The Raj : un sitio genial

Tras un sábado de krrtrekking en que recorrimos en cleta varias comunas en una apasionante cacería de graffitis, llegamos por casualidad a este restaurante en Manuel Montt. Una linda casa esquina que ya había probado antes cuando era sede de otro restaurante y que ahora deviene en una cocina india muy original.

Dejamos las cletas (ya cansadas) en un borde de la terraza y nos instalamos en la mesa más cercana. Una chica nos dejó la carta, por cierto muy abundante, y nos pusimos a buscar sabores.Dada la sed, partimos con unas buenas cervezas negras Kross Stout mientras seleccionábamos alguna delicia.

Decidimos por unas samosas y un plato Bhaji de ají, unos buñuelos picantes bañados en harina de garbanzos y fritos servidos en un chutney. Tamaña sorpresa, eran de verdad tan picantes que después de probar el primer bocado, ambos estábamos llorando y terriblemente congestionados. Pero, no se puede desconocer que hay placer, lo picante aunque no sea un sabor estimula la secreción de endorfinas y eso claramente se disfruta.

Cuando llegó el turno de los platos de fondo, la lista comenzó con un Naan de queso y ajo, Camarones en un masala de camarones tikka asados al horno tandoor y cocinados con especias y hierbas. Sumamos un pescado del sur de India llamado meen kuzchambu, un pescado al estilo chennai bañado en salsa picante de tamarindo. Tantos sabores merecieron rápidamente una botella de Syrah de Tamaya y acompañamos con un paneer pulao de arroz basmati con cebolla frita y castañas de cajú.
Tanto placer potente se mereció unos bajativos, un jack daniels y un mojito, además del café de rigor.

Majestic, una delicia dominguera

En Santiasco, pocos locales mantienen el nivel gastronómico y el servicio como mi querido Majestic. No solo es visitable en días hábiles sino también estos domingos fomísimos (fomingos) que detesto.

Fiel a algunos ritos comencé preparando mi cuerpo con una agua mineral sin gas, mientras pedía unos ricos appetizer, Mix Veg Snacks y samosas pakona paneer y tikki, unas increibles croquetas de papas.

Para los fondos, la tentación la puso un fish amarsari, filete de congrio frito marinado con anís y harina de garbanzos con un rico mutton biryani, arroz cocido con carne de cordero y especias indias. Goloso como acostumbro, pedía una porción de cheese nan, el delicioso pan con queso y una botella de pinot noir Viña Mar, servido a la temperatura correcta.

Un placer de dos horas de duración, una maravilla que solo un buen sitio puede dar. Majestic merece sobrevivir este 2012 pletórico de apocalípticos desastres.

Por cierto, no abandoné el lugar sin beber mi café negro de rigor, los ritos son siempre una entelequia.

Jewel of India : un regreso muy esperado

Hace tiempo que no volvía a disfrutar este lugar y la verdad es que era muy necesario. Apenas llegué noté como en este tiempo que ha pasado, se ha convertido en un sitio imperdible para muchos y me alegra. No había avanzado más de dos pasos en la hermosa terraza del patio de esta casona, cuando Rakesh, su cordial y notable anfitrión me llama a viva voz por mi nombre y me abraza. Se acordaba de mi última visita, me preguntó por mi hermano, su mujer y además notó que en esta ocasión no llevaba un libro conmigo (suelo leer durante mis cenas). Es increíble la memoria de Rakesh, me sorprende su afecto.

Partí con un Parasmani, un vodka de manzana y licor de manzana maravilloso, ideal para preparar el cuerpo para los manjares especiados que tanto me gustan.

De la carta, elegí un Gosht sheek kabab, unos rollitos de carne de cordero molido y bien sazonado al ajo y hierbas, asado al estilo indio que me sirvieron muy bien como entrada.

Para los fondos, me dejé seducir por un Murg tikka masala, esos trozos de pollo asados al tandor terminados en salsa de distintos e indistinguibles masalas indios. Para este plato, incluí un Jingha biryanio, ese rico arroz con camarones y especias que tantas veces he disfrutado.

