Acuña y Patitucci Trío: filetazo de jazz

Ya conocía a John Patitucci en sus anteriores incursiones en Chile, pero Alex Acuña me resultaba lejano a pesar que había escuchado que era el «padre» de muchos percusionistas chilenos, el alma mater.

Un teatro repleto y lleno de energía para recibir la delicia de estos músicos de primera. Sorprendente la sencillez de estos artistas de excepción, nada de aspavientos, solo música y desempeños gloriosos.

Un espectáculo de gran nivel, Alex Acuña es un peruano excepcional, de los mejores bateristas del mundo, se compara de igual a igual con la maestría de Patitucci, considerado un maestro excepcional del bajo y con el piano del venezolano Edward Simon. Todos maestros, indispensables para hacer de esta jornada un filete insuperable.

Un teatro Noescafé muy lleno y con gran cantidad de juventud, que está aprendiendo de lo bueno. Una gran jornada de jazz.

El jazz no tiene límites!!!

Payasos de la esperanza y un final de jazz : buen final

Una obra del año 1977 definitivamente no puede ser de gusto actual, pero es una muestra de lo que fue nuestro país. Esta tarde fuimos a buscar un retazo del pasado en esta obra de teatro y nos quedó un retrogusto complicado.

En tiempos de la dictadura y en particular en esos años duros, esta obra de teatro debió ser formidable, sin embargo, es dificil trasladar ese contexto a estos días, pareció extraña, a veces un poco vacía, imagino que sin las vivencias de ese periodo de Chile, nadie podría entender mucho. Triste, estos payasos hablan de la desesperanza aprendida, del dolor cotidiano de quienes han sido castigados sistemáticamente, de quienes pueden pelear por un pucho para matar el hambre mientras elucubran acerca de como ganarse la vida.

Tras esta vivencia menos afortunada de lo que pensaba, me fui a gozar de una buena sesión de jazz. El maestrísimo Martin Joseph con su quinteto virtuoso daría lecciones de jazz en el Thelonious y no dudé un instante en asistir. Además del maestro Joseph, tres grandes del circuito jazzístico estaban presentes, por cierto sin desmerecer a los demás. Sebastián Jordán en trompeta, Agustín Moya en saxo y Daniel Rodriguez en batería, para una sesión destacada de buena música.

Una aventura musical que divirtió mis sentidos deliciosamente como espero haya sido para todos quienes repletaban Thelonious esta noche. Composiciones originales de Martin Joseph interpretadas por esos talentosos músicos que conforman los pilares formidables del jazz en Santiasco. Notables!!!

Si de música debe vestrise el final de todo, bienvenida es el final.

Joel Holmes Quinteto : notable sesión de Jazz

Aunque suene un poco repetido, ir a mi querido Club Thelonious siempre resulta ser una movida agradable. Esta noche, la cuasi-despedida de un músico excepcional, Joel Holmes acompañado de los increíbles Sebastián Jordán en trompeta, Agustín Moya en saxo, Félix Lecaros en batería y Eduardo Peña en contrabajo.

Llegamos atrasados y había comenzado el espectáculo, rápidamente nos conectamos con esa cómplice admiración que produce el enorme talento de los músicos en el escenario.

La selección de temas, pone énfasis en destacar el enorme talento de Holmes al piano, sus manos viajan por el teclado de manera vertiginosa, seguido por los sincopados del contrabajo y la increíble batería de Lecaros. La entrada del saxo y la trompeta hacen vibrar todo el ambiente con sus acertados tonos solistas. Genial!!

Deliciosa música, podría estar toda la noche disfrutándola. Para los que se la perdieron, les dejo unas fotos de esta sesión.

Aniversario Thelonious : el mejor filete del jazz a la parrilla

Es increíble que mi querido Club de Jazz Thelonious cumpla 6 años y que la celebración sea tan concurrida, deseada y sobretodo disfrutable.

Si bien el comienzo estaba planificado alrededor de las 22:30 horas, la verdad es que se retrasó mucho. Sin embargo, es una espera siempre amenizada por la hermosa música que el gran Erwin programa.

Llegado el momento, aparecen en el escenario Claudio Rubio, el virtuoso saxo tenor, un inspirado Lautaro Quevedo al piano, el «piolita» Eduardo Peña en su contrabajo, el magnífico Félix Lecaros, la mejor batería del circuito y por supuesto, Nicolás Vera en guitarra y composiciones.

Una secuencia genial de temas en donde cada uno pone su talento en exposición, especialmente los solistas, Rubio y Vera. El local llenísimo, como era obvio, yo tomé la precaución de reservar un día antes y así tuve la mejor mesa del club para mi grupo. Erwin, generoso, me regalonea incluyendo la excelente opción que tiene de vinos mendocinos fuera de carta, lo cual aprovechamos intensamente.

