Glaciar Colgante El Morado : gran paseo post navideño

Aunque es bastante habitual que la mayoría de mis fines de semana salga a la montaña con mi querido club malayo, en pocas ocasiones le dedico una crónica y en esta ocasión me resarciré de parte de la deuda, porque creo que este paseo dominical fue extraordinario y un fiel reflejo del hermoso espíritu que anima a tanta gente a compartir en la montaña.

Un año especialmente intenso en emociones y que afortunadamente termina en las próximas horas, no impidió  las 50 salidas que el club organizó. Este año no solo marcamos más de algún record en asistencia (más de 60 malayos en un trekking y más de 400 inscritos en nuestras bases de datos), sino que nos dimos espacio para ser solidarios con muchos hermanos que sufrieron estragos por el terremoto, también celebramos a lo grande el cumpleaños del club (D.I.M) y disfrutamos cada una de las salidas con nuestro menú malayo, esa deliciosa forma en que festejamos cada cumbre. También este año, inauguramos las salidas para los que se inician en la montaña y especialmente para los niños, una iniciativa notable de Gustavo. En definitiva, este fue un gran año malayo.

El domingo después de Navidad, nos citamos en el habitual punto de encuentro de Av. La Florida a las 7:30 horas, hasta adonde llegaron alrededor de 50 malayos, la mayoría viejos compañeros de aventuras pero también algunos que recién se integran. Por vez primera, nuestro gran David no alcanzó a llegar en los tiempos acordados y a la hora señalada nos fuimos en caravana hacia El Cabrerío, donde finalmente todos reunidos, iniciamos el tramo zigzagueante rumbo al glaciar colgante.

Una ruta de moderada dificultad bajo un sol implacable nos condujo tras algo menos de tres horas a ese maravilloso santuario que es la laguna con el glaciar colgante de fondo. Todavía y a pesar del calor, hay restos importantes de hielo flotando e incluso en tierra firme.

En esta ocasión tuvimos la participación de un ser notable, una chica no vidente que hizo el trekking con tanta habilidad que muy pocos se dieron cuenta de su condición y que cuando se comentó a su llegada arrancó aplausos espontáneos y emocionados de todos nosotros, gran valor!!!. Momentos como ese, nos llenan el corazón de alegría, porque en nuestra visión, la montaña no es sitio de atletas ni de competencias. cada uno de nosotros sube su propia cumbre, un personal y silencioso desafío.

Instalados en las riberas de la laguna, nos dispusimos a la parte más sabrosa de nuestro paseo. Comer y beber cosas ricas que llevamos para compartir. Aunque era imposible que alcanzara para todos, abrí una lata de aceitunas rellenas de anchoas y una botella de un fantástico ensamblaje de Las Casas del Toqui Assemblage 2005 (Valle del Cachapoal) que compartimos golosamente. Mientras tanto, otro malayo sorprendió con un pisco sour casero que celebramos añadiendo hielo del glaciar (milenario), por allá aparecieron versiones de pan de pascua de las más diversas recetas, unas cerezas corazón de paloma, un ceviche de mariscos, más vinos, cervezas, chocolates, café  y una infinidad de exquisiteces que me costaría nombrar.

Como parte del descanso post menú malayo, algunos fuimos a pasear sobre el glaciar y otros se afanaron en practicar complejas posiciones de yoga, para delicia y admiración del resto que simplemente reposaba.

A la hora del retorno, muchos nos dedicamos a tomar fotografías de tanta belleza que encierra el Cajón Las Arenas, las que se sumaron a las que tomamos en el glaciar.

Un gran paseo, un gran año y sobretodo un gran Club!!

Ascenso al cerro Manchón : gran experiencia

Este lindo cerro es quizás el  menos conocido de aquellos que se encuentran en la zona de Yerba Loca. De hecho constituye un punto de observación entre los cajones de Yerba Loca y la Disputada, con una vista en primer plano de los cerros La Paloma y El Plomo.

Originalmente ibamos a ascender el cerro Minillas con los malayos, pero por esas cosas de la vida, terminé acordando una salida distinta con un malayo amigo.

Nos juntamos a las 7:00 AM y partimos rumbo a Farellones, específicamente hasta el estacionamiento de la Mina Disputada, en donde iniciamos el disfrute de montaña alrededor de las 8:15 AM.

