Jewel of India : grato descubrimiento

Es primera vez que puedo conocer tanto un restaurant sin que me haya servido nada en él. Todo esto, por mi permanente curiosidad y la amabilísima atención de Rakesh Arora, el dueño y diseñador de lo que podría llegar a ser  un lugar sorprendente en la oferta de comida india en Santiasco.

Una casona de 800 m2, completamente remodelada y ambientada para disfrutar. Guiado por el dueño, recorrí los salones del amor, de los dioses, del baile. cada uno ambientado según el tema con preciosos grabados en madera. Parte del material con que llenó dos containers,  que según me cuenta trajo de la India. Cortinas, muebles, lámparas, cerámicas, adornos y muchas cosas más, forman parte del material importado.

La cocina,  gigante con todo tipo de instalaciones y llamativamente tres tanques acerados para preparar delicias al tandoor. Muy iluminada y espectacularmente nueva. Para operar, 4 cocineros indios (otra importación imagino), para quienes hasta dispone de dormitorios en una planta alta. Increíble detalle.

Para esta época, lo que más me entusiasmó es la enorme terraza en un patio interior que espero ofrezcan desde un inicio, ya que permitiría cenar deliciosamente.

El lugar está adorable y lo único que impide atender público es la entrega de la patente por parte del municipio. En fin, espero conocer la gastronomía del lugar en los próximos días. Promete!!

Regreso a Majestic : delicias por doquier

Cuando pienso en comida india y especialmente en un día con muchas ganas de comer rico, entre varias opciones, me entusiasmo con este rico restoran Majestic. Debo confesar que mientras me dirijo a este sitio, mis jugos gástricos bailan de placer.

Venía de un largo krrtrekking, sediento y hambriento, por lo que partí por un gran vaso de agua mineral helada y luego pedí un Kima Nan, un exquisito pan indio relleno con carne molida de cordero y especias. Un preámbulo de los sabores que continuarían.

De la deliciosa oferta de Majestic, hoy decidí por un Fish Amarsari, exquisitos trozos de congrio frito marinados con anís y harina de garbanzos, con ese rojizo característico de muchos platos del lugar. Llegó sobre un plato de fierro caliente y sobre una cama de cebollas y pepinos. Mmmmhhh, que maravilla!!.

Para acompañar mi plato, nada mejor que un Ginga Biryani, una fuente de arroz con camarones ecuatorianos y especias, que venían a pedir de boca. Además, solicité una botella de Syrah Leyda Classic Reserva 2009 que estuvo magnífica con mi selección gastronómica.

Para los postres, no necesitaba mirar la carta, hay uno que me enloquece y es el Kulfi de Pistachos, divino!!.

Solo me quedaba beber un buen café negro y lentamente iniciar el regreso al merecido descanso.