Tras el intermedio, la actividad en el Club bullía, muchos músicos venían con intención de tributo. La verdad es que Thelonious es muy querido en la comunidad, ha sido por seis años un verdadero baluarte del jazz y un refugio para muchos talentos en formación.

La segunda parte fue un remolino de opciones, una salida de Paz Court haciendo sus deliciosos covers de radiohead, con músicos como Mauricio Rodriguez (La Marraqueta, Congreso) y Julio Denis, luego también en la jam session estuvo el gran maestro del bajo Roberto Lecaros y la sorprendente y genial improvisación de Tea Time. Filete!!!!

Una noche mágica que se extendió largamente e incluso dejó músicos afuera del escenario como fue el caso de Felipe Riveros, quien también estuvo en la barra.

Seis hermosos años de jazz se cumplieron, bien por Erwin, maestrísimo anfitrión y por la miriada de talentos jazzísticos que existen en Chile.

Jean Luc Ponty : la certeza de un buen filete

Un Teatro Caupolicán muy lleno en un día lunes 13 es una muestra eficaz de un buen espectáculo, no creen?. El invitado, Jean Luc Ponty & His Band.

A la hora acordada más la media hora de holgura chilena, se hace presente la banda, Jean Luc Ponty a la cabeza con su clásico violín eléctrico y su tenida de riguroso luto, en los teclados un William Lecomte sólido, en los bajos el camerunés Guy Nsangué Akwa y la sorpresa de la noche, el batero Damien Schmitt que sacó alaridos y aplausos por doquier por su maestría. Por cierto, todos con el riguroso traje negro, al estilo frugal de Ponty.

Temas clásicos y nuevas versiones con las que Ponty muestra su vigencia a pesar de los más de 30 años de oficio.

Un espectáculo filete que me regalé para celebrar mi cumpleaños.

Medesky, Martin & Wood : gran reencuentro

La experimentación en jazz es todo un género en si mismo, sin embargo, pocas veces podemos ver en Santiasco un espectáculo de este nivel. Es segunda vez que tengo el placer de ver en vivo a este trío excepcional. Un Teatro Oriente repleto, a mediados de septiembre, como se merece una banda de este tipo. Me llama la atención lo variopinto de la audiencia, muchos jóvenes pero también muchos viejos con sus hijos. Notable!!

Con un sentido atraso, llegan al escenario y parten sorprendiendo, Martin en las percusiones acompaña de manera genial al sonido que Wood imprime a ese bajo milagroso, un sonido increíble. Jazz post moderno en acción, al que pronto se unen los sicodélicos acordes de Medesky en su multitud de teclados y paneles electrónicos con los que juega y deleita a todos.

Es sorprendente notar que el bajo que toca Wood se ve viejo, al igual que los teclados de Medesky, instrumentos viejos pero con sonidos nuevos, llenos de energía, de una juventud jazzística sorprendente.

Más de una hora y media de música extraordinaria, sin pausas, un deleite a todo dar. MMW es un grupo que no es posible cansarse de escuchar, maravilloso espectáculo!!!

Comiendo rico : Lokos x el mar

Hace una semana, salí en un habitual krrtreking de fin de semana, buscando un buen lugar en donde comer y gozar en forma especial.

Encontré un lugar especial. Un solo mozo y el administrador, supuse que existía el chef.

Claramente la atención muy lenta, casi propia de hospital chileno. Un lugar muy sencillo, solo pago en efectivo (un indicador, al fin y al cabo).

El foco, pescados y mariscos, prometedor. Los vinos, solo blancos, (porqué????), varias oportunidades perdidas (claramente no lo saben), me remití a la carta publicada en un lindo pizarrón.

En fin, un Chardonnay de Leyda, un Sauvignon Blanc de William Cole que acompañaban interesantamente ceviches, camarones, pastel de jaivas y ostiones. Los pescados disponibles, salmón, róbalo, merluza, congrio y reineta.

No lo pude resistir, pedí unos ostiones a la parmesana y luego un congrio a la plancha con papas salteadas. Q rico!!!!

La música Bossa hizo un excelente contrapunto, mientras miraba esas baldosas blanco y negro, cual tablero de ajedrez, sabrosos ostiones, los gocé mientras aparecía ese nido de pimientos rojos y verdes con diente de dragón y zanahoria bajo ese delicioso trozo de congrio. El chef se dió el gusto de poner algo dulce inexcrutable en la combinación, demasiado rico!!!

