Nuevo paseo en Montevideo: gran ciudad

Hace tiempo que no visitaba esta ciudad uruguaya, de la cual guardo lindos recuerdos. Aprovechando el feriado de semana santa, programamos con mi buena partner una arrancada con disfrutes en el formato que me agrada, pocos días y muchos placeres juntos.

Llegamos una madrugada al hotel en la zona de Buceos, para despertar en un día soleado a metros de la Rambla, la extensa costanera del Río de la Plata y comenzar una deliciosa caminata (no tanto para mi partner, menos acostumbrada a caminar).

Visitamos enormes parques y zonas de esparcimiento que cubren esos 22 kilómetros de costa, un espectáculo de calidad de vida, parecido a Viña del Mar pero mucho más extenso. Cuando las horas pasaron y el hambre se hizo notar, pasamos a un sitio llamado Los Sopranos, para comer unos de los platos más groseramente grandes que he visto. Fue como una versión godzilla de una chivita canadiense, una milanesa gigante, con tomates, aceitunas, lechuga, papas mayo, huevos fritos, papas fritas y varias cosas más. A pesar del hambre, ambos dejamos una buena porción, definitivamente era un plato gigantesco.

Continuamos caminando hacia la Ciudad Vieja, única opción en un Montevideo en la semana santa (toda la semana es de vacaciones para todos) y con un paro de locomoción colectiva (de verdad no había ningún transporte público!!). Haciendo cálculos sobre las 24 horas de paro definidas el día anterior, tras recorrer parte de la zona céntrica y tomar un rico café, conseguimos un taxi que nos llevó de regreso al hotel y a descansar de un día potente.

El siguiente día fue de tour, algo inusual para mis experiencias, pero fue muy interesante el recorrido por muchos lugares especialmente notables de la Ciudad. De todos me quedo sin dudas con La Carreta, una escultura formidable, de grandes dimensiones, y que observada desde cualquier ángulo pareciera que se mueve. Realmente una belleza!!!

En los siguientes días, al menos dos veces al día, visitamos restaurantes ricos y no puedo dejar de mencionar unos pocos. Parto con Panini’s, un restaurante italiano muy elegante y de los poquísimos abiertos esa noche. Disfrutamos un tortellini agridulce y un ravioli neri magníficos junto a una botella de Tannat Osiris H. N. Stagnari, delicioso. Para los postres una natilla y un volcán de chocolate además del café de rigor.

Cuando volvimos a la Ciudad Vieja nos entusiasmamos con la interesante oferta gastronómica del Mercado Agrícola, allí fuimos al Pellicer Parrillada Gourmet, que se veía muy lleno y con lista de espera. No tuve que acumular demasiada paciencia pues dialogando con la anfitriona pronto conseguí que nos asignara una mesa. No fue la mejor experiencia, aquí se notó que la masividad perjudica dramáticamente la calidad. Tal fue la confusión de la moza, que trajo a punto la carne que pedimos a 3/4 y recocida la carne que pedimos a punto. Bueno, con arreglo a la buena onda, intercambiamos platos y superamos el desastre.
Otro día fuimos pasamos por unos tragos al Novecento, un sitio ubicado en lo que fuera un teatro en las orillas del río, el Kibón como lo recuerdan los uruguayos. Lindo sitio para ver un atardecer

Un lugar que vimos cerrado varias veces, fue adonde conseguimos ir a almorzar un día. La Vaca es un restaurante muy rico, una casona grande en una importante avenida y con mucha demanda. Partimos con una morcilla salada para el aperitivo, seguida por una milanesa de lomo La Vaca y un ojo de bife también al estilo de la casa. Disfrutamos la buena carne con un Tannat Alta Reserva Gimenez. Cerramos con unos helados artesanales exquisitos!!

No es posible contar todos los disfrutes de este viaje, pero declaramos que apenas sea posible, queremos volver!!

The Raj : un sitio genial

Tras un sábado de krrtrekking en que recorrimos en cleta varias comunas en una apasionante cacería de graffitis, llegamos por casualidad a este restaurante en Manuel Montt. Una linda casa esquina que ya había probado antes cuando era sede de otro restaurante y que ahora deviene en una cocina india muy original.