Por cierto, no pude evitar la tentación de tener conmigo ese garlic naan, mi delicioso pan al ajo que me resulta irresistible.

Dada la multitud de sabores en acción, nada mejor que una botella del notable ensamblaje  Parcela 7 de Von Siebenthal en su versión 2009.

El disfrute podría haber sido eterno, por lo menos eso deseaba mi cuerpo, pero al final todo acaba y me vi enfrentado al momento de tener que elegir mi postre. En mi mente se dibujaba el deseo de un kulfi de pistachos pero ganó un gulab jamun, unas bolitas de almidón de leche maceradas en agua de rosas y azafrán. Maravilloso!!!!

Que gran lugar es éste, aunque no haya escrito en este blog cada vez que voy, definitivamente puedo repetir muchas veces que es genial!!!

Jewel of India : una prueba a fondo

Mi primer encuentro con este lugar fue especial y debo confesar que necesitaba volver para disfrutarlo a tope. Hoy fue el día adecuado, tenía las ganas de disfrutes indios, tenía el tiempo y el clima solo era disfrutable en una buena terraza.

Instalado en la hermosa terraza del local, partí con una fresca copa de espumante, algo especialmente neutro y gratificante para no opacar ningún sabor posterior. De la extensa carta elegí un surtido de empanaditas, delicias indias insuperables, llamado Veg platter. Sabores especiados y diversos que auguraban la potencia de la cena que iniciaba.

Es digno de ternura el cariño y acogimiento de Rakesh Arora, dueño y anfitrión inigualable del restoran. Se acuerda de cada detalle en común, cuando en diciembre 2010 descubrí el lugar, cuando celebré el aniversario de matrimonio de mi hermano o la primera crónica que escribí. Es increíble su dedicación y simpatía, al punto que cuando le comento mi elección de platos, me contradice y va a buscar una hoja que no está en el menú y que contiene un plato especial que me recomienda con su alma. No pude negarme, solo leer su composición me fascinó.

Mi plato de fondo fue entonces el Boti Kebab, un cordero asado al ron con las hierbas y aderezos maravillosos de la cocina india, a lo que añadí un Jingha Biryani, ese arroz con camarones y especias y de puro goloso que soy, un pan indio al ajo, Garlic Naan. No habría sido perfecto si no agrego de la rica oferta de la carta de vinos, una botella de Corralillo Reserva Syrah 2009 del valle de San Antonio, una maravilla de combinación.

Extasiado de placeres, cuando pensé en el postre, no pude evitar seleccionar uno que me enloquece y me transporta indefectiblemente a recordar a mi gran maldito amor, un Kulfi de pistachos, que exquisitez!!!!

Una cena fantástica, 1.000% repetible.

Amledi el tonto : Raúl Ruiz teje historias

Confieso que asistí a esta obra en el Teatro Municipal de Las Condes más tentado por la curiosidad que por otra cosa. Que se espera de una adaptación de la tragedia de Hamlet o de un cineasta que se atreve una vez más a incursionar en teatro?. El resultado, me encantó.

Es una obra hilarante, pocas veces me he reído tanto con algo tan serio como la tragedia clásica además mezclada con mitos populares chilotes que Raúl Ruiz mezcla con inteligencia para producir un efecto extraordinario, dan ganas de no pestañear siquiera para no perder los detalles deliciosos del guión y del talento de una tremenda cantidad de actores descomunales.

Entre los grandes actores que participan (son muchos) puedo destacar a Claudia Di Girólamo (contundente como siempre), Tamara Acosta (extraordinaria), Francisco Reyes (me hizo reir tanto), Rodrigo Soto, Daniel Alcaíno y Pedro Villagra. Mucho talento puesto en las manos del director para obtener una obra genial, defintivamente imperdible!!!.

Cada acto de la obra va precedida por la intervención musical en vivo de músicos de bronces y una caja de percusión, lo que produce una cierta solemnidad, ficticia por cierto, ya que rápidamente la acción pasa a ser iconoclasta y tragicómica.

