Choquequirao : lo mejor del 2018

2018 fue un año de pausa, simplemente dejé pasar el tiempo.  Me pareció interesante dejar que se reconfigurara el paisaje gastronómico, artístico y lo gozable de la ciudad, de manera que volviera a vivir la emoción de descubrir experiencias disfrutables.
Ciertamente conocí unos pocos nuevos restaurantes,  me repetí harto otros -de esos que disfrutas hasta el cansancio, pero siento que volvió el momento de recorrer. Mi primera experiencia en este nuevo periodo, ha sido Choquequirao.

Voy a anotar con respeto, The Raj, Cuatro bocas y el Very Kitsch, tres muestras talentosas de aspectos notables de una buena experiencia. La calidad de la comida, la originalidad y la ambientación en estricta correspondencia con los lugares mencionados. Los recomiendo sin problemas, pero vale comentar que una completa experiencia debiera combinar todos los atributos que destaco.

Pero, mi deseo es narrar la deliciosa experiencia que viví hacia fines de ese año 2018. Todo se inicia en un whatsapp con una invitación a un trekking de montaña en una zona arqueológica de la selva peruana. Un total de 10 días desconectado de todo, solo caminar y disfrutar tanta belleza. Organizamos todo por internet y un día de noviembre estoy embarcando un avión rumbo al Cuzco, el lugar de encuentro.

Ese primer día sirvió para acostumbrar el cuerpo a la altura y recorrer la ciudad. Hace hartos años que no iba a Cuzco y ciertamente se ha convertido en una tremenda industria turística, en donde no falta ninguna marca relevante. Quizás solo falta aquello que constituía el alma de una ciudad inca devenida en metrópoli turística.

Alas 4 AM del siguiente día, ya estábamos listos con nuestras mochilas y el bolso personal que cargarían las mulas (ya no estoy -otros tampoco- para cargar una mochila completa por una semana caminando montañas). Abordamos un minibus y viajamos por unas tres horas hasta llegar a Punta Carretera, el punto de entrada al parque arqueológico. Aquí comienza todo y de bajada, pues íbamos hacia el cañón del río Apurimac. Pienso que Daniel, nuestro guía, estaba dosificando el esfuerzo y midiendo nuestras capacidades en el comienzo de la aventura. Con el tiempo, estoy seguro que lo pensó todo, detalle a detalle, como un maestro.

Tras la primera noche durmiendo en carpa, desayunamos en nuestro comedor y enfrentamos lo obvio, ahora había que subir y bastante para llegar a Marampata. Un sendero fascinante por la gran vegetación que lo inunda todo. Húmedo y de gratos aromas silvestres, caminamos por un sendero perfectamente visible y por la tarde ya conocimos Choquequirao. Pero sería al día siguiente que lo recorreríamos como corresponde, admirando personalmente  aún más al pueblo inca, su ingeniería, su arquitectura y sus magnificas construcciones. Si bien no se ha recuperado ni el 30% de los restos arqueológicos, se puede y tal como lo hicimos en los siguientes días, reconocer en medio de la vegetación desatada, muchas otras construcciones que hablan de esa capacidad sorprendente de este pueblo ancestral increíble.

Una parte especialmente disfrutable del paseo era escuchar los relatos de Daniel, un verdadero guía profesional. Así conocí que Choquequirao fue el complejo hacia el cual los incas fueron en su auto-exilio, tras la rendición de Manco Inca ante los españoles. Al momento señalado, salieron todos hacia este destino, incluyendo a MachiPichu (para hacer referencia clara). De hecho, días después, podríamos ver a la distancia desde Llactapata, los caminos de montaña cortados por los propios incas para que no los pudieran seguir mientras abandonaban MachuPichu. Ciertamente, una epopeya solo encontrable en libros de historia fantástica.

Seguiríamos hacia Maizal, luego a Yanama. Un valle maravilloso de día y tormentoso por la noche. Hubo una noche en que además de truenos, lluvia torrencial y relámpagos, cayeron algunos rayos. Estos erizan los vellos y retumban profundamente en el cerro. Lo fantástico (aunque solo justificable a mi edad) es estar sentado en una silla -bastante cómoda- y protegidos en una carpa comedor  con ventanas para verlo todo en vivo y en directo.