Dejamos las cletas (ya cansadas) en un borde de la terraza y nos instalamos en la mesa más cercana. Una chica nos dejó la carta, por cierto muy abundante, y nos pusimos a buscar sabores.Dada la sed, partimos con unas buenas cervezas negras Kross Stout mientras seleccionábamos alguna delicia.

Decidimos por unas samosas y un plato Bhaji de ají, unos buñuelos picantes bañados en harina de garbanzos y fritos servidos en un chutney. Tamaña sorpresa, eran de verdad tan picantes que después de probar el primer bocado, ambos estábamos llorando y terriblemente congestionados. Pero, no se puede desconocer que hay placer, lo picante aunque no sea un sabor estimula la secreción de endorfinas y eso claramente se disfruta.

Cuando llegó el turno de los platos de fondo, la lista comenzó con un Naan de queso y ajo, Camarones en un masala de camarones tikka asados al horno tandoor y cocinados con especias y hierbas. Sumamos un pescado del sur de India llamado meen kuzchambu, un pescado al estilo chennai bañado en salsa picante de tamarindo. Tantos sabores merecieron rápidamente una botella de Syrah de Tamaya y acompañamos con un paneer pulao de arroz basmati con cebolla frita y castañas de cajú.
Tanto placer potente se mereció unos bajativos, un jack daniels y un mojito, además del café de rigor.

Terraza Barandales : un sitio cool

Cada cierto tiempo, barrio Bellavista recoge nuevos sitios de disfrutes y se aparecen cuando salimos en cacería con mi hermano. Esta noche, con ganas de conversar y de conocer un buen sitio tranquilo, nos sorprendimos con un local en Dardignac que nos entusiasmó solamente cuando supimos que tenía una terraza en la zona superior.

Francamente no habríamos ingresado sin saber que tenía terraza. Después de todo, era una de esas noches calurosas y merecía la visión de las estrellas afortunadas que se hacen notar entre la nube de smog.

Instalados en un rincón de una terraza muy linda, con una barra de bar, mesas bajo paraguas y una buena música, se nos presentó un buen carrete. Vimos en la carta que habían piqueos interesantes y además vinos, todo lo cual venía de maravillas para nuestra reunión. Unas croquetas de jamón, unas gambas a la plancha al oliva y perejil además de un tártaro de salmón eran suficiente excusa para pedir una botella de Malbec argentino Finca La Linda (a estas alturas mi fetiche del Malbec).

Larga conversación sobre los últimos sucesos en la vida de mi hermano, momentos complejos de los cuales (presagio) saldrá bien parado, ya que él ha sido impecablemente honesto y buena gente. Me siento orgulloso de tener un hermano así de power.

Rica noche, un buen lugar para conversar y comer rico.

Probando sitios nuevos en noche calurosa

Ya de regreso a casa, mientras leía uno de mis libros de turno, recibí mensaje de mi hermano consultando si tenía algún buen lugar adonde ir a comer. Él se encontraba con el gran Sandoka en su departamento y al anuncio  de ir a un nuevo restaurante, ya teníamos un krrtrekking armado.

Un rato después les recibo en casa y tras juntar hambre para esta incursión, salimos caminando hacia el barrio Condell. Un rato después, llegamos hasta la esquina de Condell con Rancagüa en donde hace poco días se instaló el restaurante Cocina Brava, en la casa de lo que fue un taller de arte y teatro.

Lindo lugar, espacioso, con mucho muro blanco, vigas al aire, espejos inteligentemente ubicados y unas lámparas de metal color óxido maravillosas. Pocos comensales, pero atento servicio, lo cual siempre es bienvenido.

Mientras revisábamos la carta, nos enteramos de la mala noticia, pues aún no poseen patente de alcoholes. Eso nos complica especialmente cuando la idea era cenar, rito eterno que requiere un buen vino siempre.

Recuperado del trance, nos animamos a beber jugos naturales (nunca tan sano como una botella de vino) y decidimos por una combinación de piqueos. De la carta, salió un ceviche (o cebiche según quiera) de atún de Isla de Pascua, unos camarones al ajillo y especias, además de un crudo Cocina Brava. Todos extraordinarios y sorprendentemente, quedamos totalmente satisfechos.

