Salaam Bombay : sencillo y delicioso lugar

A pesar que le conozco muchos años, fue relativamente reciente que decidí probarlo y fue una gran sorpresa. detrás de su apariencia poco atractiva se oculta una cocina india de gran nivel y he vuelto muchas veces a disfrutar los ricos sabores de la comida india.

Este sitio posee una sencillez que contrasta terriblemente con la magnificiencia de mi querido Majestic, quizás el mejor lugar de comida india que he disfrutado en Chile, pero me gusta. Me gusta la cálida atención y la rapidez sorprendente de la cocina. Una vez elegidos los platos, es muy breve el tiempo de espera y eso se agradece.

Estuve paseando en cleta por el cerro San Cristóbal a partir del mediodía, por lo que acumulé mucho hambre en esas horas de meditación en movimiento. Había regresado muy avanzada la madrugada del concierto de despedida de Sebastián Jordán Quinteto en Thelonious por lo que dormí hasta tarde. Necesitaba un almuerzo potente y lleno de sabores, lo cual solo se consigue en lugares como Salaam Bombay.

Partí con mi habitual botella de agua sin gas y pedí un Garlik Nan (pan con incrustaciones de ajo), una masa exquisita que sirve para acompañar cualquier plato. Un plato de arroz con camarones y finas hierbas llamado Ginga Briani y un plato de carne molida de cordero al tandor, Sheck kabab, maravilloso. Para acompañar esta maravilla de sabores, bien viene un Syrah y en la pequeña carta de vinos encontré uno de Santa Digna, todo un acierto.

Me gusta este lugar, tiene lindos recuerdos en mi mente.

Bar Panchito : un acierto mexicano

Cenar algo rico y en un sitio nuevo es una tentación que pocas veces resisto y esa noche quería cocina mexicana, por lo que mis pasos fueron directo al barrio Condell en donde hace pocos meses vi nacer este bar restorán.

Si bien se presenta como bar, en realidad es un buen lugar para comer. Una casa de dos pisos que antes ocupó la interesante cocina de autor del restorán Suquet (duró muy poco, no?), fue delicadamente ambientada para dar vida a este nuevo lugar.

En la entrada un bonito juego de aguas, en las paredes murales, dibujos en papel de envolver y muchos soles de greda y madera. Rápida atención y ya tenía mi aperitivo, un Sunrise (tequila, naranja y granadina) acompañando un pote de guacamole y nachos. Sobre la mesa, papel de envolver y un conjunto de lápices de cera, para rayar a gusto.

La carta con muchas variedades de tequila, cocktails, sangrías y cervezas. Entradas desde guacamole, pasando por ceviche, ensaladas, tacos, platos fuertes, enchiladas, fajitas y un gran etcétera. Nada de Tex-mex, comida mexicana de verdad.

La cocina al fondo tras una vidriada vitrina, la música llena de baladas y artistas mexicanos y otros no tanto (Beto Cuevas). Pedí unos tacos del pastor (carne marinada con mucho picante y piña) y unos tacos bistequeso (carne asada con queso y pimiento). Potentes platos que merecían un rico vino y la carta de vinos traía una sorpresa, un syrah Tuniche 2007 del valle de Cachapoal, exquisito!!!.

Cené al calor del ají y la música hasta la hora del postre, un pastel de elote (maiz) con coulis de fresa, delicioso. Fue necesario un buen café negro para cerrar esta potente cena.

Qué rica es la comida mexicana!!!

10º Cata y Vino en Hotel W : buen tour

La décima versión de esta fiesta de vinos y sabores gourmet, no podía elegir un mejor lugar, el fantástico hotel boutique W. Un marco muy top para una incursión por sabores delicados y especiales.

Instalada en el tercer subterráneo (de los ocho existentes!!), esta fiesta anual me esperaba con algunas sorpresas. Lo primero que me llamó la atención fue la gran cantidad de personas, más bien jóvenes, lo cual me alegró pues significa que tempranamente están disfrutando de la vida. Después, observé varios stands dedicados a las cervezas artesanales (Szot, ToroPaine, Cervecera del Puerto), poco a poco se abren paso en el mundo gourmet.