Se me confunden los recuerdos, pero estamos en una terraza en Cuzco observando la noche estrellada y de pronto, me aparecen esas varias noches en que desde un momento con las más hermosas estrellas, se venía una carga de nubes llena de truenos, relámpagos y algún rayo y que nos recordaba de forma contundente, la increíble respuesta de la naturaleza ante la presencia de los Apus mágicos que los incas eligieron para su exilio. Noches de tormenta, noches ruidosas y mojadas, recordando la magnificencia del territorio inca.

Esta travesía que nos ocuparía varios días de deliciosas experiencias, nos hizo cómplices de algo extraordinario, la belleza de la naturaleza, sus embates furiosos llenos de la potencia de Zeus, para informarnos nuestra pequeñez y sin embargo, en cada amanecer, regalarnos un día hermoso, soleado y pletórico de paisajes imposibles de olvidar.

Hacia el final, nada podría haber sido mejor, fuimos a acampar en el terreno de las termas de Colcamayo en Santa Teresa, un final delirante, nada pudo ser mejor. Aunque tomé muchas fotografías de este hermoso viaje, les garantizo que son un pálido reflejo de lo vivido y disfrutado.


Filetes del último trimestre : adiós 2017

Me siento obligado a confesar que he dedicado poco tiempo a escribir y no quiero pasar a otro año sin registrar algunos filetes disfrutados antes que queden sepultados en mi olvido. La memoria cada vez me es más esquiva y estos buenos recuerdos los necesitaré más adelante. Entonces, ahí vamos con un recuento breve de lo disfrutado.

Fue por el año 1997, 20 años atrás, que estuve en este concierto homónimo y casi no sentí el paso del tiempo. «El gusto es nuestro» es como una fiesta con viejos amigos que se turnan para cantar y conversar del tiempo pasado, de buenos recuerdos y sobretodo para celebrar la vida que aún nos queda. Disfrutamos cada canción, cada comentario y el prodigioso despliegue de imágenes que adornó el fondo del escenario y sumó más poder al espectáculo.

Poco tiempo después, por motivos laborales afortunados, me trasladé a la hermosa ciudad de  La Serena a una reunión de esas llamadas importante y que hice coincidir con días no hábiles para disfrutar unos días en el norte chico. Me alojé en un balneario del banco, mismo lugar en donde habría de ejecutarse la reunión. La gracia es que está a pocos metros de la costanera playera y en una zona de restaurantes que por supuesto no dejaría pasar sin disfrutar. En el tiempo libre que conseguí, realicé una intensa cacería de graffitis que me llenó el corazón.

Un espectáculo que no podía perderme fue la tocata del extraordinario grupo Santiago del Nuevo Extremo para celebrar 40 años. Ya casi todos mis grandes recuerdos tienen décadas de antigüedad y sin embargo, me siguen gustando tanto. Aquí les dejo unas fotos de esa exquisita revisita a otros tiempos de mi vida.

Si de emociones del pasado se trata, una fortuita congregación de teléfonos en el whatsapp generó que, en pocos días, me reencontré con mis compañeros de colegio, con quienes broma tras broma (además de esa inevitable adicción a las fotos hot) acordamos realizar una improvisa Junta de Ignacianos en la cava de la Confitería Torres (un delicioso subterráneo para encuentros notables en el clásico lugar de Alameda con Dieciocho). Si bien estamos próximos a cumplir 40 años desde que salimos del colegio, me sorprendí que el paso de décadas no nos cambiaron tanto (salvo las canas, la falta de cabello, las barrigas  y las historias personales). Por cierto, en los acalorados días de elecciones presidenciales, terminé por saturarme de opiniones no compartidas, entiendo la legitimidad de ellas y la evidencia clara que en Chile convivimos con visiones bien opuestas. Todo lo cual no me impide sentir un enorme cariño por mis viejos compañeros, ya nos veremos nuevamente.