Para mí quedó claro que volveré cuando pueda cenar con un buen vino, así que regocijados por el buen sabor salimos a buscar otro sitio que nos completara el placer. Mientras recorríamos la Av. Condell hacia el sur, reconocimos un restobar que ya había anotado en mi mente largo rato y que se nos antojó, al mirar que hacia el fondo poseía una terraza, que era el lugar perfecto para completar esta noche.

Se trataba del restobar Dínamo, muy cool y un pasadizo hacia esa terraza que nos fascinó de inmediato. Proyectaban vídeos en la muralla del fondo, mientras se escuchaba muy buena música de los 90’s, pero lo que no nos pasó desapercibido es que hay unas parrillas para asados disponibles que nos imaginamos rápidamente como parte de un carrete con unos 50 amigos tan pronto como sea posible.

Fuera de soñar, pedimos una botella de pinot noir (valle de Casablanca, aunque la Viña no me resultó conocida) junto a una cubeta de agua y hielo para que la temperatura fuera apropiada para disfrutar el delicado sabor de la cepa. Conversamos largamente acerca de una nueva idea (UBERizar la comida casera) disfrutando la posibilidad de hacerla realidad para ir, por ejemplo, a comer unos choclos con mantequilla o probar un menú casero. En fin, espero que pronto aparezca en www.bancoideas.com.

Tras el largo disfrute, caminamos de regreso a mi casa para que Sandoka recuperara su moto y mi hermano su cleta, mientras yo regresaba a la lectura de estos días.

Buen krrtrekking!!

Nuevo Krrtrekking : antes de marzo

Otro sábado cualquiera que mi hermano se animó a improvisar una incursión a los otros barrios de Santiasco en cleta. Partimos hacia la zona sur de Santiago, pero sin destino ni ruta previamente escogida. Tomamos la ciclovía de Portugal hasta que encontramos Av. Matta, cruzamos y seguimos avanzando en zig zag por las calles que se abrían al paso. Casi sin darnos cuenta llegamos nos adentramos en la comuna de San Joaquín.

Por Av. Las Industrias conocimos la ciclovía más angosta del mundo (exagerando tenía unos 50 cms) y que por si fuera poco, de doble vía lo cual se señalizaba con un trazo de pintura con un ancho de casi un tercio del ancho de la pista. Impresentable!!

En la medida que nos íbamos acercando a la comuna de San Miguel, notamos que las construcciones obreras daban paso a algunos edificios de buen nivel y algunas residencias reflejaban altos ingresos. Cuando nos dirigimos hacia la zona de la carretera sur, nos percatamos de la existencia de murales en edificios. Definitivamente se trataba del museo al aire libre de la comuna de San Miguel, un lugar que ansiaba fotografiar desde hace años. Recorrimos en cleta o caminando toda la zona extasiados con la belleza de los murales, todos los cuales pasaron a la colección de arte callejero de www.krrtrekking.cl.

Horas después, totalmente sedientos, iniciamos la búsqueda de alguna terraza en donde beber una cerveza helada. Tardamos un poco, pero encontramos el restaurante Da Robertino en donde pudimos saciar nuestra sed.

Rato después iniciamos el retorno por calles del interior y paralelas a Gran Avenida, ahora en búsqueda de un buen sitio en donde almorzar. Nos encontramos en algún momento con la calle José Domingo Cañas, la que nos condujo hacia el Warique, un restaurante peruano que no conocía (la verdad que ya son muchos).

Partimos con unos chilcanos de maracuya para acompañar un ceviche carretillero (pescado en trozos, camarones, chicharrón de pescado, cebolla y limón), exquisito!!. Para los fondos, mi partner decidió por un risotto al Porsiny y, considerando mi voraz apetito, reclamé un lomo salteado warique (fettuccine a la huancaína coronado con un lomo salteado delicioso), todo lo cual acompañamos con un fresco pinot noir Quintay Clava.

Como es la costumbre, pedimos al cierre un buen café negro, pero la sorpresa fue que en la carta encontramos algo que nos fascina, tenían ron Zacapa 23 años, lo que no dejaríamos de disfrutar jamás. Esa sobremesa disfrutando lentamente ese néctar, fue maravillosa.