Partimos con un día soleado, aunque con una temperatura algo baja. El ascenso se inicia con una gran pendiente, por lo que a los 15 minutos ya nos estabamos desabrigando, pues ya transpirábamos abundantemente. El sendero se pierde rápidamente y hay que guiarse por referencias más globales y algunos hitos que van apareciendo.

Tras un par de horas, las nubes comenzaron a nublar todo. Un fenómeno muy especial, ya que parecían nacer del valle que da hacia la mina y como si fuera broma, las nubes se estacionaron exactamente encima del nuestro destino, el cerro Manchón.

Cinco horas y fracción de paseo para lograr la cumbre y comenzar nuestro pequeño banquete malayo, inscribirnos en la libreta de cumbre y dejar un presente para los próximos visitantes.

El regreso fue la oportunidad de tomar lindas fotos del paisaje de montaña, pues aunque no pudimos disfrutar de la vista de los otros cerros (nuestro objetivo), igual el paisaje es notable.

Muy cansados regresamos a Santiasco, pero profundamente alegres por el logro conseguido.

Pedro Aznar : gran cita anual con su arte

Un regreso esperado, cada concierto de Pedro Aznar es una joya de estilo y de talento. Llegué al Teatro Noescafé (lugar que visito a menudo) justo a la hora y me ubiqué en la butaca que logré conseguir, esta vez un poco tardíamente, ya que la vorágine laboral me impidió adquirir con mayor anticipación una mejor posición. No obstante ello, quedé suficientemente adelante y en buen ángulo para disfrutar el espectáculo.

Apenas llegado, pude reconocer a un grupo de malayos en masa ubicados a la derecha y más adelante de mi posición. Me levante y fui a saludar a tan apreciados amigos con los que además de la montaña compartimos el gusto por la buena música.

Con cierta tardanza, se inicia el show como de costumbre con un invitado nacional. En esta oportunidad, la maravillosa voz y composiciones de Elizabeth Morris, trovadora chilena de gran trayectoria y que nos deleitó con tres temas de su autoría. Quedamos con gusto a poco!!!

El escenario en el minimalismo extremo, solo una silla, dos micrófonos y los parlantes de retorno necesarios, para recibir al gran Pedro Aznar. Armado de su guitarra eléctrica, parte con un delicioso tema del nuevo disco (más tarde anunciaría que sería lanzado en Chile en una semana más). Aznar recorre un ciclo de 13 canciones exquisitas, canciones que por alguna extraña razón exhibía en sus recitales por muchos años y nunca las había grabado. Un motivo más para sentirnos alagados de escuchar temas del nuevo albúm «A solas con el mundo» que presenta Aznar esta noche.

Un show íntimo, quizás más íntimo que otros años, porque cada tema es solo su presencia, su voz notable y algún instrumento (Aznar es multiinstrumentista y lo demostró ampliamente esta noche, guitarras de palo, guitarras eléctricas, electroacústicas, bajo eléctrico, órgano, armónico y percusiones). Un show increíble.

Los temas son propios o tomados de autores excepcionales y cantados en su personal estilo. Desde George Harrison hasta Violeta Parra, pasando por Atahualpa Yupanqui y otros tantos creadores de la música latinoamericana.

Terminado el show, hubo energía para un bis de tres canciones tras lo cual se retiró intempestivamente del escenario, creo que todos nos quedamos sorprendidos, ya que en otros recitales era habitual verlo regresar hasta 4 veces. En fin, igual fue un gran disfrute.

Gran voz, increíble complicidad con el público y muchísimo talento. Esperamos verte pronto!!!

Félix Lecaros Cuarteto : filete en Thelonious

Ciertamente no es un misterio mi predilección por el jazz en vivo y que además coincida con que mis músicos favoritos suelen tocar en el Club de Jazz Thelonious, por lo que este lugar es una de mis paradas más frecuentes.

Esta noche, una formación especial liderada por quién, en mi personal evaluación, es el mejor batero de jazz en el circuito. Me refiero al talentoso Félix Lecaros, acompañado del conocido guitarrista Mauricio Rodriguez (Congreso, La Marraqueta), el formidable contrabajista Roberto Lecaros y todo el virtuosismo en saxo y flauta de Cristián Gallardo.

