Restaurantes en periodo estival

Hay algo de pereza que me viene con la canícula espantosa de Santiasco, pero debo reconocer que no significa que dejo de visitar sitios gastronómicos ni realizar mis ritos  disfrutables. Por eso, esta crónica es un rápido paso por los lugares que visité una o más veces en casi dos meses extremadamente calurosos y por cierto, muy trabajólicos.

Comencé el 05/02 revisitando El Otro Sitio, gran lugar de sabores probados y buena atención, al día siguiente fui con una entrañable amiga a conocer el Costa Verde en Barrio Lastarria, comida sabrosa pero lenta la cocina y finalmente no muy distinto de cualquier restaurante peruano. La siguiente noche fue el turno de una abundante cena en La Hacienda Gaucha, carnes por cierto y buen vino, algo destacable del lugar. El almuerzo del día 08 de febrero fue con una gran amiga en Le Flaubert, una delicia como siempre.

El día 10 almorcé en la Cevichería Constitución del Patio Bellavista cerca de las 17 horas, atención garantizada en todo horario aunque ya he probado todos los platos (porqué tan breve la carta?). La noche siguiente decidí probar un sencillo pero interesante lugar de sandwiches, me refiero al Dalai Lomo, sabrosa hamburguesa casera y buena cerveza, una buena solución para el hambre desatada. La siguiente cena me llevó al barrio Italia para probar un lugar que casi siempre he encontrado cerrado. Se trata del Restaurador, una clara referencia a las tiendas de muebles viejos del barrio y que teniendo todo para ser un gran lugar, tiene una atención muy deficiente. Un par de días después, el día de los enamorados, tras constatar que a todo el mundo le bajó el amor (teniendo 364 días para demostrarlo), no me quedó opción para mi cena que no fuera el restaurante del hotel Crowne Plaza, el viejo Caruso. Debo confesar con dolor, que nunca más volveré, pues la cantidad de errores del servicio supera con creces mi paciencia.

El día 16 de febrero re-visité el exquisito Squadritto para servirme una buena pizza acompañada de buen vino. Un lugar cumplidor a pesar de los años que tiene. El domingo 17/02 fui por un plato conocido al restaurante Le Fournil, ya que a la hora que regresé de mis paseos en bicicleta cazando graffitis no me quedaban muchas opciones, excepto las del Patio Bellavista. Al sábado siguiente, me pasó algo similar y terminé almorzando en el Zocca Pasta & Pizza. El domingo 24/02 tras mi tour de museos, mi krrtrekking favorito concluí el periplo almorzando (casi cenando por lo tarde) en La Junta del Boulevard Lastarria. Razonable atención y sabrosa cocina aunque claramente falta una clase de vinos a las chicas, me da pena como abren una botella y la sirven sin ningún conocimiento.

Lo siguientes días pasé por La Casa de la Luna Azul y el Cafetto, nada que comentar hasta que el 01 de marzo regresé a Esquina de Dioses, para almorzar en mi primer día de vacaciones en dos años, un lugar delicioso que espero continúe por largo tiempo. De regreso de mis vacaciones por el sur, el día 13 de marzo, cumpleaños de mi gran amigo Eric, lo celebré en su ausencia con una cena en el peruanísimo Olán, un imperdible en comida peruana.

Los siguientes días pasé por una Piadina en PezToro, gran lugar del barrio Lastarria, un exquisito rumano a la italiana en la Fuente Alemana el día 19 de marzo y una cena inolvidable en la inmejorable terraza del CasaLuz la noche siguiente, solo comparable con la terraza preciosa del extraordinario restaurante Capperi en el Barrio Italia en donde cené la noche del 22 de marzo.

En fin, pereza de escribir mis crónicas pero jamás de disfrutar!!

Peumayen : fusión ancestral y gourmet deliciosa

Caminando en busca de un sitio en donde almorzar tarde tras un rico paseo a la precordillera, encontramos un nuevo restaurante en un sitio que solía ser una oficina en el barrio Bellavista. Hace un par de semanas abrieron a público aunque no cuentan aún con la patente de alcoholes, pero ello no fue obstáculo para disfrutar una de las mejores propuestas gastronómicas del último año.

Una gran casa de dos pisos a la cual dejaron los ladrillos a la vista en un toque rústico, recuperaron las buenas maderas y añadieron más para crear un territorio de sutil elegancia pero manteniendo esa reminiscencia de lo simple y autóctono. La música claramente étnica, con mucho condimento sureño y aires mapuches. De hecho, el vocablo Peumayen significa «lugar soñado» en mapudungun.

