Esquina de Dioses : exquisita cena

Un sitio que no está precisamente en una esquina sino al lado de Santiago Colonial y del Azul Profundo, pero que tiene personalidad para existir. Apenas llegaba y recibí un pisco sour shot, una delicia de bienvenida.

Partí con un agua mineral sin gas para limpiar las tripas y disfrutar lo que vendría, una causa de caballa (delicioso pez) que me animó para el siguiente plato, un picante de lomo y papas que se merecía un buen malbec Caliterra Tributo 2009 además de los pancitos calientes con dos exquisitas salsas de untar. La música electrónica acompañante, se devino exquisita mientas disfrutaba esta cena.

Tras esta cena potente, un postre delicioso, una mazamorra morada y un caliente café negro cerraron esta primera cena en este lugar, que por cierto promete, no solo por sus sabores sino especialmente por su buena atención.

Esquina de Dioses, volveré por más!!

ICA un restaurante peruano en el barrio alto

Tenía una deuda pendiente con una buena amiga, lo cual ers ponernos al día tras meses de trabajo sin oportunidad de disfrutar un rato juntos.

Nos encontramos en el restaurante en Isidora Goyenechea, muy cómodo y espacioso, algo poco común cuando la gente tiende a hacinarse en los lugares taquilla de Santiasco. Partimos con una causa de pulpo para conocer el sabor del lugar. Compartir la entrada es una práctica que me hace saber la comunión que poseo con mi acompañante y que en este caso, a pesar de los años transcurridos, es una fuente de delicias.

Muchas conversaciones pendientes, preocupaciones que merecen mejores razonamientos,   nos enfrentamos a la decisión de los platos de fondo,  unos camarones apanados con tempura y puré rústico y un ají de gallina fueron la afortunada selección. Ya que mi amiga no bebe alcoholo (ella se lo pierde) solo pedí una copa de un fragante merlot, mientras dábamos rienda suelta a nuestras conversaciones. Después de todo, han pasado meses desde nuestro último encuentro.

Después del goce gastronómico, bien recibidos fueron los cafés negros que pedimos para el cierre.

Tengo que venir con más tiempo para disfrutar este lugar, ya que promete harto!!

 

AsiaLima : un rico retorno a los sabores

Después de disfrutar un espectáculo en vivo, necesitábamos un sitio en donde comer algo rico y conversar. El azar que nos guía por la vida nos puso al alcance un lugar del cual tengo buenos recuerdos, el AsiaLima.

Partimos con unos tragos interesantes, un Maracuyá sour para mi partner y una sorprendente Algarrobina  sour, que me fascinó. Estos aperitivos los combinamos con un ceviche pituco, con locos y camarones, corvina todo marinado con crema de ají amarillo y limón de pica, una verdadera delicia.

Para los fondos, elegí unos tallarines verdes y corvina apanada y mi partner prefirió unos ravioles a la huancaína, ambos platos desbordantes de sabor. En justicia, se merecían un gran vino y elegimos un ensamblaje Carabantes de Von Siebenthal magnífico.

Por una confusión del mozo con el postre que pedimos, terminamos con un suspiro limeño de regalo además del panqueque de maracuyá que queríamos compartir.

Solo quedaba saborear el café, antes de retirarnos de tan rica cena. AsiaLima realmente está buenísimo.

Tambo : una cena para recordar

Saliendo de una obra de teatro, las ganas de conversar y de comer algo rico nos invitó a incursionar por el barrio Lastarria y habiendo ánimo de comida peruana, nada mejor que volver al Tambo.

Partimos con sour tambo, pisco sour macerado de jenjibre, zumo de limón, frambuesas y clara de huevo y un Maricucha, pisco, extracto de maracuya, jarabe de goma, zumo de limón y clara de huevo. Deliciosos!!

Para acompañar los aperitivos un imperdible un ceviche mixto al rocoto, sorprendentemente  picante, algo que no esperaba, pero indudablemente sabroso.

Para los fondos, el instinto de placer nos condujo a elegir un Tambo saltado, lomo salteado con cebolla morada, tomate, tocino, ají amarillo, cebollín arroz blanco y papas fritas para mi disfrute y un imperdible filete mar y tierra, filete en salsa cabernet sauvignon con pepian de trigo y camarones al aji amarillo

Platos magníficos que merecían un vino notable como es este Bodega Volcanes Parinacota, un  ensamblaje increíble de syrah y carignan del valle del Maule, una maravilla!!.

Para los postres, solo fuimos capaces de compartir un 4 leches y mango que junto a un rico café negro, cerro una cena inolvidable.