La banda partió sin Cristián, quien llegó atrasado al segundo tema. Un percance que no le restó calidad al primer tema, lo que aplaudimos fervorosamente los reunidos en el lugar de jazz. De ahí en adelante, con la formación de cuarteto completa, vino un despligue de los talentos y de la música que ellos mismos crean.

En el intermedio, nuevamente me encuentro con un amigo malayo, que por lo visto se ha hecho habitué del lugar. Me alegra mucho.

El segundo set, siendo ya muy entrada la madrugada, nos quitó el sueño y la energía de esta música maravillosa nos revivió y llenó de alegría.

Completamenmte renovado, regresé a mi hogar a disfrutar del sueño.

DIM : 12 años celebrando la montaña

Pensar que un disfrute de fin de semana que hace 12 años iniciaron unos pocos, hoy sea motivo de celebración para alrededor de 80 amantes de la montaña y que la base de datos de nuestro club ya anote más de 400 integrantes, la verdad es que resulta insólito y al mismo tiempo un gran movilizador del entusiasmo y la buena onda que tienen este fantástico Club Malayo. El DIM, Día Internacional Malayo, es una gran fiesta!!.

La diversidad, la tolerancia, la solidaridad y sobretodo las ganas de disfrutar sanamente en nuestra hermosa cordillera, nos reúnen todos los fines de semana. Aunque no siempre suben los mismos, se repiten los valores que nos unen y que permiten que tantas personas distintas podamos disfrutar juntos no solo un buen ascenso a un lindo cerro sino que además ser capaces de compartir con alegría un menú malayo, esa excusa que inventamos para hacer más disfrutable aún cada paseo. Son muchos quienes nos esmeramos en llevar algo rico o distinto en nuestras mochilas para deleite de todos en ese instante maravilloso en que celebramos estar juntos en la montaña.

Me siento orgulloso de ser un malayo y compartir con gente maravillosa cada semana. Al fin y al cabo, no celebramos tanto el llegar a la cumbre sino que mucho más, el estar juntos disfrutando la belleza de la  naturaleza y la humanidad.

Felíz cumpleaños malayos!!!!

Volcanes en Atacama: una experiencia increíble

Como es habitual, planifiqué una experiencia total  para octubre, un mes especial para cumplir los objetivos del año. Con mi gran amigo polaco Zdzislaw nos propusimos ascender volcanes de Atacama por unos cuantos días de vacaciones y comenzamos con meses de anticipación definiendo objetivos y condiciones para cumplir nuestros malayos sueños de cumbres.

Embarcados en un vuelo de LAN, llegamos  a Calama y luego nos trasladamos a San Pedro de Atacama a un Hostal (Casa Adobe) que sería nuestro centro de operaciones. Si bien habiamos planificado el viaje para dos, un afortunado evento nos haría parte de una expedición con una compañía de primera, Krzysztof Wielicki y su compañera (Cathy) serían parte de nuestra aventura (Krzystof  Wielicki vino invitado al programa del festival de montaña BANFF 2010).

Wielicki es una leyenda del montañismo, desde el año 1980 este polaco ha subido en solitario y en invierno las cumbres de los 14 ochomiles del mundo. Un honor mayúsculo que casi nos daba susto y que bien merecería un título de doctor honoris causa del Club Malayos para Krzys.

El primer ejercicio fue el ascenso del volcán Lascar, una experiencia fallida ya que literalmente nos enterramos en la arena con una camioneta que no era 4×4 (aprendizaje: jamás arrendar algo distinto a un 4×4). La señalización  claramente era equívoca y nos internamos en un banco de arenas que nos dejó varados a 4 mil metros.

En definitiva, tuvimos que acampar a 4.100 msnm para finalmente en el frío de la noche admirar la belleza  de un cielo maravilloso. Cocinamos y bebimos un rico vodka con coca cola para pasar el frío e irnos a dormir.

A las 2:30 AM, Wielicki y señora decidieron que era una buena opción para subir el Lascar y nos invitaron al desafío. Pero sabíamos que el desnivel era muy grande y el frío terrible. Tras unas horas ellos volvieron al improvisado campamento y nosotros nos sentimos menos miserables por no haber ido.