Tras el éxtasis, solo quedaba la ruta de regreso a casa. Felices!!!

La Petite France : en cleta al disfrute

Un día caluroso y con ganas de cleta para una cacería de graffitis y algún paseo alentador, se transformó en un delicioso desplazamiento por la ciudad y más allá.

Originalmente pensé ir hacia la zona oriente para capturar un par de graffitis que había detectado en la ribera del Mapocho, lo que evidentemente fotografié y seguí con la cleta poco a poco desviándome hacia el sur. De pronto, me pareció una gran idea ir a visitar a mi lindo viejo a su residencia permanente en el Parque El Prado (La Florida). A pesar del calor, la brisa que se siente cuando se va en cleta no deja de ser agradable y llegué al Parque a conversar un rato con mi viejo. Reconfortado y más descansado, retomé la ruta y ahí decidí que quería almorzar algo rico en el Cajón del Maipo.

La primera parada fue iniciando la Av. El Volcán en donde siempre disfruto un vaso gigante de jugo de mote con huesillos. Allí tuve otra grandiosa idea y llamé a mi partner para que se entusiasmara en salir de su casa y encontrarme en algún lugar para almorzar juntos en el Cajón del Maipo. Quedamos en hablar una hora más tarde y emprendí el rumbo.

Mi primera obligación era fotografiar unos graffitis que ya había divisado tiempo atrás en el camino (cuando vamos a la montaña con mi Club Malayo). Un buen rato después llegué al Calypso para comprobar que estaba cerrado por vacaciones, luego encontré el Ko que ahora es un centro de eventos (está muy lindo igual, pero más me gustaba almorzar en él) y seguí pedaleando hasta llegar a La Petite France.

Instalado en una mesa al interior (no estaba habilitada la terraza debido a las abejas), alcancé a beber 2 cervezas heladas antes de que llegara mi partner. Definitivamente lo más inolvidable de ese almuerzo fue el placer de mi partner al probar el clásico francés Moules au vin blanc, choros al vapor con vino blanco.

Al regreso, cargué mi cleta en el auto de mi partner (no tuve opción) y por el camino pasamos por tortillas de rescoldo y humitas.

En fin, fueron unos 45 Kms en cleta desde mi departamento y mucho placer acumulado. Hay que repetirlo!!!

 

Krrtrekking con mi hermano : disfrutando la ciudad

Tras despertar cerca del mediodía, un whatsapp a mi hermano para saber si le entusiasmaba un paseo en cleta tuvo respuesta positiva. En media hora, ya estábamos reunidos en los bajos de mi departamento e iniciamos un recorrido azaroso por la ciudad. La primera parada fue en el Café del Museo para beber un jugo de frutas y comer una rica medialuna, algo necesario para tener energía por un rato.

Partimos por la ciclovía de Portugal (bastante bien!) hasta conectar con la ciclovía de Avenida Matta. Así entre árboles que regalaban algo de sombra y una pequeña brisa fuimos acercándonos al Parque O’Higgins. Allí una obligada parada, pues encontramos una maravilla. Algún grupo de creativos y delicados artistas del mosaico, han ido cubriendo gran parte de las paredes que rodean la estación y el paso bajo la carretera, regalándonos unos murales preciosos que fotografié en éxtasis. Hermoso trabajo!!!

Seguimos hacia el Parque en donde nos encontramos que en todos los accesos varios carabineros estaba registrando a todos quienes ingresaban con bolsos o mochilas. Qué onda!. Tomé la iniciativa y pasamos entre ellos sin pescar y no hicieron nada. Recorrimos el Parque por un buen rato y salimos por alguna puerta al sur, para rastrear graffitis y aprovechar de conocer el sector. Tras recorrer esos barrios salimos hacia calle República, antiguo antro de la CNI que hoy está poblado de sedes universitarias. Posteriormente seguimos hacia el barrio Cummings en donde encontramos una gran cantidad de graffitis que seguí registrando para poder incluir en la colección de www.krrtrekking.cl

Continuamos por Matucana y calles aledañas en donde hay buen arte callejero hasta llegar al Parque  de los Reyes. Allí constatamos que era hora de almorzar, así que enfilamos por el mismo Parque hacia el centro con destino el restaurante del hotel Majestic. Una sorpresa para mi hermano, quién no había tenido la oportunidad de disfrutar esta comida india.