 

Magno Club : una cena sorprendente

Esta noche tenía un propósito claro, saber que tal era la cocina de este lugar que visité unos meses atrás. Esa primera incursión fue más bien superficial y era necesario algo más profundo para formarse una opinión.

Ingresé al enorme comedor para elegir una mesa enfrente de un ventanal con vista a la calle y que al mismo tiempo me permitía mirar los lindos reflejos de las llamas de una gran chimenea.

Partí como suele ocurrir pidiendo una botella de agua mineral sin gas mientras hojeaba la interesante carta. Platos diversos, desde unos muy chilenos, pasando por platos típicos de la cocina peruana y otros de la tradición thai. Mis ojos quedaron pegados en lo que sería mi entrada, un timbal de locos.

Me entretuve un rato con los panecillos y la salsa de untar hasta que apareció mi entrada. Un plato enorme y sobretodo delicioso. Me adelanté a ordenar mi plato de fondo, una albacora a la pimienta rosada junto a una botella de Syrah Nimbus Estate 2007 que me pedía a gritos ser elegida en la carta de vinos.

Comí lentamente disfrutando cada bocado, extasiado en los sabores, la delicada música lounge y los reflejos parpadeantes de las llamas de la chimenea. Una cena sorprendente no solo por la buena cocina sino por lo disfrutable del ambiente.

Cerré esta incursión con un buen café negro mientras recorría con la mirada este lindo lugar.

Asia Lima : un retorno inesperado

Salí a buscar un sitio en donde cenar tras una jornada intensa de trabajo y ninguna gana de cocinar en casa. Como me resulta normalmente cómodo, comencé a caminar zigzagueando en las calles del sector Manuel Montt, ponderando historias y descubrimientos en los sitios que iba encontrando. Inesperadamente, la cálida iluminación del Asia Lima fue suficiente seducción para decidir que ese sería mi lugar de cena.

Estaban partiendo la jornada, por lo que tuve que perdonar cierta torpeza al comienzo, pero muy pronto pude pedir un aperitivo, el Inka Atahualpa, un pisco con licor de banana, jarabe de granadina e inca cola, una delicia que por su contundencia requería algo más. Así que pedí, una causa al olivo, esto es, una causa rellena de pulpo con crema al olivo. Una delicia inesperada, ya que acostumbrado a las causas con atún, no sabía que esta variante podía ser tan deliciosa.

Aún hambriento, seguí revisando la carta y me encontré con la versión japonesa de la comida peruana y pedí un Asia Maki Popeye, una combinación de atún y palta envuelta en espinaca y cubierto con un tartar de atún y salsa oriental, un plato delicioso que bien merecía una botella de Matetic Corralillo Pinot Noir.

El lugar sigue siendo cool, solo falta refinar el servicio, ya que se nota mucho la diferencia entre los mozos inexpertos y los con oficio.

 

Pantaleón : visitando una picada peruana del centro

He comentado en otras ocasiones cuanto me gusta la comida peruana y al mismo tiempo encontrarla en nuevos sitios. Una reunión almuerzo se transformó en ocasión propicia para hacer un recorrido de búsqueda y con apoyo del azar, llegamos a este sencillo pero sabroso lugar en el centro de Santiasco. Tiene el mismo nombre de otro restaurante peruano que conocí hace algún tiempo y quien sabe si es parte de la misma iniciativa.

Bastante lleno a esa hora, descubrimos que tenía un segundo piso y me fui directamente hacia allá. Un gran grupo en alguna celebración estaba a poco tiempo de terminar. Ya instalados en el amplio y un tanto insípido comedor (todavía están preparándolo), conversamos un rato pero rapidamente perdí la paciencia y bajé a buscar un mozo. Debe ser la edad, ya que me carga esperar.

Un atento mozo, disculpándose, llegó a prepararnos la mesa y tomar nuestra orden. No necesitábamos la carta, cada cual tiene sus preferencias. Mi colega eligió un típico salteado de res y por mi parte, un rico seco de res. Mientras llegaban los platos, llegó el pan y esa rica salsa con ají amarillo que tanto me gusta y además los pisco sours que habíamos encargado.

El trabajo se vió especialmente favorecido porque estábamos solos en el salón y con suficiente tiempo para tratar una infinidad de temas. Cuando llegaron los platos, aproveché de pedir una botella de vino. Afortunadamente pude conseguir un carmenere de Santa Digna, razonable compañía para disfrutar el rico almuerzo.

 

Olan : delicias en su nueva casa

Hace unos 4 meses el restoran Olan salió de su habitual residencia en Seminario para ubicarse en una inmensa y preciosa casona blanca en calle Condell cerca del Hotel NH.