Desayunamos abundantemente y aclaramos que la única opción era caminar hacia el pueblo de Talambre en donde quizás podríamos conseguir una camioneta para poder remolcar la nuestra. Efectivamente, por un precio algo excesivo conseguimos una camioneta 4×4, pala y tablas para poder sacar nuestro transporte de la arena. En el intertanto, decidí visitar la quebrada de Talambre, a unos 7 kms de distancia. Con bastante esfuerzo (caminando bajo el implacable sol)  logré alcanzar a un grupo de investigación universitario que me antecedía (un artículo que aparecerá en el perjurio), ellos con preocupaciones científicas y movilizándose en camioneta   y yo solo disfrutando a pié). En definitiva,  pude ver hermosas representaciones de los animales de caza de la época,  muchos vestigios de vida y cultura, Varios kilometros de vivencias, unas increíbles muestras de esos pueblos originarios. Dejé registro fotográfico de esto.

Rescatada nuestra camioneta, volvimos a San Pedro y nos propusimos alcanzar nuestra meta al próximo día.  Efectivamente a las 4 AM partimos los cuatro  hacia el volcán Lascar, casi tres horas de acercamiento hasta la base de esta linda montaña y luego a caminar.   El olor a azufre de las abundantes emanaciones del volcán no fueron impedimento para nuestro periplo, aunque el frío derivado del persistente viento nos obligó a abrigarnos con todo lo que llevábamos. En esta ascención nos dimos cuenta que hay estilos diferenciadores. Wielicki y señora, dejaron todo su equipaje en el cráter y enfrentaron la cumbre sin nada, mientras nosotros seguimos apegados a nuestras mochilas. Ellos llegaron a la cumbre y bajaron de inmediato, una fórmula distinta a los malayos, ya que para nosotros cada cumbre es fuente de disfrutes compartidos, un gran evento malayo.

Volvimos a San Pedro de Atacama, para preparar nuestra siguiente aventura. el ascenso al Sairekabur, un lindo cerro de casi 6 mil metros (en la literatura va de 5970 a 6040 msnm), que más allá de toda consideración nos desafiaba de todas maneras. Para esta ocasión, nos acompañaría solamente  Cathy, compañera de Krzysztof, ya que él predijo que no iría porque debía asegurar su presentación de ese día en Banff, una verdadera admonición como veremos.

El ascenso al Sairekabur fue muy dificultoso por su compleja aproximación de rocas y el viento persistente que nos llevó a temperaturas bajo los 20 grados bajo cero. Una vez alcanzada la cumbre, regresamos a la camioneta que nos esperaba a 5.600 msnm y que como Wielicki intuyó nunca partió.

Tras varias horas de espera,  un amigo de nuestro guía llegó al rescate (con las piernas congeladas) y con ideas absurdas como empujar la camioneta hasta donde había quedado su vehículo (a más de 40 minutos caminando en bajada). En concreto, después de empujar la camioneta por más de 5 km, llegamos a la conclusión que lo único razonable era abandonarla y llegar lo antes posible al vehículo habilitado para bajar de la montaña antes de congelarnos.

Si bien salvamos de buena forma, bajando de la montaña apilados 8 personas en una cabina para 4, es destacable que el buen humor y la buena onda hicieron posible este regreso.

Krzysztof estaba endemoniadamente molesto cuando regresamos, después de todo su mujer estaba desaparecida por muchas horas (todo el día). En fin, llegamos a San Pedro, con la musculatura  adormecida y el alma reconfortada.

Para rematar las últimas horas de estas vacaciones decidimos que a pesar que no podríamos subir el volcán Licancabur, el sueño de mi polaco partner, iríamos a ver el entorno (los imprevistos lamentablemente nos robaron dos días). Así que muy temprano pasamos a Bolivia, a la reserva nacional Eduardo Avaroa con nuestro fotográfico objetivo.

Apenas instalados en el refugio, salimos a pasear. Caminamos por el borde de la laguna blanca, disfrutando la belleza del altiplano y del vuelo esquivo de las aves, para ir aproximándonos a la laguna verde, en sus dos verdes sabores encantando el maravilloso entorno de cerros y perfiles montañosos. Cada pisada crugiente en ese salar fue  un impulso neuronal en mi mente, belleza y silencio que se agradece.

Al regreso en el  refugio, cocinamos una deliciosa cena a la que Don Macario, el gran señor del Licancabur, se sumó gustoso. Terminada la cena, salimos al frío para disfrutar el espectáculo de millones de estrellas en un cielo perfecto, una belleza ininterrumpida por nada, silencio y oscuridad total, maravilloso!!!!!

