helado y una salsa de almíbar de cilantro increíble. Que maravilla!!!

Un café negro cerró esta rica experiencia en donde además de los sabores, rescato la extraordinaria atención. Lo mejor del lugar!!

Asian Bistro, gran restorán!!

Disfrutes en otro Fomingo Santiasqueño

Después de un paseo matinal en bicicleta, terminar un interesante pero irremediable libro de Wole Soyinka, Clima de Miedo, la industria estatal del miedo, las dictaduras, las guerras de Bush, las dictaduras rascas y peores. En fin, había que darle un propósito a un nuevo fomingo. Decidí darme un gusto gastronómico y hacer una visita al cine.

Me dirigí en un metro bastante vacío (que maravilla) hacia los cines del Boulevard del Parque Arauco, al menos tengo garantizado que dan la película de mi interés y con buen aire acondicionado.

Para almorzar elegí un restorán a prueba de fallos, el Asian Bistró, el cual a la hora de mi llegada milagrosamente tenía espacio en la terraza. La plástica vista se acompaña bien con una deliciosa brisa que me permite enfrentar un tranquilo almuerzo.

Una botella de agua mineral y mucho hielo, me inician en el proceso de seleccionar algo rico de la abundante oferta del local. Unas Gyosas delicadamente adornadas con ciboulette y bordeadas por una salsa de ciruela, hicieron la delicia de mi aperitivo.

Pedí una botella de merlot (un decente reserva Santa Digna de Miguel Torres) para hacer de consorte de una pasta exquisita, la Bistro Shrimp Pasta, delicados tallarines con champiñones, cortes de tomate fresco, hojas de rúcula, todo bañado en una salsa de albahaca y coronado por enormes camarones ecuatorianos. Mmmhhhh!!!

La exquisita crema suaviza los tonos y las texturas de este rico plato. El trasfondo sabroso de la albahaca hace un contrapunto con los punzantes sabores de la rúcula y el tomate. Cada sorbo de merlot solo hace más disfrutable mi almuerzo y ya no importó más estar en el centro consumista, solo eran sabores y buena lectura (comencé un libro notable, Memorias de Abajo de Leonora Carrington, sorprendente!!)

Ya casi en la hora, me fui al cine a ver Slumdog Millionaire. Una película tremenda, con una banda sonora extraordinaria, una fotografía grandiosa y una hermosa historia de amor. La cinta se deja ver, cada momento fantásticamente elaborado para emocionar, risas, penas y sobretodo compasión, pero no la burda sino la que produce la inocencia y la pobreza, la ganas de abandonar el submundo y las oportunidades truchas que se presentan. Sin embargo, se resume en que un «perro de barrio», de miserable tugurio puede aspirar a ser millonario para que su eterno amor le vea en TV y además resulta en un happy end. Demasiada ficción, pero una buena excusa para ver la parte del mundo que la mayoría no le gusta reconocer. Gran película!!!

asian bistro : placer inesperado

Es poco feliz para mí una incursión en Parque Arauco, el paraíso del consumismo, el reinado de la impostura, en fin, el mundo ficticio de muchos chilenos.

Bueno, tenía que comprar algunas cosas y en domingo no quedan muchas opciones. Tuve que ir a este lugar y prefiero hacerlo disfrutable.

Me dirigí raudo hacia el restorán Asian Bistro ubicado en el boulevard, pero para sorpresa mía, estaba llenísimo, siendo pasadas las 14 horas. Decidí partir con las compras y regresar luego. Sabia decisión, cuando regresé ya pude elegir una buena posición en una rica terraza.

Partí con mi acostumbrada agua mineral sin gas, mientras elegía un buen plato de fondo. Este lugar se especializa en comida japonesa, china y thai; además de algunas combinaciones curiosas con otras cocinas del mundo.

Como el hambre arreciaba, pedí unas exquisitas empanadas de camarones, un tremendo plato muy bien presentado con un pote de salsa de tamarindo excelente. Las empanaditas de un tamaño apreciable, se dejaron comer turnando la salsa de tamarindo con salsa de soya cocida.

Para el plato de fondo, decidí experimentar con un plato especial Asian French. Se trata de una pierna de pato confitada con una salsa de cinco sabores, con un magret de pato a la plancha y una base de piña. Francamente, delicioso. El vino, infaltable, un syrah 2006 de Santa Ema que empato delicadamente con la comida.

Contento por el acierto, añadí un postre increíble, Pinneapple Carpaccio, helado de jenjibre sobre delicadas láminas de piña recubiertas con un almíbar de cilantro. Notable!!!

Así valió la pena el esfuerzo de ir al mall.