Para el postre, algo contundente, pedí una natilla mientras escuchaba un buen tango electrónico y observaba extasiado esas reproducciones de Miró y Guayasamín.

Gran sitio!!

La Marraqueta : el talento por antonomasia

Si bien la banda data de inicios de los 90’s, lo cierto es que no pueden estar más vigentes. La Marraqueta, está formada por Pablo Lecaros en bajo y voz, Pedro Greene en batería y percusiones, Mauricio Rodriguez (reemplazo virtuoso de Jorge Díaz) en la prodigiosa guitarra y Andrés Pollak en el piano. Una banda de jazz fusión latina, que aprovecha muy bien los ritmos percusionados para construir variaciones virtuosas que deleitan cualquier oído.

Llegué al Club de Jazz Thelonious bastante tarde, no tanto como para perderme el show. Tras mi primer sandwich, disfruté la primera entrada de La Marraqueta. Gran sonido, mejor jazz.

Entremedio, escuché la música de fondo de María Schneider Big Band al unísono con mi amigo Erwin, amo y señor de Thelonious, para luego seguir disfrutando de la banda en vivo.

El hambre musical tiene efectos y debí pedir repetición de ese delicioso sandwich de churrasco, palta, mayonesa, tomate y alcaparras. Todo sea por el disfrute,

Temas deliciosos en donde la sutileza del piano se combina perfectamente con la fuerza salvaje de los tambores y los agudos de una buena guitarra, acompañados del siempre acompasado bajo electrónico.

Gran banda, gran espectáculo

Marcelo Moncada Quartet : filete inesperado

Thelonious es un lugar que frecuento mucho, no solo por su excelente selección de tocatas en vivo sino porque se atreve a hacer tocatas en días que todos prefieren cerrar los locales. Pues bien, un lunes de grabación de una tocata en vivo, para mí es imperdible.

Marcelo Moncada (saxos), acompañado de César Ibacache ( un piano sutil y con personalidad), Rui Salgado de Portugal ( un contrabajo virtuoso) y Frederik Meulyzer, belga y batero excelente, constituían la invitación. Desde un comienzo, pasadas las 23 horas noté los detalles. Un platillo acostado en ángulo sobre las patas de un soporte de la batería, otro plato en una butaca, eran preludio de efectos estudiados y especiales. Muchos micrófonos y algo de nerviosismo,

Exquisito trabajo, el saxo se presentó impetuoso, lleno de vida y de sentido, con movimientos extraordinarios y originales. Tikitan, Conejitos fueron los temas iniciales, los cuales dieron el tono de una tocata excepcional, a pesar de la lamentable ausencia de público. (hasta cierto punto me encanta ser testigo casi solitario de algo excepcional, puchas, el ego es mussshho).

El contrabajo me encantó, excelente como todos los instrumentos en su momento, cada tema con un gran sentido de la oportunidad, me aumentaban cada segundo la compulsión de comprarles el CD del grupo para asegurar repetición del gozo. Tras un breve descanso que ocupé en recorrer el barrio para comprar puchos, lo que no conseguí, volví a tiempo para disfrutar de la segunda parte.

Notas sutiles de piano, dieron continuidad a la efervescencia de un saxo alto, jovial y profundo, acompañado de un contrabajo y batería que generaban un fondo perfecto para completar un disfrute especial.

Gran jazz, y tengo un CD de prueba.

Los Ogros del Swing : deliciosa originalidad

Un grupo que incluya a los hermanos Manuschevich es sinónimo de talento y locura y si se incluyen algunos otros músicos de campeonato, se está asegurando un resultado genial.

Pues bien, cerrando el mes de enero, me dejé caer en el Thelonious para un recital de esta increíble agrupación. En esta ocasión, se presentaron con varios aderezos que se sumaron, como siempre, a la originalidad y calidad del trabajo que hacen.

La banda ya instalada, en silencio, en el escenario, mientras empieza a escucharse la voz de Hugo Manuschevich (batería, teatro y voz) en irreproducibles sonidos guturales y textos extraños (es muy loco), antecedidos por una digresión poética de una chica invitada (Tina?).

Rolando Alvarado en Contrabajo (excelente), Raimundo Santander en guitarra y ruidos (impecable), Emilio Melo en trompeta (notable), acompañan a Cristián Gallardo en saxos y flauta (excelente como siempre) y al callado y genial Diego Manuscevich en saxos tenor y sopranino, clarinete, además de gran parte de la composición musical.

Un despliegue de talento ejecutando jazz moderno y blues, con estilo único, en formatos extensos y exigiendo a los músicos hasta el agotamiento. Una verdadera fiesta para los oídos.

Esta banda dará mucho que hablar, son extraordinarios.