Al siguiente día iniciamos el regreso con el regocijo marcado en nuestro cuerpo y mente. Unas vacaciones excepcionales!!!!!!

Tour de museos : lluvia y placeres

Sabiendo que venía un domingo lluvioso, preferí no ir a la montaña con mis amigos Malayos y dedicarme a una citadina pero placentera actividad, visitar museos.

Tras un desayuno frugal leyendo muy por encima el Perjurio (no merece más), una abrigada ducha, me preparé para caminar bajo la lluvia, un placer que pocos saben disfrutar.

Caminando llegué a mi primera estación, la muestra de WorldPress 2010 en Womistar, una muestra inquietante, con muchas fotos sangrientas de la estupidez humana, representada en conflictos artificiales y con muchas víctimas inocentes, sirviendo a intereses corporativos y de gobiernos corruptos. Tanta sangre, tanto dolor, reflejado en esas fotografías potentes y dolorosas. Niños y niñas víctimas de la estupidez humana, quizás la denuncia que significa cada foto pueda conmover algún día a quienes aprietan el botón.

Seguí mi ruta hacia el barrio Lastarria para visitar el siempre interesante MAVI, con una muestra mixta, audiovisual y algo extravagante aunque no menos disfrutable. Fue una rápida incursión, ya que me dirigí hacia el Museo de Bellas Artes en el Parque Forestal para disfrutar la muestra de esculturas en el subterráneo, una exposición deliciosa con muchos exponentes notables del arte nacional. En el primer piso, una buena muestra de los notables del arte nacional, Matta entre otros y en el segundo piso, un rescate de los maestros del retrato en 200 años de historia del arte. Está lindo el MNBA.

Bajo la lluvia deliciosa, decidí caminar hacia el Centro Cultural Palacio La Moneda (CCPLM) para visitar esa galería del diseño que siempre sorprende, en esta ocasión una muestra de reciclaje que me dejó pensando, ya que hay tantas opciones para hacer arte con aquello que muchas veces vemos solo como desecho. En los bajos, visité la exposición de fotografías de Transnoche, fantástica. Actores y personajes de TV que se prestaron para representar situaciones literarias, pequeñas ficciones de la bohemia y de la noche que me son familiares y al mismo tiempo me sorprenden. Es imperdible el diaporama que se muestra en uno de los sectores de la sala, con una adecuada música se muestra paso a paso la histriónica performance de los «actores», deliciosa muestra.

En el otro extremo del subterráneo, visité las exposición de máscaras del Ecuador, increíble repaso de la historia centenaria del rol de las máscaras y las caretas en la cultura popular.

Nuevamente bajo la lluvia, encaminé mis pasos hacia Bellavista con el objetivo de almorzar algo rico, y tras varios intentos, terminé en uno de mis sitios preferidos, El Antojo de Gauguin, lugar predilecto y que en esta ocasión me permitió saludar a Cecilia y Pato, los dueños, después de todo, debo ser el cliente más antiguo que tienen. Comí una deliciosa combinación de hummus y pan pita, una shawarma de falafel y esa maravilla de selección de rellenitos  árabes con una botella de ensamblaje tinto Porta, cabernet sauvignon, carmenere y syrah, que fue la maravilla para mi comida y para la conversación con mi amigo Patricio.

Rica experiencia, un día delicioso.

Concierto de fado : delicias de la música de Portugal

Aprovechando la invitación que obtuviera de uno de mis amigos montañeses del Club Malayo, me dirigí esa noche al lugar del concierto de celebración del día nacional de Portugal, sin saber lo fantástico que sería.

Con un aula magna muy llena y un retraso de casi media hora, se asoman tres músicos con guitarras, una de fado o portuguesa, una clásica y otra de bajos, quienes se instalan en sillas en el fondo de un sencillo escenario con una tenue iluminación. Unos instantes después, de algún recóndito lugar se escucha una voz excepcional, una voz de mujer que mágicamente me erizó los vellos y nos dejó a todos estupefactos. Tras un minuto o algo más, hace aparición en el escenario una bella mujer, la dueña de esa voz maravillosa mientras las guitarras comienzan su exquisita ejecución.