El sitio está acondicionado de manera extraordinaria, blanco riguroso, paredes impecables y pinturas peruanas que resaltan de manera genial. Llama la atención el espacio disponible y que se privilegie esa comodidad para los clientes. Nada más desagradable en un restoran que sentir el olor de la comida de otros o participar sin querer de sus conversaciones.

Partimos, como de costumbre con unos buenos pisco sours, aunque hicimos la variación de pedirlos mixtos con jengibre. Gran elección!!

La selección de los platos no fue fácil, la carta es muy tentadora y mi partner eligió una  reineta a la plancha cubierta con una de salsa de camarones ecuatorianos. Por mi parte, estuve a punto de ordenar un sudado de corvina con ostiones, calamares, camarones, tomate, cebolla, cilantro y  jengibre, pero finalmente me decidí por un contundente lomo saltado, esa rica especialidad peruana y que el Olan prepara  maravillosamente.

Dado que solo yo tomaría vino en esta ocasión, me incliné por seleccionar un JBouchon carmenere Chicureo reserva, delicioso y a tono con mi rico plato.

Nuevamente tentados con la carta, mi partner eligió una crema volteada y en mi caso una mazamorra morada, postres fantásticos que cerramos con un buen café negro.

Notable El Olán, vale la pena regresar.

 

Volviendo a Pachamama por una buena cena

En uno de esos días en que comienza a sentirse cierto tedio por el calor y la sobrecarga laboral, necesita algún disfrute potente. Mi buena estrella me aseguró además compañía, por lo que esta vez la cena sería compartida.

Llegamos al Pachamama un poco después de las 22 horas y para mi sorpresa, estaba llenísimo. Es increíble como en poco tiempo, este lugar alcanzó la predilección de mucha gente. No obstante ello, muy rápidamente tuvimos nuestra mesa preparada y encargamos los pisco sours peruanos de rigor.

Para amenizar los preparativos nada mejor que un  pulpo al olivo, plato clásico de la exquisita gastronomía peruana, consta de blandas láminas de pulpo con aceite de olivas y una delicada salsa de aceitunas, qué maravilla!!!

Mientras acomodaba progresivamente la sensación térmica en mi cuerpo, pensaba como nadie más tiene esta terrible aversión al calor. En fin, normalmente tardo unos 10 minutos en ambientarme. En ese tiempo, hojeamos la carta para hacer una adecuada selección de platos.

Mi partner se fue por un tradicional ají de gallina y por mi parte, me tenté con un sudado Pachamama, pescado al vapor con vino blanco, cebolla, tomate, cilantro y las típicas especias peruanas. Un plato genial para cena, liviano y sabroso. Cómo es natural, busqué en la carta de vinos algo apropiado para acompañar el disfrute y el elegido fue un Pinot Noir Montes Selection del 2009, frío como corresponde. Igual solicité la cubeta de agua y hielo, para mantenerlo en la temperatura de servicio.

No cabe duda, este restaurante peruano es una delicia!!.

Fusión Peruana : nueva opción en Bilbao

Una noche de caminata tratando de refrescar mi mente y cuerpo, me llevó a conocer un sitio que lleva poco tiempo de recorrido y que por tratarse de comida peruana, imaginé de inmediato, que podría ser un disfrute.

Instalado en la terraza frente a  la ruidosa avenida Bilbao, pero con la brisa de la noche que prefiero, inicié el viaje con un pisco sour. Un tanto dulzón, pero razonable y con la oferta del peruano mozo de «arreglarlo». La verdad es que prefiero ser sorprendido con un buen resultado a la primera y no tener que corregir.

Un tanto inexpertos los mozos, todos peruanos con esa grata forma de pronunciar y buen vocabulario, pues me costó hacer entender que me gusta comer ceviche junto al aperitivo y que debía apurar mi pedido de ceviche fusión, un enorme plato con cubos de corvina, calamares, camarones y una interesante lluvia de cilantro. Muy rico, pero decidí dejar un tercio del plato para poder seguir comiendo otros sabores.

Revisé la carta completamente y finalmente la elección fue un salteado Mar y Tierra, sabroso trozo de filete montado sobre un risotto al ají amarillo y azafrán con camarones salteados al pisco, cebolla morada y tomate. Una maravilla que tuve que acompañar con una botella de cabernet sauvignon ya que después de tres intentos por otras cepas, no habían más opciones. Muy pobre la oferta de vinos y mucho desconocimiento del personal acerca de lo que existe disponible o lo que marida con un plato.

A pesar de los inconvenientes, confieso que la comida está muy sabrosa y espero que mejore mucho el servicio para constituirse en una buena opción en la competitiva oferta peruana.