Tras este filete y con mis manos adoloridas de tanto aplaudir (como todos en la sala, especialmente cuando un tímido Raúl Ruiz se asoma por un costado), me fui rapidamente a atender un compromiso especial. El aniversario de matrimonio de mi amado hermano menor. Me esperaban en un restoran que descubrí hace poco y que ellos eligieron para la ocasión. Se trataba del Jewel of India en el barrio Manuel Montt, que tal como yo sospechaba se está transformando en una gran opción.

Instalados en la terraza del lindo patio interior, nos dedicamos a pedir platos diversos para hacer una buena degustación mientras bebíamos unos tragos y un par de botellas de buenos vinos. Excelente!!!

El dueño, Rakesh Arora, no solo me recibió con cariñosos abrazos sino que nos agazajó con algunos appetizers y unos postres de regalo. Que rica celebración!!

Gran noche, dan ganas de repetirla.

Jewel of India : grato descubrimiento

Es primera vez que puedo conocer tanto un restaurant sin que me haya servido nada en él. Todo esto, por mi permanente curiosidad y la amabilísima atención de Rakesh Arora, el dueño y diseñador de lo que podría llegar a ser  un lugar sorprendente en la oferta de comida india en Santiasco.

Una casona de 800 m2, completamente remodelada y ambientada para disfrutar. Guiado por el dueño, recorrí los salones del amor, de los dioses, del baile. cada uno ambientado según el tema con preciosos grabados en madera. Parte del material con que llenó dos containers,  que según me cuenta trajo de la India. Cortinas, muebles, lámparas, cerámicas, adornos y muchas cosas más, forman parte del material importado.

La cocina,  gigante con todo tipo de instalaciones y llamativamente tres tanques acerados para preparar delicias al tandoor. Muy iluminada y espectacularmente nueva. Para operar, 4 cocineros indios (otra importación imagino), para quienes hasta dispone de dormitorios en una planta alta. Increíble detalle.

Para esta época, lo que más me entusiasmó es la enorme terraza en un patio interior que espero ofrezcan desde un inicio, ya que permitiría cenar deliciosamente.

El lugar está adorable y lo único que impide atender público es la entrega de la patente por parte del municipio. En fin, espero conocer la gastronomía del lugar en los próximos días. Promete!!

Regreso a Majestic : delicias por doquier

Cuando pienso en comida india y especialmente en un día con muchas ganas de comer rico, entre varias opciones, me entusiasmo con este rico restoran Majestic. Debo confesar que mientras me dirijo a este sitio, mis jugos gástricos bailan de placer.

Venía de un largo krrtrekking, sediento y hambriento, por lo que partí por un gran vaso de agua mineral helada y luego pedí un Kima Nan, un exquisito pan indio relleno con carne molida de cordero y especias. Un preámbulo de los sabores que continuarían.

De la deliciosa oferta de Majestic, hoy decidí por un Fish Amarsari, exquisitos trozos de congrio frito marinados con anís y harina de garbanzos, con ese rojizo característico de muchos platos del lugar. Llegó sobre un plato de fierro caliente y sobre una cama de cebollas y pepinos. Mmmmhhh, que maravilla!!.

Para acompañar mi plato, nada mejor que un Ginga Biryani, una fuente de arroz con camarones ecuatorianos y especias, que venían a pedir de boca. Además, solicité una botella de Syrah Leyda Classic Reserva 2009 que estuvo magnífica con mi selección gastronómica.

Para los postres, no necesitaba mirar la carta, hay uno que me enloquece y es el Kulfi de Pistachos, divino!!.

Solo me quedaba beber un buen café negro y lentamente iniciar el regreso al merecido descanso.

Salaam Bombay : sencillo y delicioso lugar

A pesar que le conozco muchos años, fue relativamente reciente que decidí probarlo y fue una gran sorpresa. detrás de su apariencia poco atractiva se oculta una cocina india de gran nivel y he vuelto muchas veces a disfrutar los ricos sabores de la comida india.