Un almuerzo merecido para nuestro voraz apetito, exacerbado por lo rico que es este restaurante. Como era hora de cierre de la cocina, tuvimos que pedir apresuradamente, de hecho me guié por mi memoria de disfrutes y pedí unas samosas y un mixto de delicias horneadas junto a unas cervezas indispensables a esa hora. Seguimos con un guiso picante de cordero y otro con filetes de congrio, junto con un arroz con frutas y el rico Syrah De Martino que correspondía para tan buena comida.

Tras el relajo del disfrute gastronómico, seguimos el tour hacia el poniente y nos fuimos acercando a Plaza Ñuñoa. Allí dejamos en un estacionamiento las cletas y nos fuimos a recorrer a pié para llegar finalmente al clásico Dante en donde bebimos unas cervezas negras heladas para pasar la calurosa tarde mientras seguía nuestra interesante conversación.

Como el tiempo definitivamente no se detiene, llegó el momento de despedir tan magnífico día de krrtrekking hasta otra oportunidad.

Dos disfrutes especiales para cerrar enero

Un whatsapp de mi hermano con la foto de unas entradas para ver King of Convenience no pudo ser más interesante en una semana que ya descansaba de esa inyección a la vena de artes que cada año nos ofrece Santiago a Mil. Nos juntamos un rato antes a conversar y luego partimos al Teatro Municipal a disfrutar este dúo que hemos seguido por años.

Un escenario marcado por un lounge de entrevistas al costado de los micrófonos y guitarras. Un formato curioso de entrevista, lado A del disco, intermedio, otra entrevista y el lado B del disco en presentación. Imagino que tratándose del primer disco del dúo “Quiet Is The New Loud” (del 2001) había espacio para rememoranzas y más de alguna trivia, pero debo reconocer que salvo por el exquisito buen humor de Erlend Oye, la entrevista fue una fomedad.

Exquisita música y calidad de estos noruegos de voces hermosas y de una complicidad que hace incluso afortunado esos pequeños olvidos de Erlend a la guitarra. Una sorpresa hacia el final del show fue la incorporación de Gepe a la batería, Sorprendente!!.

Hace unos meses, debido a una sobrecarga de trabajo, me atrasé y perdimos la oportunidad de ver a Teatro Cinema con su última obra La Contadora de Películas. Fue una dolorosa pérdida ya que he sido fanático de La Troppa y posteriormente de Teatro Cinema, por lo cual volver a tener la oportunidad de disfrutarlos me llenó de alegría.

Llegamos con tiempo suficiente para ubicarnos en los asientos que estratégicamente elegí para que el disfrute fuera pleno (suficientemente cerca pero nunca antes de la cuarta fila y al centro). Laura Pizarro con su increíble voz da vida a la contadora de películas recordando desde su adultez como llegó a ser la atracción de esa pobre salitrera en donde vivía con su familia. Es una obra fascinante que solo realza la belleza del libro de Rivera Letelier, un genio de las letras chileno. Cada escena no solo muestra la increíble precisión de la técnica de cine aplicada al teatro sino que, de forma mucho más marcada que anteriores obras de Teatro Cinema, consigue tocar el alma del espectador. Sin duda alguna, Zagal y Pizarro han llegado a la cima de su arte. Imperdible!!

Estro : un acierto de sabores chilenos

Una de esas noches de teatro que enero regala en cantidades, decidimos pasar a cenar al restaurante del Ritz Carlton en las cercanías del Teatro Municipal de Las Condes. Un lugar espacioso, tranquilo y de buen diseño nos recibió de la mano de una anfitriona. Ya ubicados en una mesa, fuimos captando el interesante concepto del restaurante, a saber, una cocina de mercado con ingredientes seleccionados de pequeños productores agrícolas chilenos.

Encantados con la motivación del restaurante, partimos compartiendo una ensalada de locos de Valdivia con mayonesa de ají verde, mientras nos servíamos nuestros tragos, mango sour y el infaltable kir royale. Para los fondos, la tentación fue un atún con costra especies jamaicanas y unos raviolis de cangrejos dorados con una salsa lemongrass y albahaca. Si bien la carta de vinos tentaba con alguna buena botella, tienen una opción imperdible de grandes vinos en copas, lo cual no podía ser mejor. Así que en estricto orden disfrutamos tres copas de vino, pinot noir, carmenere y el orgánico coyam.