Un tarde con una temperatura de infierno nos hizo elegir sin dudar la terraza interior, un acierto delicioso pues tenía sombra y una escurridiza brisa que acompañada con un refresco a base de chicha morada y menta, poco a poco nos permitió comenzar a disfrutar. Con tanto calor además pedí un jugo de sandía, pera y algo más todo muy helado, impagable la sensación de frescura.

Muy bien atendido por un muchacho que mientras elegíamos nuestros platos, trajo unos appetizer de atún sellado y pera y luego nos hizo llegar la panera, que por cierto mas bien parecía una muestra de degustación con muestras de todas las regiones de Chile incluyendo Isla de Pascua. Ahí comenzamos a sorprendernos, recién comenzábamos el almuerzo y ya habíamos disfrutado muchos sabores además muy bien presentados.

La entrada fue en formato de degustación, pequeñas porciones con delicados sabores y toques de finas hierbas, una verdadera construcción artística y de inolvidables sabores. probamos desde un roast beef, pasando por una lengua de cordero, un anillo de conejo y hasta pulpo apanado usados como base de unas refinadas y pequeñas muestras de sabores chilenos.

Para los fondos elegimos una merluza austral con costra de cilantro y avellanas sobre un guiso de jaiba y para mí un salmón sobre una pastelera de choclo y una suerte de pebre con trozos de frutillas. Antes de llegar estas maravillas, el mozo nos hizo neutralizar los sabores con unas bolitas de hielo con trigo y naranja, perfecta sensación.

Como una atención del local, nos regalaron una copa de vino, ya que no pueden venderlo aún, pero se agradece la delicadeza y nos quedó claro que el chef, uno de los dueños del local, sabe crear experiencias disfrutables en sus clientes.

Al terminar nuestros fondos, nuevamente nos deleitaron con ese sorbete de trigo y naranja para neutralizar sabores, mientras ordenábamos el postre, otra degustación de sabores de todas las regiones del país. Pequeñas porciones de helados diversos incluyendo uno de sandía, plátano frito con quinoa pop, un bombón de chocolate, chapalele con chancaca, un postre pascuense y un galletón exquisito. Un verdadero festín de sabores que acompañamos con una cafetera al estilo francés para ponderar el negro café que cerró nuestra fantástica incursión en este lugar.

Saliendo del lugar, conversamos con el chef, un robusto argentino (curioso que cocine comida ancestral chilena y tan bien) quien nos habló muy orgulloso de su emprendimiento y que nosotros estamos seguros les debería ir muy bien.

 

Nueva visita al BocaNariz : deliciosa experiencia

A mediados del 2012 visité por primera vez este rico lugar y moría de ganas de repetir la incursión. Esta noche fue propicia en tiempo y compañía para poder asistir a una nueva sesión de degustación. Cabe destacar que no teníamos mucho hambre pero ganas de disfrutar de todas maneras.

Elegimos una Ollita de corvina para compartir, un plato sorprendente que sería especial justificación para los vinos que habríamos de probar. Pedimos una variada selección de copas de degustación de cepas tintas carignan, syrah, cabernet franc. De lo que recuerdo, eran cepas de las Chilcas Single Vineyard, Santa Carolina Barrica Selection, Syrah Koyle Royale. Todas fantásticas y afortunadamente apropiadas para el plato que compartimos.

Aprovechamos de probar postres y pedimos un Crumble de manzana y unasFrambuesas al vino, postres que acompañamos con una buena copa de late harvest Tabalí reserva, una maravilla!!!

Sin mucho más que exigir dado el placer recibido, solo cerramos con un buen café negro.

 

Pinpilinpausha, siempre una gran opción

Después de disfrutar un gran filete de teatro del Santiago a Mil, nada es mejor que ir a un restaurante a conversar y disfrutar. Esta noche fue una de esas ocasiones y tras abandonar el teatro nos fuimos a buscar un buen lugar en el barrio Isidora Goyenechea. Tras descartar  los lugares bulliciosos, los cargados a la fritura y los feos (siempre hay), concordamos que sería bueno comer a la española.

Como teníamos declarada hambre, debíamos consumir una buena entrada. La elección fue sencilla, Locos con mayonesa y salsa verde y un plato de Camarones crocantes envueltos en zuccini y salsa thai. Una maravilla que disfrutamos con los tragos de aperitivo!!!

Pära los fondos nada mejor que un  Filete vacuno con salsa oporto acompañado  de papas fritas y un Spagheti a la española, un plato de fideos con queso manchego jamón serrano y champiñones, ambos deliciosos!!

Acompañamos el deleite con un Cabernet Franc Valdivireo 2008, una amplificación virtuosa de los sabores de nuestra cena. Qué rico!!