Un espectáculo que esperaba ansioso fue el recital con nuevo disco del sorprendente maestro Sabina y como todo tiene plazo, llegó el ansiado día. No pude dejar de solidarizar con el título «Lo niego todo», pues cuando la vida es larga y productiva, es necesario tener la opción de negar, aunque sea en broma. Un recital formidable con un Sabina renaciente no solo en talento sino en presencia. Además del nuevo disco, Sabina con maña bien pensada, nos hizo disfrutar sus temas de antología, lo cual agradece todo mi ser.

Si bien, tuvimos la oportunidad de ver hartas obras de teatro en este periodo, no puedo dejar pasar una obra magnífica de Egon Wolff, revisitada por el gran Marcelo Leonart. Se trató de Flores de Papel, tan contemporánea como muchas, pero que ponen de forma mayúscula lo potente que puede ser el malentendido, la casualidad de los encuentros y las distancias que existen en la comunicación. No, no bastan las flores de papel para construir los puentes entre las personas, hay demasiado daño acumulado y  sin embargo, una vez más es necesario intentarlo. Emocionante!!

Finalmente, seleccioné un viaje a Iquique que realicé para estar con mi buena compañera y disfrutar ese norte playero que Chile prodiga con facilidad. Considerando que ella viajaba por trabajo, acordamos una combinación ingeniosa para poder disfrutar en común algunos días y romper esas rutinas que el sistema tanto empuja y que en nuestras vidas debemos cambiar.

Adiós 2017, ya viene un enero sobrecargado de buen teatro para disfrutar!!

Cerati, nada personal : extraordinaria emoción

Estoy profundamente agradecido de un gran amigo que vía WhatsApp comentó que iba a ver en los próximos días esta obra musical y teatral sobre el inolvidable Gustavo Cerati. Sin manejar muchos detalles, compre entradas casi de inmediato, básicamente confiando en el inmejorable gusto musical de mi amigo. Así, el primer sábado de junio estábamos sentados muy cerca del escenario para disfrutar.

El personaje Luis Alberto Spinetta sería quien abre la obra y hará como una suerte de anfitrión, pues de hecho Spinetta fue muy cercano a Cerati, como lo fueron su madre y su mujer chilena, también presentes en la obra. La aparición de Matías Oviedo en escena vaya que sorprende, no solo logra un parecido impresionante con Cerati sino que se comporta, canta y toca guitarra en vivo de manera muy convincente y sobretodo emocionante. Lo aplaudo de pié.

Es un paseo musical que se completa con pasajes de la vida del artista, con su ego, sus conflictos, su talento sobrenatural, sus miedos y esa necesidad de seguir adelante creando y actuando a pesar del cansancio mortal. Una obra fantástica que todo fanático de Cerati debería ver.

Con tanta emoción, era imposible dejar esa noche sin un cierre adecuado. Nos fuimos a disfrutar a la terraza más espectacular de Santiago, me refiero al bar del Luciano K. Recién techada, era perfecta para esta noche. Un sour de mango y unas copas de espumante para acompañar la maravillosa  pizza de jamón serrano y pera, que yo conocía y sabía que fascinar a mi partner.

Una noche llena de emociones probablemente repetibles.

Cirque Eloize : Cirkopolis una maravilla disfrutable

Compré con mucha anticipación las entradas para este espectáculo de circo, animado por el convencimiento que nada puede hacer más feliz a mi madre que el circo. En este caso, ya había probado su calidad en su anterior incursión en Chile con la obra Rain que disfruté con mi viejita linda el 2011.

Tras una larga espera enfrente del Teatro Municipal de Las Condes y un accidentado viaje de mi madre en el taxi que la traía junto a mí, ingresamos al teatro.