La mayor cantidad de puestos de exhibición estaban dedicados a esos productos especiales y selectos, tales como frutos secos (Kitchen Republic), Tribú natural food, Zoe (té), Manka (productos gourmet), Antipastos Toty, Aceites de Oliva (ChileOliva), patés (Paté Sur Mundo) y muchos más. Una sorpresa adicional me lo dió la existencia de wine jelly de AlmaSol, muy especial y novedoso para mi.

Bueno, lo central de esta incursión son los vinos, así que un poco desordenadamente recorrí los distintos salones para probar buenos vinos. Pudo recordar un delicioso ensamblage de Montgrass llamado Ninquén (65% Syrah y 35% cabernet) fantástico y con un potencial de guarda notable. Un clásico imperdible para mi gusto fue el 1 de Viu Manent, un malbec 2007 que viene del mismo cuartel Nº4 de los años anteriores. Maravilloso.

En cuanto a los Pinot Noir, partí con un Veranda Grand Cuvée del valle del BíoBío, pinot noir 2007 exquisito, un Queulat 2008 pinot noir gran reserva, que compite con otra maravilla un Herú de Ventisquero 2007 y un maravilloso TH de Leyda 2008. También probé un Gran Reserva Pinot Noir 2008 de Casas del Bosque que estaba notable.

El Carmenere 2007 Grial de Apaltagua me hizo sentir el chocolate, hermoso contrapunto con el Neblus de Casablanca (90% Syrah y 10% Merlot) que estaba increíble. Dicen que solo producen 300 cajas por año. Uff!!!. Otro carmenere rico fue el Gran Cuvée 2007 de William Fevre del valle del maipo, con cuyo enólogo (Felipe Uribe) conversamos brevemente acerca de la buena relación precio calidad de este vino.

Un ensamblaje potente fue el Conde de Superunda 2002 de Miguel Torres con unos taninos de miedo, parecido en potencia a un i latina 2008, un syrah 100% elegante y potentísimo. Del valle de Limarí, probé un OchoTierras Syrah 2008 que estaba maravilloso. Una grata sorpresa fue el Red One de Chilcas, un ensamblaje de cinco cepas del año 2007.

Un salón estaba dedicado a los vinos australianos y no me hice de rogar para probar Syrahs. partí con un Black Label Shiraz 2005, 100% de la cepa y con un extraordinario sabor a chocolate y arándanos. Seguí con Shiraz 2007 de Jip Jip Rocks, con asombrosos tonos de berries, canela y chocolate. Que ricos están los Syrahs!!!

En fin, tanta variedad, tanta exquisitez, es una gran experiencia!!!

Thai House: una aventura thai

Había divisado este lugar hace un poco más de un mes atrás, pero no me había atrevido a ingresar. Mi experiencia dice que al menos debe darse un mes de marcha blanca a cualquier sitio para alcanzar un punto de equilibrio inestable pero evaluable.

Llegué a una hora prudente de cena y me di cuenta que estaría solo por un buen rato, no obstante la chica se afanó en atender bien (el único cliente piensa que es único), eso se valora y mucho.

La carta presentaba unos ricos aperitivos, mi primera selección el curry puff constituido por papas, pollo triturado, curry en hojaldre) al final resultó en un Satay mixto, o sea unas brochetas de pollo y vacuno a la plancha marinados en finas hierbas con salsa de mani y pepinos caseras, pequeñas pero sabrosas brochetas (2 y 2).

La carta incluía sopas, ensaladas, curry de pollo, cerdo, vacuno, productos marinos y camarones, también salteados diversos, unos maravillosos fideos de arroz e incluso unos platos delicadamente marcados con íconos de ají como referencia (se agradece la gentileza, hay lugares que no avisan y llegan platos incomibles)

Finalmente, en la entretenida oferta de la carta, elegi el gaeng matsaman, una pasta de curry matsaman con leche de coco con papas y mani y carne en trozos que imaginé perfecto para mí. Lo pedi con camarones y agregue una porción de arroz (no hay otra opción, pero creo que iría bien), ya que podía ser pollo, cerdo, vacuno, productos marinos y camarones, mi afortunada selección.