Para los postres, dudamos en la oferta pero finalmente salió un Sorbete limon de pica y una Luna Llena (drambui, helado vainilla y jugo naranja que solo esperaban el cierre con unso buenos Cafes negros.
 
Buena cena y excelente servicio en este recorrido lugar.

Celebrando cumpleaños en Confitería Torres

Un amigo con más de 20 años de amistad es algo que hace necesario celebrar su cumpleaños y como corresponde elegimos un lugar filete para almorzar juntos y aprovechar de conversar harto. El lugar elegido, la deliciosa Confitería Torres, el clásico del centro de Santiasco y también de esta celebración. Me sorprendió la cantidad de gente que ocupaba el lugar, de hecho, debimos esperar por una mesa y es primera vez que me ocurre en este lugar.

Partimos con unos Kir Royales mientras cada cual se entusiasmaba con alguna de las delicias estándares del lugar. Bueno, no hay donde perderse, el cumpleañero se fue con un filete a la pimienta acompañado con un puré de garbanzos y yo elegí mi eterno preferido, el filete al cilantro acompañado de una pastelera deliciosa. Cómo si fuese un deja vu, nuevamente nos encontramos con mi amigo de montaña con quien nos dimos un gran abrazo y me recordó que hace un año que no visitaba este lugar.

Para acompañar estos deliciosos platos, encontré en la carta un filete. Se trató de un Doña Paula Malbec 2008 de Mendoza que resultó una sorpresa deliciosa y que nos sirvió para brindar por tantos años de amistad.

Para los postres, me fui por una delicia tradicional chilena, un Huevo chimbo mientras mi compañero eligió un Turrón de  almendras. Postres maravillosos que fueron bien acompañados por el Café, aunque mi amigo toma café instantáneo, lo que en mi opinión jamás sed compara con uno de grano que destila bien negro su sabor como corresponde.

Gran almuerzo de celebración, hace tiempo que no podía dedicar un tiempo a quebrar una jornada laboral extenuante con algún disfrute prolongado.

 

Peperone : una opción sabrosa

Ubicado en la entrada que lleva por Chucre Manzur hacia la casa chascona de Neruda y los galpones, hace un año aproximadamente se instaló un pequeño café pizzería muy fashion. Ambientado con muebles antiguos, muchos objetos y buena música, es una opción que esta noche no quise desechar.

El lugar es sencillo y al mismo tiempo pretensioso, la carta es muy simpática pues cada pizza tiene nombre propio. La primera que me tentó fue la Maxima Eliana, con salsa tomate, mozzarella,  filetes de anchoa, alcaparras y aceite al ajo pero no habían anchoas. Así que decidí cambiarla por una Roberta Andrea, compuesta por salsa de tomates, queso de cabra, champignones, pimientos acaramelados y pesto. Al mismo tiempo, exploré la carta de vinos, pequeña pero suficiente para encontrar un Carmenere Las Mulas de Miguel Torres reserva 2011, combinación apropiada para disfrutar la exquisita pizza a la piedra.

El sitio muy tranquilo, bien atendido y con una selección de Jazz en los parlantes que me fascinó todo el rato. hay una gran voluntad gourmet y el lugar promete. Volveré.

Cenando en Nolita : una experiencia exquisita

Desde agosto que no regresaba a este rico y ecléctico  lugar del boulevard  Lastarria 70, pero ya era hora de regresar. Por tratarse de un día de semana en que pocos salen a cenar, no hice reserva y corrí el riesgo. Estuvo bien, había espacio y precisamente en la terraza, algo que me gusta especialmente en estos días y noches calurosas.

Cómo es habitual en este sitio, inmediatamente pedimos dos copas de espumante, el aperitivo por antonomasia y comenzamos a revisar la interesante carta para buscar algo novedoso. Mi acompañante seleccionó un Tortelloni Nolita, esto es, un tortelloni relleno con ricotta batida huevo pochado junto a una  suave salsa de crema y vino blanco con aromas a laurel. En cambio, yo preferí el Lechon mediterráneo compuesto por medallomes de lechón en cocción lenta con salsa de tomates,  aceitunas, pimentón rojo, zapallito italiano, cebollas, berenjenas y trozos de papas aderezado con aceite de olivas y tomillo. Unos platos fantásticos y que además preparan en un tiempo increíblemente breve.

Para acompañar nuestros platos, elegí de la carta de vinos un Toro de Piedra. un ensamblaje de Syrah y Caberbet Sauvignon, delicioso!!. Una cena impecable que disfrutamos lentamente bajo las estrellas.

Para los postres Caramel  y un Ciocolatino, además del café negro de siempre. El Nolita es una apuesta segura!!.