El escenario vacío excepto por un escritorio, silla, basurero, lámpara y el clown sutil que nos entretendría mucho rato. La obra se apoya en una música excepcional y unas imágenes impresionantes de una ciudad de engranajes en la cual claramente las personas son minúsculas. Este circo es realmente puro y virtuoso teatro, en donde cada escena, en una vertiginosa secuencia de 90 minutos, nos pasean por el virtuosismo de estos sorprendentes artistas. Disciplinas muy diversas, tales como palo chino, malabares, báscula, mano a mano, rueda alemana, banquine, contorsiones y danza dan vida a una obra deliciosa y sorprendente.

De reojo miraba a mi madre que sonreía con tanta diversión (en mi caso estaba absolutamente extasiado y divertido), creo que gozaba como niña y yo como soy no más. Me encantó este circo, con guiños permanentes, con talento y sobretodo con un sentido de lo lúdico que me emocionó.

Siempre recuerdo esos circos pobres de mi niñez y me siento tan afortunado de poder disfrutar la evolución que ha tenido la disciplina circense que nos regala estas maravillas.

Salí feliz por mi experiencia y por lo que vivió mi madre, quien recuperó la capacidad de disfrutar en este nunca es demasiado tarde de la vida.

Asunción, un Paraguay inesperado

En mi búsqueda de placeres tenía inscrito visitar Asunción en Paraguay. No tenía claro si era bueno a priori o no, pero era parte de mi lista. Invité a mi partner a disfrutar esta incursión de disfrutes, después de todo podría ser una ocasión disfrutable para dos. Un breve viaje de avión para llegar a un curioso aeropuerto en donde sin pedir permiso las agencias de cambio te roban sin misericordia.

Obtuvimos taxi para llevarnos al hotel contratado, un viaje interesante porque es a través de zonas populares que claramente hablan de las carencias de la población.. No me pasa desapercibido el hecho que los visitantes siempre somos llevados a lo mostrable del destino. Cuánto no se nos muestra????

El Hotel Cecilia estaba bien, limpio y con aire acondicionado era adecuado para este caluroso paraje y con ánimo filetario nos dispusimos a disfrutar lo que venía. Tras caminar por un buen tiempo llegamos a la conclusión que la primera cena estaría perfecta en el restaurante Talleyrand, un sitio delicioso que nos permitió conocer el secreto del surubí, un pescado de agua dulce que la lleva. Pisco sour, agua mineral, la ricura del surubi preparado de manera misteriosa para hacerlo delicioso, nos acompaño esta primera noche en Asunción.

Un nuevo día en Asunción, llevó un desayuno de hotel, a veces muy abundante, pero nada que impida una caminata de largo aliento.  Visitamos la casa de gobierno (nada interesante), el congreso (menos interesante), un museo del ferrocarril, quizás lo más delicioso de la jornada que remató en un delicioso café en el Café Martínez (notable) como preámbulo a una cena en el mismo hotel que dormíamos, La Preferida se llama y no se si lo sería para mí. La comida  cumple pero no fascina.

En un nuevo día caminamos la ciudad, con paciencia y mucho calor, pero con la intención de conocer lo más que fuera posible. La de decepción de lugares cerrados y una cultura terriblemente perdedora marcó este día. Nos costó entender esto, pero con paciencia de explorador nos dirigimos a la Taberna Española, sitio en que disfrutamos a tope. Esto fue muy rico!!!!

Un viaje con contrastes en esta ciudad de historia detenida, algo que el gran Gabo habría incluido en su Macondo sin pensarlo demasiado. Esta parte de Asunción es definitivamente un lugar en el pasado.

De puro curiosos fuimos a la zona rosa de Asunción en donde se vive el otro extremo, gran despliegue de tiendas de lujo, mucho pub y nada que envidiar a Nueva Costanera o Isidora Goyenechea en la oferta gastronómica. Sin embargo, esto no es Paraguay como tampoco Chile, es simplemente la burda copia de Miami, que no me agrada encontrar.

 

 

Boulevard Lavaud : ícono del barrio Yungay

Este lugar, mejor conocido como la Peluquería Francesa es uno de los sitios imperdibles del Santiasco antiguo. He regresado muchas veces para disfrutar su estilo, sus muebles antiguos y sobretodo su cocina exquisita.