El lugar con una zona de fumadores en la planta alta, una deliciosa música suave, algo pop y mucho de baladas en inglés. Musica lenta y sabrosa.

Me llamó la atención el uso de cubiertos de bronce, eso es muy étnico y particular. En fin, acaban de cambiar al chef, por lo que vienen cambios en la carta. Estéticamente , las paredes de riguroso blanco, piso flotante y muebles de madera en linda armonía, hacen que el lugar respire tranquilidad y eso me gusta, parece que soy el único comensal a esta hora, así es que inclui un Casa Silva Syrah Gran Reserva 2006 que espero sea una maravilla y por supuesto que lo fué.

En fin, para el plato de fondo, me traen palitos de fina madera con un envoltorio de lindo género, un preambulo de placer. Oh, los camarones no vienen pelados por completo, pero son gigantescos!!, se viene una música suavecita, un plato exquisito, los manis que aparecen de vez en cuando entre el arroz dan ese toque sorpresa de textura y sabor, mezclado con ese sabor picantito…. en fin, me quede pensando si hubiera unos pistachos, sería aun mejor la sorpresa.

Bueno una hora llevo aquí y apareció otro personaje hambriento (como yo) y ahora engulle el mismo plato que elegí.

Deja vu!!, oh no, el blues de los solos repetidos. Mejor me voy

Celebración del Día de la Tierra en Caruso ¿porqué no?

Cada 22 de abril se celebra lo menos cuidado por el ser humano, nuestro planeta. Realmente, ¿cómo se puede celebrar sin darnos cuenta de la sistemática destrucción que hacemos de todo?. Eso incluye nuestras propias vidas, agotadas en el ejercicio del ego desatado en la creencia de la superioridad del más débil de los seres vivos que existe en el planeta: nosotros, los seres humanos.

En fin, a mi me gusta disfrutar cada día que vivo en este lugar y hoy decidí hacer una celebración privada por todos, los conscientes y los que no. Que importa.

Tras una jornada laboral intensa, mis pasos tenía destino, el restorán Caruso del Hotel Crowne Plaza. Un inmenso hotel, elegante y ubicado en ese curioso límite de Santiasco, llamado Plaza Italia, en donde se celebran los mayores éxitos que identifica el pueblo chileno (confluyen allí masas desde todas partes cada vez que hay que celebrar) también es ese lugar que una parte de los habitantes de Santiasco considera el umbral o pórtico de la pobreza (jamás bajan de ahí, salvo como anécdota). La frontera entre lo lindo y lo que no, entre lo pobre y lo otro. La muralla china del asqueroso credo clasista chileno.

Me instalé en este bonito lugar para pedir, antes que todo, una botella de agua mineral sin gas, indispensable a la hora de preparar la degustación de una buena cena. Mientras revisaba la carta, me traen una fina canasta de panes y un recipiente con mantequilla y aceite de olivas. Gran detalle!. Pan especiado, otra variedad que en textura y color parece un queque, una delicada sopaipilla, en fin una muestra variopinta de bocados de masas para entretener el paladar.

La carta contiene una variedad austera pero sabrosa de platos que incluye entradas frías y ensaladas calientes y sopas, carnes (res, cordero y ciervo), frutos del mar (atún, lenguado y mariscos) y los términos de postres (nacional, internacional y lo que queda). Una carta pequeña pero claramente contundente.

Elijo un plato prometedor, un civet de ciervo marinado al cabernet sauvignon, chucrut morado y una porción de enebrina y vegetales con spatzle. Traducido en términos prácticos, se trata de un vistoso plato con cortes finos de carne de ciervo delicadamente marinado en un buen cabernet sauvignon, acompañado de una porción deliciosa de chucrut de repollo morado y un pote con unas masitas pequeñas mezcladas de verduras salteadas en olivas, que arman un plato formidable!!. Sin considerar el efecto estético de unas hojas de lechuga costeña, la verdad es que el plato se veía magnífico, olía de lo mejor y en la boca fue un placer de dioses. Extraordinario!!.