Celebrando como excusa en Park Lane

Hace ya un tiempo que no me juntaba con una gran amiga, quien por lo demás fue mi asistente ejecutiva por años, lo cual me dio una buena excusa para juntarnos a propósito del día de la secretaria (algo nada que ver con su trabajo actual).

A la hora señalada, pasé por ella a su trabajo y nos fuimos caminando a un lugar delicioso que no visitaba desde septiembre. Estaba muy lleno, pero el maître muy amable lo resolvió en pocos minutos. Partimos revisando la carta y pidiendo al paso unos ricos kir royale para brindar por el encuentro.

Si bien posee un bufet muy interesante desde hace un tiempo, preferimos pedir a la carta según el instinto del momento. De esta forma, mi amiga recibiría un plato de Costillar cerdo barbecue con toques de vainilla acompañado de papas gratinadas con queso cheddar, mientras que yo me moría por probar un Filete res relleno centolla a la grilla con rollitos vegetales cubiertos masa egg roll y toques de aceite de sésamo. Estos apetitosos platos combinarían fabulosamente con la botella de malbec. Reserva 2011 de Apaltagua originado en el valle del Maule.

Conversando y almorzando lentamente disfrutamos la exquisita cocina de este restaurante y cuando llegó el momento de los postres, de puro golosos, pedimos unas trufas fritas y unas papayas flambeadas, además del café negro de costumbre.

Este sitio tiene elegancia, buen servicio y sobretodo una gastronomía depurada que invita a re-visitarlo una y otra vez.

Torano : un servicio impecable

Mi costumbre de salir a zigzaguear por algunos barrios tiene sus recompensas. Esta noche, me pareció buena idea ir al barrio Italia en busca de algo novedoso y me encontré abierto un sitio que tenía en la mira hace rato. Se trata del restaurante Torano ubicado en una preciosa casona del barrio y que nos sedujo rápidamente a ingresar.

Dada la canícula que invade Santiasco estos días y noches, nos ubicamos al lado de una ventana para recibir algo de la brisa nocturna y eliminar ese factor incómodo que es el calor. Un sitio sencillo pero pensado como un centro de eventos, tiene un formato moderno y algo que notamos rápidamente, se preocupan del servicio. Bien por eso!!

Partimos pidiendo Pisco sour y una botella de agua sin gas para mí, ya que estaba profundamente sediento. La oferta de comida mediterránea en la carta se adivinaba sabrosa y elegimos un Rissoto al pesto e pomodoro guarnecido con tomates deshidratados y el contrapunto que decidí fue un pescado a la plancha con mantequilla y salsa al limón sobre una porción de sabroso couscous.

Los platos impecablemente presentados llegaron en breve tiempo después de haber disfrutado un appetizer de regalo, una porción de ceviche de rica textura. El entusiasmo creció y ordenamos una botella de pinot noir Villard que llegó a la temperatura fresca que corresponde. Siempre agradezco que un restaurante sepa cual es la temperatura de servicio adecuada y me sorprendió que el mozo se disculpara por traerlo frío pues han tenido clientes que piden un pinot noir a temperatura ambiente. Plop!!

Para los postres, un piacceri y un peccato, un plato mixto con Tiramisu, crema damasco, volcán chocolate y otro con Creme brulée, torta  de naranja y bizcocho. Deliciosos!!

Al cierre, por supuesto buen café negro y la grata sensación de haber conocido un buen lugar que sabe de servicio.

Diversitas : la nueva cara de El Templo del Inka

Paseando por calle Seminario esta noche encontré un nuevo restaurante peruano, una tentación irresistible para mi cuerpo. Instalado en el sitio, muy acogedor y espacioso, me informé que era una nueva versión de un viejo conocido, el Templo del Inka, un sitio que me trae lindos recuerdos.

La casona corresponde al antiguo local del Barcelona, el cual fue intervenido fusionando estilos con buena música y una llamativa  y enorme pantalla proyectada  con imágenes y mensajes en portugués, español e inglés.

Instalado en la generosa terraza, partí con mi botella de agua mientras repasaba la carta en busca de algo especial. Gran cantidad de platos que fusionan sabores peruanos y que sospecho provienen de un creativo chef.  Tomé la decisión de mi cena cuando encontré un pulpo en salsa anticucho y lo acompañé con un pinot noir Viña Mar del valle de Casablanca, una combinación realmente deliciosa.

Cené lentamente disfrutando la agradable brisa nocturna y la música de buen acompañamiento. Tras un café bien negro, decidí regresar a casa ya que la hora avanza demasiado rápido.

Se anota un nuevo lugar para disfrutar comida peruana.