Cansado de buscar nuevos sitios en el centro de santiasco, me fui a la segura a este boulevard del barrio Yungay. tenía unas ganas irrefrenables de disfrutar buena cocina en un lugar que me diera potentes experiencias sensoriales.

Partí naturalmente con mi agua mineral y revisando la ingeniosa carta en forma de tabloide (en esta ocasión, una versión de homenaje al bicentenario) que por cierto me regalaron y que se archiva con agrado.

Elegí un maravilloso  plato de filete al oporto acompañado con un puré casero picante, mientras escuchaba una rica música en piano y deleitaba mis ojos con tantos muebles y objetos antiguos de exquisito diseño. Cada mesa con una  lámpara de velador pequeña encima, y bajo el grueso vidrio de la superficie se puede observar una gran cantidad de objetos antiguos insólitos. A eso se añaden las lámparas antiguas que cuelgan desde el alto techo, los espejos y la enorme variedad de  sillas y muebles que de tan ecléctica forma generan un estilo sinigual.

El plato elegido, sin comentarios, demasiado rico, esperaba que durara por horas, pero el hambre y el apremio del tiempo hicieron que fuera menos de los esperado. Acompañé esta maravilla con una copa de cabernet sauvignon de Casas Patronales que estaba fantástica.

Para los postres, nada mejor que pedir una trilogía de creme brulée, la selección del chef, sabores de frutilla, manzana y uno divino de café.

Agotado el tiempo, no me quedó alternativa que pedir la cuenta junto a un café negro, mi cierre de experiencia.

La Peluquería Francesa es una maravilla!!!!

Salas de Arte en providencia

Un paseo obligado por trámites por las calles de providencia, me permitió disfrutar de dos lindas salas de arte que aparecieron en este disfrutable barrio de Santiasco.

La primera la encontré visitando el Drugstore de providencia, visita obligada cuando tengo deseos de ver buenos diseños u hojear los exquisitos libros de gráfica de la librería Contrapunto. En dicho lugar y algo escondido, se encuentra trazos, una galería pequeña pero muy interesante. En exhibición encontré las esculturas formidables de Pilar Landerretche, escultora de breve pero contundente trayectoria desde el año 1998. El bronce y otros metales adoptan formas exquisitas, a veces imposibles, pero sin perder la posibilidad de reconocer el objeto.

Compartiendo el pequeño espacio, estaban las obras de welss@welss, parientes carnales y en el arte. Sorprendentes y apasionados, deslumbran con sus pinturas gruesas y texturadas. Los motivos cotidianos, las situaciones todas posibles y al mismo tiempo extrañas. fantásticas!!!

La segunda galería la encontré cerca de la costanera, se trata de Stu Art, a quienes ya conocía en el barrio Lastarria y que se trasladan a los bajos de un edificio, con más espacio y sobretodo con mejor iluminación. Lindas y complejas representaciones conceptuales y de mixturas de técnicas, desde líneas a recortes, textos y colores. Un gran pasaje pictórico.

Gran paseo visual.

Cerro Ñipas : un nuevo lugar para disfrutar

Antes de tomar mis vacaciones de invierno, no podía perder el regalo de conocer un nuevo cerro. Un día que se anunciaba con sol y que los malayos aprovecharíamos muy bien. El periplo comenzó de madrugada, como siempre y presurosos confluyendo en el punto de reunión en el kilometro cero de Farellones.

El ascenso comenzó puntualmente y el rumbo fue el mismo que inicialmente lleva hacia Alto del Naranjo o el cerro Provincia, pero ahí estaba nuestro DT Marcos para conducirnos por otra ruta para cruzar el curso de aguas y pasar al cerro enfente.

Al salir el sol, la maravilla de una vegetación silvestre y autóctona nos acompañó gran parte del camino. Aparentemente poco transitado, debimos crear marcas para no perdernos al regreso, siguiendo el ejemplo de Marcos.