Esa hermosura era Ana Sofía Varela, la cantante de fado de moda en Portugal, ganadora de muchos concursos en su país y que nos brindó un espectáculo de excelencia, con un recorrido por fados tradicionales y varias piezas de su disco «de amores y pecados». Exquisita!!!

Un espectáculo inolvidable, en donde la calidad de los músicos y la belleza de la música llenó completamente de placeres el lugar.

Viva el fado, viva Portugal!!!

Volcán San José : una cumbre filete para el 2009

Cuando pienso en algo monumental, me viene la mente la imagen de esa mole increíble del volcán San José, quizás más grande en extensión que el magnífico Aconcagua. Pues bien, suelo cumplir mis promesas y llegar a su cumbre era un desafío personal 2009.

Junto a mis amigos del club malayos muchas veces había visitado el punto de partida de esta expedición, llegando en diversas épocas al hermoso refugio Plantat a 3.100 mts. Esta ocasión por cierto, tendría como figura relevante llegar a Plantat con la carga de provisiones y equipos necesarios para los días de montaña venideros.

Partimos entusiastas seis aventureros contactados por internet (nos conoceríamos presencialmente el día de partida) un día domingo a las 8:30 horas, tras los saludos, nos embarcamos en los vehículos de aproximación para llegar al habitual cabrerío que hace de entrada al valle en donde comienza la aventura.

Mochilas bien cargadas y el ánimo a tope a pesar de los malos presagios climáticos, ya que en las últimas semanas todos nuestros conocidos habían debido abandonar el ascenso por las bajas temperaturas. Como era una promesa profundamente personal, agité todas las buenas vibras del universo para asegurar que llegaríamos a puerto.

La llegada a Plantat, fue divertida y muy acompañada, ya que habían varios contertulios embarcados en el mismo desafío. Una noche fría compartiendo las 8 literas del refugio más carpas alrededor para preparar el siguiente paso.

Muy temprano, tras un contundente desayuno, nos embarcamos en la travesía para ir al C1, el siguiente campamento, lo cual conseguimos en unas cuantas horas. El clima, todavía muy desafiante y el frío siempre presente. Aparentemente, estábamos asistiendo a una etapa climática muy especial, ya que la abundancia de nieve era notoria y no había tregua con el frío.

Tras un camino de nieve y de fuerte pendiente, logramos llegar al sitio que constituiría nuestro campamento, con un cercano flujo de aguas, ideal para descansar, comer abundantemente y preparar el siguiente paso.

Dormimos a tan bajas temperaturas que no pude pegar ojos, aunque no estoy tan seguro, ya que no me acuerdo de toda la noche. La pendiente del terreno provocó que mi cordada (mi compañero de ruta) usurpara mi espacio en muchas ocasiones y me despertara. Como fuera, había un objetivo irrenunciable y así llegamos a la mañana del siguiente día y tras un grosero desayuno de hidratos de carbono, nos pusimos las mochilas y continuamos al siguiente campamento (C2).

Tanto en el campamento C1 como el C2, fuimos secundados por un grupo de chicas y chicos parlanchines pero muy entretenidos, con quienes trenzamos simpáticas anécdotas.

En el campamento C2 fue obligatorio hacer agua a partir de la nieve de los hermosos penitentes que forma el sol y el viento en la nieve. Aquí observábamos el cielo pidiendo en silencio que por favor se abriera y nos permitiera hacer la cumbre. El clima no era bueno y los 12 grados bajo cero se hacían sentir, especialmente en manos y pies.

Entretenidos con la hermosura ambiente y con todas las ganas del mundo, nos acostamos a dormir cerca de las 19 horas (esto es lo más exótico que hay en mi vida, pero si tienes que levantarse a las 2:30 de la madrugada, no hay opción).

Por fin, el día más anhelado, a las 2:30 en pié, derritiendo nieve para hacer un desayuno rico en hidratos de carbono y preparando las mochilas para el desafío final. El menor peso posible, todo lo accesorio queda en las carpas y ahí vamos, tres de la mañana y comenzamos a ascender por el acarreo que nos llevaría al filo de nieve por el cual cruzaríamos al glaciar rumbo al portezuelo de acceso a la cumbre.