Para los postres, una tarta red velvet y un postre de piña colada exquisitos. Solo quedaba el rico café y las ganas de volver, ya que esa carta tiene muchas opciones que imaginamos deliciosas.

Santiago a Mil 2016 : teatro, danza y algo más

Como cada enero en este país con vista al mar, hago una cuidadosa selección de obras que se presentan en Santiago a Mil, pues la oferta es inmensa pero el tiempo escaso. Este año, hice una mezcla de teatro, danza y performance que espero otros hayan disfrutado tanto como nosotros.

Partimos en el Teatro Municipal de Santiago con Political Mother (Reino Unido), una obra potente de baile y música en vivo cual concierto de heavy metal, con una aproximación claramente cinematográfica y un ritmo non stop que sobrecoge. Por momentos creíamos revisitar 1984 con toda esa complejidad política y rudeza que no permite pestañear durante su ejecución. Sorprendente!!

La siguiente obra fue el clásico shakespeariano Sueño de una noche de verano, pero con textos chilenos con rima popular. Maravillosa obra, llena del chispeante humor y picardía del huaso chileno, un enorme despliegue de colores en hermosos trajes y magníficos actores. Un acierto creativo de Héctor Noguera y Daniel Muñoz además de la colaboración de dos grandes payadores populares. Si bien hemos visto muchas versiones de esta obra de Shakespeare, siento que ésta es la mejor lograda, pues conecta de forma virtuosa el clásico relato con el folklore chileno y las peripecias creativas que supone el lenguaje chileno. Un imperdible del teatro chileno!!!

Nuevamente embarcados en la obra de Shakespeare, fuimos a ver The Tempest (Corea del Sur), para caer hechizados con la magia de esta adaptación coreana que fusiona de manera sorprendente el texto del clásico con historias ancestrales del pueblo coreano. Una obra hermosa, llena de ternura que nos dibujó una sonrisa y nos dejó blandito el corazón por mucho rato.

Un sábado llegó el turno de Still Life (Grecia), una performance sorprendente y a veces con toques  por el devenir de angustia por el devenir humano, ya que trasfondo filosófico proviene del mito de Sísifo, algo así como la condena del ser humano. Impresionante el virtuosismo de los performers en medio de un escenario mínimo, para crear escenas increíbles, fusionando cuerpos en esa eterna búsqueda de la inmortalidad. Hermosa!!

Cuando llegó el turno de La Wagner (Argentina), teníamos el precedente de la obra La Idea Fija que vimos tiempo atrás en el GAM, en donde el sexo, como actividad humana, está en el centro de la obra. En esta ocasión, la música de Wagner acompaña a cuatro mujeres desnudas que con crudeza van de la sensualidad a la pornografía, con momentos de violencia (actuada por supuesto) constituyen una ruda provocación al espectador. La verdad es que aceptando la originalidad y atrevimiento del autor argentino, nos dejó la sensación de exceso.

Pronto llegó el día de la obra Las ideas (Argentina) en el GAM, un trabajo genial con dos actores en escena y un texto absolutamente creativo, que juega con nuestro sentido de la realidad en la metáfora que supone la mesa de pin pon que es el lugar en donde debaten sobre realidad y ficción, vida real o actuación. Un trabajo fascinante que mantiene la atención de todos sin respiro.

La siguiente función de teatro Dínamo (Argentina) también la elegí por tratarse de otro delirio provocador. Tres mujeres, tres historias de locura y dolor, interactuando en la más absurda composición de sus propias soledades. Reconozco que a muchos debió parecer desquiciante, pero me gustó la complejidad que revela el desafío de comunicarse entre los seres humanos.

Finalmente, llegó la última obra que seleccionamos para este año, se trata de Canciones de Lear (Polonia), una performance musical maravillosa en donde las emociones humanas son alcanzadas con el prodigio de voces impresionantes que me llenaron de lagrimas los ojos. Absolutamente hermoso!!.