Un cerro precioso y como mágicamete ha ocurrido en los últimos paseos, un cóndor nos sobrevoló varias veces a muy baja altura. Espero que no esté acechando en modo cazador. Desde la cumbre, teníamos al frente el Cerro Provincia, majestuoso y nevado y las antípodas los tres centros de sky que imaginamos llenos ese día, ya que vimos en desenfrenada carrera a muchos visitantes en el camino de subida a Farellones.

El menú malayo se concretó con los manjares habituales, las deliciosas aceitunas rellenas, las mezclas caseras de cereales, chocolates, té con manzana y canela, el inimitable café de David y los turrones de rigor.

Gran aventura y precioso día.

Provincia : un cerro comepiernas y más

Hay cerros en las cercanías de Santiasco que merecen su reputación. El Provincia es uno de ellos, pues la fama de comepiernas, es decir, de desangrador y cansador en extremo, es realidad.

Me levante a las 5:30 de la madrugada del sábado, para alcanzar de ajustar mi mochila y ánimo para la travesía. A las 6:30 en punto me pasaron a buscar al punto de encuentro. De ahí hasta el puente Ñilhue fue solo un trámite. había que ganarle al sol en su anuncio y eso implicaba marcha fuerte hasta Alto del Naranjo.

Gran lugar, hay refrescadora sombra y los infaltables buhos que se ocultan en la sombra de un magnífico árbol, a dos horas de caminata.

Ahí nos encontrábamos a 2/5 del camino hacia la cumbre del Provincia. Partimos presurosos, aprovechando un día espléndido con sol y temperatura agradable.

Los doce que continuamos en el desafío, no sabíamos que acercándonos a la cumbre encontraríamos nieve y hielo. Mientras más cerca de la cumbre más difícil se hizo el camino, estaba extremadamente resbaloso y ninguno de los nerds se nos ocurrió llevar crampones. Lo cierto es que evaluando la situación, debimos conformarnos con la cumbre falsa (a 5 minutos de la verdadera, que tal?) para no correr riesgos innecesarios.

A la falsa cumbre llegamos pausadamente todos, con buen tiempo para disfrutar un menú malayo. Aparecieron las galletas de múltiples sabores, le agregué un queso a la finas hierbas con acompañamiento de aceitunas que conseguí un par de semanas atrás en Til Til, le sumé un choricillo artesanal, que se unió perfectamente a los descarozados mezclados con chocolate y turrón de coco, al té con miel y al generoso y espléndido café brasileño de nuestro master David.

La peligrosidad del lugar fue evidente cuando vimos un celular evolucionar sobre la superficie del hielo y proyectarse al infinito en una caída increíble al vacío (lo siento David, deberás conseguir otro). Tan solo 10 minutos después una botella con agua (y jugo isotónico) salió disparada al vacío en menos de 2 segundos. Estábamos en un sitio claramente peligroso!!!.

Trás un buen menú malayo, nos dispusimos a descender, algunas instrucciones para asegurar que no hubiera accidentes y nos largamos. Fue vertiginoso, aunque al menos para mí fue el preludio de tres caídas dolorosas. Cuando las piernas no dan el ancho, con seguridad, te das un costalazo de competición. En resumen, tengo pérdidas de piel en dedos de mi mano izquierda, en la muñeca de mi mano derecha, en mi antebrazo y en mi codo. Nada grave, pero claramente el cerro se reflejó en mí.

Igual, llegar de vuelta es un placentero espasmo, llegué cansado a ultranza, casi a punto del colapso, pero vivo, demasiado vivo!!!

Ascender en la montaña es más que la altura, es más que el esfuerzo, es un encuentro místico con tu propia humanidad.

Tour de museos : un acierto dominguero

Con cierta regularidad y tratando de apuntarle a los cambios que se hacen en las diversas salas de los museos, hago este delicioso tour y vaya que valió el esfuerzo de salir con el tremendo calor de Santiasco.