Casi seis horas de ascenso ininterrumpido en una madrugada deliciosamente despejada y de frío moderado (gracias!!!) para llegar a la cumbre más bonita que conozco, con una vista impresionante a todas las hermosas montañas del valle central incluyendo al imponente Marmolejo que parecía a tiro de mano (vana ilusión). Una maravilla inexplicable, casi como estar en el techo del mundo, todo se ve hacia abajo y aunque sea obvio, llegamos caminando!!!.

Luego de tomarnos unas fotos, defendiéndonos de las ráfagas de viento poderosas (pueden botar a cualquiera), iniciamos el regreso hacia nuestro campamento. Una bajada vertiginosa, pero no menos complicada, con crampones en varias etapas, dada la cantidad de nieve y hielo, pero que en definitiva no fue drama para llegar a nuestro punto de encuentro en C2 y desarmar campamento.

Desde el C2 tardamos, los primeros, solo dos horas en llegar a Plantat. Eso parece ridículo considerando lo que nos costó llegar ahí, dos días!!!!!

En esta expedición filete, conocí gente notable, hice amistades con las que ya estamos planificando nuevas aventuras y sobretodo, me siento felíz de haber cumplido con mi personal promesa de estar el 2009 en la cumbre de este maravilloso lugar.

La aventura filete, la retraté en unas fotos que espero disfruten.

Aventura en la montaña : rastreando un DC-6

La gran mayoría de los fines de semana salgo con mis amigos malayos a la montaña a realizar un delicioso trekking en nuestra maravillosa cordillera central. Sin embargo, hace un mes que no me era posible salir de Santiasco y para deleite mío, el reencuentro con mis amigos fue una gran aventura.

Puntualmente a la cita, llegamos 11 malayos (una cifra pequeña pero que se justifica debido a que el paseo debió hacerse un día sábado). Luego de trasladarnos a los vehículos 4×4, enfilamos hacia el Cajón del Maipo al sector de Lo Valdés. Allí, tras embetunarnos con protector solar (el sol prometía ser despiadado este día) comenzamos un ascenso por una fuerte pendiente y con un terreno de acarreo fuerte, lo que anunciaba prontamente que sería un viaje «comepiernas».

Los paisajes hermosamente coloreados por esas divinas flores silvestres y esa vegetación de cerro tan característica de la zona. En el camino se nos unieron dos hermosos perros que resultaron ser una gran entretención e incluso más adelante, hasta nos sirvieron de guías.

En varios tramos de nuestro acercamiento a la zona en donde cayó en 1965 el avión DC-6 de LAN (tragedia con 87 muertos!!!) nos encontramos con que el sendero había desaparecido debido a gigantescos derrumbes. Por suerte, siempre encontramos la continuación incluyendo la ocasión en que uno de los perros nos mostró en donde continuaba el camino. Genial!!!

Casi cuatro horas de caminata para llegar al lugar en donde encontramos una cruz que marcaba el sitio del accidente. No pudimos encontrar restos a la vista, pero el valle que se anunciaba en una quebrada nos sedujo y seguimos caminando otra hora más para encontrar un refugio en donde decidimos almorzar y descansar.

Mientras almorzábamos, fuimos testigos de una persecusión que los perros hicieron tras una liebre, la cual milagrosamente escapó ascendiendo por una ladera de unos de los cerros. Era obvio que los perros tenían hambre y como no fue suficiente lo que les dimos de comer, buscaban su propia comida. Más tarde uno de los canes lograría atrapar una liebre y darse su personal festín.

Como es habitual, nuestro almuerzo malayo estuvo plagado de delicias compartidas, maní al merken, aceitunas rellenas con ajo, cereales, galletas, el rico café de David acompañado de chocolates de varios tipos, un té con especias y miel y como corresponde una rica botella de vino.

Para el regreso nos reservamos el rastreo de partes del avión ya que a pesar de los años transcurridos aún debían existir. De hecho, subiendo y bajando lomas y morros, dimos con varios trozos de fuselaje, algunas piezas con pintura del logo de LAN, restos de un neumático del avión, tubos, pequeñas vigas, en fin, restos de lo que debe haber sido un tremendo desastre.

El regreso bajo el intenso sol y la exigencia de una bajada en permanente acarreo, no estuvo exenta de algunas caídas, más divertidas que dolorosas para tras casi 8 horas de paseo regresar al punto de partida.

Gran paseo, una verdadera aventura que registré parcialmente en estas fotos.