Este sitio posee una sencillez que contrasta terriblemente con la magnificiencia de mi querido Majestic, quizás el mejor lugar de comida india que he disfrutado en Chile, pero me gusta. Me gusta la cálida atención y la rapidez sorprendente de la cocina. Una vez elegidos los platos, es muy breve el tiempo de espera y eso se agradece.

Estuve paseando en cleta por el cerro San Cristóbal a partir del mediodía, por lo que acumulé mucho hambre en esas horas de meditación en movimiento. Había regresado muy avanzada la madrugada del concierto de despedida de Sebastián Jordán Quinteto en Thelonious por lo que dormí hasta tarde. Necesitaba un almuerzo potente y lleno de sabores, lo cual solo se consigue en lugares como Salaam Bombay.

Partí con mi habitual botella de agua sin gas y pedí un Garlik Nan (pan con incrustaciones de ajo), una masa exquisita que sirve para acompañar cualquier plato. Un plato de arroz con camarones y finas hierbas llamado Ginga Briani y un plato de carne molida de cordero al tandor, Sheck kabab, maravilloso. Para acompañar esta maravilla de sabores, bien viene un Syrah y en la pequeña carta de vinos encontré uno de Santa Digna, todo un acierto.

Me gusta este lugar, tiene lindos recuerdos en mi mente.

Cenando en Rishtedar : sabores de la cocina india y algo más

Menos de dos años tiene este restoran en Providencia y ya es un buen competidor en la sabrosura de la cocina india. Un local pequeño y muy sencillo, pero muy bien atendido y que resultó una experiencia completamente disfrutable.

Un buen amigo se convirtió en mi anfitrión de esta jornada. Llegamos relativamente tarde y por cierto hambrientos por lo que visitamos la carta con cierta urgencia.

Para partir, unas empanaditas Samosas que acompañaran nuestras bebidas de aperitivo. Luego un Mathan Rogon Josh (cordero macerado en salsa de cebolla con finas especias indias, picante medio) increíble y algo más picante de lo que esperaba, pero disfrutable con creces. Mi partner pidió un Kali Mitch Ka Jheenga (camarón con pimienta y cortes de pimiento en salsa de cebolla) que francamente se robó la película, delicioso!!!

Como parte de la cena pedimos una porción de Naan (pan con ajo) y una buena botella de vino, un syrah reserva que nos acompañó con gracia.

La sorpresa notable vino a la hora del postre, cuando me di cuenta que el local tenía Hookas (pipa de agua) y menos de un instante me demoré en pedir una pipa con sabores de tutti frutti, una maravilla!!!!

Exquisita cena, absolutamente repetible!!!!

Cenando rico en domingo : difícil en Santiasco

Después de un día que comenzó muy temprano para ir a la montaña y volver antes que la luz natural se acabara, me quedaba una deuda importante, comer rico para compensar una parte de las casi 4.000 calorías consumidas en mi periplo cordillerano.

El plan partía con el Liguria, de los pocos restoranes que abren los domingos por la noche, pero no cumplieron por lo que apliqué mi plan B y me dirigí al fantástico Majestic del centro de Santiasco, este nunca falla.

Partí con un Alu Tikki, unas croquetas rellenas de papas molidas, con garam masala, cilantro y pan rallado, una delicia que se acompañó muy bien con las salsas de cilantro y yoghurt. Un agua mineral sin gas, fue un temporal acompañamiento.

Para los fondos, algo potente, un Sheekh kabab masala, un delicioso cordero molido, asado y cocinado con una salsa de finas especies indias, que pedí término medio en picante (aunque debo reconocer que me hizo transpirar como diablos). Acompañé con un arroz con camarones llamado Ginga Biryani y un pan tradicional indio, un tandoori Kulcha (pan con cebolla y cilantro picado). El vino más propicio fue un Syrah 2008 de Leyda, valle de Colchagua que amenizó muy bien el festín de sabores.

Para los postres, mi deseo concedido, un Kulfi de pistachos y un café negro. Que maravilla!!!

Aunque sea dificil cenar un domingo en Santiasco, hay al menos un lugar extraordinario, el Majestic!!!.