Partí en metro hacia Quinta Normal, el primer destino el MAC. Una gran exposición que ocupaba gran parte de las salas del segundo piso. Provocadora muestra. En la sala 6a encontré una delicada metáfora visual, desechos industriales, zapatos rotos y nichos del cementerio, todo lo que se bota finalmente reunido. En la sala 6b, prepárense para una sorpresa auditiva.

Después, en la sala 10 me sorprendí con un video casero. Una cámara quieta filma continuamente, mientras un tipo sale de la casa desde donde se filma y deja un cuadro de pintura nuevo en un cerro de bolsas de basura en la calle. Luego regresa y la cámara espera. Pronto aparece el camión recolector de la basura y uno de los recogedores de basuras, lo descubre y comienza a admirarlo. Se baja el conductor del camión (normalmente es el jefe de la cuadrilla) y comienza a forcejear con el primero para quitarle el cuadro. Tirones, golpes y rompen el marco del cuadro. Contento con su conducta iconoclasta, se burla del trabajador que descubrió el arte. Finalmente, tras varias miradas y remiradas al cuadro, lo botan con el resto de la basura. ¿de tanto recoger basura, necesitan que todo sea basura?. Fuerte.

En la sala 11, algo divertido, una alfombra con calcetines cosidos los que fueron recolectados entre muchas personas y cada una de ellas eligió una canción que le gustase. La invitación es a bailar y mirar los calcetines mientras se escuchan cientos de canciones seleccionadas.

Salí rumbo al M100, donde siempre hay algo bueno. Esta vez, fui afortunado porque pude vivir completamente solo una experiencia aterradora. (Uuuh). La obra ¿Dónde Están? del famoso y talentoso Iván Navarro. Me pasan un diario de tapas negras con el mismo título de la obra y una linterna. Luego caminé por una plataforma que sube hasta la entrada de la sala, lugar en completo silencio y oscuridad salvo por unos fluorescentes rojos. La linterna, pensé, es para poder caminar en la plataforma que sigue ascendiendo bordeando un espacio central. Pero había una sorpresa, abajo un mar de letras, las que iluminadas por la linterna permitía encontrar nombres de asesinos, torturadores y esbirros de la dictadura militar. Cual sopa de letras, hay nombres en la horizontal, vertical y diagonales, todos y cada uno de ellos han sido procesados aunque la mayoría no condenados por la justicia. La atmósfera se vuelve compleja con el descubrimiento y comencé a sentir claustrofobia. Terrible, ahora no se pregunta por los detenidos desaparecidos sino por ellos, los que todavía caminan por Chile cargando en sus consciencias la maldad desatada.

Regresé al metro Quinta Normal y me percaté de una muestra de afiches de grandes películas, lo que fue un lindo contrapunto visual, ya que en la estación en que me bajé, Bellas Artes, había una muestra de fotografías de la Pequeña Gigante, recuerdan su paso por Chile. Maravillosa.

En el Bellas Artes, todavía está la muestra fotográfica de Robert Frank, no se la pierdan. En el primer piso dos nuevas exposiciones, la que me gustó mucho fue la de Ruperto Cadiz, gran imaginación, entretenido y provocador.

En el MAC del Forestal, Juan Gómez Quiroz juega con las deformaciones de las imagenes como si fueran los espejos de una feria de diversiones, muy notable la habilidad. En el zócalo, una muestra inquietante. Colgados de fierros con ganchos, cual carnicería o matadero, unas extrañas figuras de grueso cuero, asemejando vestidos o algo así, con delicados bordados y tatuajes. Una muestra de escultura y provocación del galés Dai Rees.

Última parada, visité el MAVI en el paseo Lastarria. Variada muestra con videos y pinturas. Sorprendente el cuadro titulado Mariella de Daniela Kovacic y una juguetona propuesta de Carlos Zúñiga con su Detenido en Apnea, en donde usando guías telefónicas y tinta china configuró un collage tremendo y si se tiene paciencia se puede sacar hoja por hoja en orden y llevarse el cuadro a casa. Hay miles de copias disponibles.

De regreso, observé que en El Biógrafo están dando la última película de Michael Moore, SickO. No se la pierdan, las semejanzas con Chile no son casuales.