Acompañe con algo maravilloso, una botella del Syrah Reserva Corralillo de Matetic año 2007 (Valle de San Antonio), definitivamente imperdible. Una armonía total y un placer que todavía resuena en mi paladar. Lo mejor de todo, es que como la carta de vinos del Caruso está en extinción (la cambian en estos días, según me informan), tuve que elegir de la oferta del Festival de Vinos Reserva 2009 (por favor aprovechenla), un ofertón que implica que tengo ante mí una segunda botella gratis de ese manjar de vino, que espero disfrutar cuando cocine algo apropiado.

Tras el placer de mi celebración, me sentí forzado a disfrutar un filete de postre y no tuve que pensar mucho, me sedujo inevitablemente el llamado Delicias de Chile, un muestrario de maravillas que incluía Tres Leches de Lúcuma, un Mousse de papaya con crocante confitado, un delicado Parfait de Murtilla y Quinoa tostada y un Sorbete de Mango Sour. No pregunten nada, definitivamente exquisito!!!

Un ambiente elegante, tranquilo y sobrio, con un servicio de primera (da gusto conversar con mozos entrenados en tantos detalles) y especialmente amistoso. En definitiva, una experiencia inolvidable.

Cata de Syrah : exquisitas sorpresas

Una vez más la Escuela de los Sentidos abrió la invitación para una buena sesión de placer de degustación de vinos. En esta oportunidad, una cepa que comienza a abundar en Chile y a sorprender.

Tras una breve reseña del origen de la cepa y de sus mejores representantes en el planeta, pasamos a degustar una delicada selección que Pascual Ibañez nos tenía preparada.

Partimos con Chocalán Reserva del 2004, Valle del Maipo, un vino sabroso aunque un tanto rudo en su sabor y aroma. Seguidamente un versión muy redonda y rica, Wine Maker 2004 de Porta, Valle del Aconcagüa. Otro delicioso exponente del Valle del Maipo fue el Aresti Reserva 2005, delicioso, casi goloso, óptimo para acompañar quesos granulados o duros.

Después llegó el turno de un Carabantes 2005 de Von Siebental, Valle del Aconcagüa, un vino fragante de especias y buena madera. Hasta este momento el mejor del grupo. Ahí llegó el potente Tabalí Reserva 2006 del Limarí, extraordinario, un vino tremendo. Finalmente, la sorpresa mayor, un Pérez Cruz 2004 del Valle del Maipo, increíble, el mejor Syrah que he probado, tan rico que podría beberse solo.

Magnífica y placentera sesión, quedé con ganas de más.

asian bistro : placer inesperado

Es poco feliz para mí una incursión en Parque Arauco, el paraíso del consumismo, el reinado de la impostura, en fin, el mundo ficticio de muchos chilenos.

Bueno, tenía que comprar algunas cosas y en domingo no quedan muchas opciones. Tuve que ir a este lugar y prefiero hacerlo disfrutable.

Me dirigí raudo hacia el restorán Asian Bistro ubicado en el boulevard, pero para sorpresa mía, estaba llenísimo, siendo pasadas las 14 horas. Decidí partir con las compras y regresar luego. Sabia decisión, cuando regresé ya pude elegir una buena posición en una rica terraza.

Partí con mi acostumbrada agua mineral sin gas, mientras elegía un buen plato de fondo. Este lugar se especializa en comida japonesa, china y thai; además de algunas combinaciones curiosas con otras cocinas del mundo.

Como el hambre arreciaba, pedí unas exquisitas empanadas de camarones, un tremendo plato muy bien presentado con un pote de salsa de tamarindo excelente. Las empanaditas de un tamaño apreciable, se dejaron comer turnando la salsa de tamarindo con salsa de soya cocida.

Para el plato de fondo, decidí experimentar con un plato especial Asian French. Se trata de una pierna de pato confitada con una salsa de cinco sabores, con un magret de pato a la plancha y una base de piña. Francamente, delicioso. El vino, infaltable, un syrah 2006 de Santa Ema que empato delicadamente con la comida.

Contento por el acierto, añadí un postre increíble, Pinneapple Carpaccio, helado de jenjibre sobre delicadas láminas de piña recubiertas con un almíbar de cilantro. Notable!!!

Así valió la pena el esfuerzo de ir al mall.