jueves sin sangre y feliz

Estaba planificado un carrete dieciochero laboral para esta tarde de jueves.

Un asado en casa de una colega, con muchas actividades planificadas, pero que en la práctica se redujeron a eventuales peloteos, algo de pinpón y un fallido partido de futbol mixto. El resto solo fue comer y beber, además de conversar largo y tendido de cualquier cosa que no fuese pega. Había un cierto aire de disfrute y me alegra que varios hayan dejado sus máscaras en la pega.

Este jueves estaba marcado por el hecho que iría a ver la obra Sin Sangre. Apresuradamente, sin despedirme de nadie, abandonamos la parcela en el primer vehículo que salió y tenía espacio disponible. Un divertido viaje de vuelta, que me dejo en pleno centro de Santiago. De ahí, fui hacia la Plaza Ñuñoa al Bigas Restobar, a servirme algo para calentar motores y encontrarme con mi compañera. Sitio agradable y a esa hora casi vacío, por lo que la conversación fluyó sin contratiempos.

A 10 minutos de la hora del teatro, caminamos al Teatro de la UC, sitio de la magia. Maravillosa obra, mi compañera extasió y de vez en cuando sus miradas de asombro y deleite, me iluminaron el corazón. Mi linda compañía sabe apreciar lo bueno.

Concluida la placentera cita con el arte, nos fuimos a otro sitio en la Plaza Ñuñoa, a beber unos tragos y a disfrutar su compañía. Que rico es gozar la vida así.

Qué te pareció el filete?

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *